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El Gobierno de la República Argentina, se ha unido a la pesadumbre uni– versal causada por el inesperado asesinato del Excelentísimo Señor Presidente de los Estados Unidos de América Sr. Rennedy.

He recibido instrucciones oficiales de mi Gobierno, para evidenciar esa pe– sadumbre con las acostumbradas manifestaciones que rigen el protocolo diplomá– tico. El día del funeral del Ilustre desaparecido, fue declarado en mi País Duelo Nacional, paralizándose fodas las actividades públicas.

Personalmente agrego, que la muerte del Señor Rennedy es una pérdida para la humanidad, y que salvo el fallecimiento del Pontífice Juan XXIII, nada me había conmovido tanto. Tal vez se deba esto"a esa comunidad de intereses humanísticos que unían a tan grandes personajes. Ambos fueron apóstoles de la Paz, y su esfuerzo por mantenerla dentro del marco de la dignidad, será peren– nemente recordado por las generaciones .que sobrevengan.

qUe nuesfra Misión se siente hondamenfe conmovida por la muerte de uno de los más grandes adalides de la paz, del progreso, de la fraternidad y de la demo– cracia universal.

Vuestra Excelencia que la Embajada de Colombia ha izado a media asta y enlu– tada su Bandera, y que nuesfra Misión se siente hondameníe conmovida por la mUerte de uno de los más grandes adalides de la paz, del progreso, de la frater– nidad y de la democracia universal.

El nombre de John Rennedy, admirable Presidente de los Esfados Unidos de América, quedó grabado para siernpre en el corazón de iodos los colombianos Yen forma especial en el de nuestro ilustre Presidente Dr. Guillenno León Valen– cia, cuando con su lucentísima esposa señora Jacqueline de Pi;ennedy, llegaron a Colombia, que los recibió con la más grande admiración y cálido entusiasmo y ca-

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