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~Il el Ilúmero alllerior de R~VISTA CONSERVADORA publicamos una cron,c. pOo lítica sobre la gran l8sonanda y extraordinaria popularidad que está logrando la candidatura del Senador 1101 teal11ericano Darry Goldwater, del Estado de Arizona, como abanderado

del Conservatismo ((..,tra la segura candidatura del PH~sidente l<ennedy t10r el Partido De~

m6cl'ata. Lo más interesante de dicha crónica es el calificativo de conservador que el prou

pio Senador Goldwater hace de sí mismo, aunque en el fondo, decíamos, pueda no encarnar una filosofía conservadora auténtica, como algunas pErsonalidades eminentes del p0n

g

samiento conservador norteamericano S0 lo han negado.

Ahora nos complace publicar un arlíc,ulo tlel eminente Uder republicano en que define su pensamionto político, de factura genuinamente conservadora, que lo destaca co–

mo un verdadero representativo, en la política activa, de esa tendencia en que tiene su fun·

damento inconmovible la gran República, según él mismo lo expresa en su artículo que llama "Co,ndencia de un COllsel'vador", que es, precisamente, el mismo título de una obra rpubli

a

caa,] recientemente por él, en que expone su crHelio sobre todos los problelluls concretos

(1UO confrontan los Esfados Unidos, desde el punto de vista conservador,

Además del articulo del Senador Golclwater, aparecen en este mismo número ara tículos del eminente Profesor Clinton Rossiter, uno de los más notables eXI)ositores -j4nto con el ilustre autor ele "la Mentalidad Conservadora", plofesor también de la Universidad de Michigan, Russel I<irlc- del pensamiento c,oilservador norteamericano actual, y dé otro Senadol Republicano, John G. Tower, de Texas, autor también de un nuevo libra cltl la topiosa literatura política conservadora que está flo\'eciendo en los ~stad()s Unldos aelual ..

mento, titulado JlUn Programa Conservador",

~.Ie exlr.erdinorio y .ignificolivo fen6meno y sobre lodo Ion cargado de posibili· dades pEu'a un futuro inmediato como lo demuestril la gran fuerza que está logrando la t';é'H'i a

didatul'a de Goldwater, C'lJil una divisa conselvadora abiertamente y sin ambages, coincide

desafortunadamente con una crisis tle la unidad y do la. cohesión de In gran fuerza polftie.ü del consCivatismo nicaragüense que ha representado, a través de la historia y represe,ntn hoy l}1ás que nunca, ante la amenaza de las fuerzas disolventes (1UO tratan de destruir los cimientos mismos de nuestra civilizaci6n ocr,;clental y cristiana, el más sólido pilar en que

siempre ha descansado la estructura institucional de la República, según la histórica y profé– tica fiase de urtO de nuestros grnndes repúblicos, cmmclo diio: "Siempre que amenguo la influei1C',;a del Partido Conservador en los destinos de la nación, ceden los cimientos de ID vida nacional",

La reconstrucci6n de la unidad y de la cohesión del conser-vatismo, es, pues, una necesidad imprescindible y vilal para la exislencia misma de la Repúblir.. y p.ra la salva· guardia de sus instituciones y de los derechos esenciales de la persona humana y de las libertarles fundamentales que le son inherentes.

Colocado sobre esa tlremisa, este órgano que, indiscutiblemente, representa el m~5

auténtico pensamiento conservador y en cuyas páginAS, desde su fundación, ha corrido

fresca y libremente, IIGno de vitalidad dialédica, ese pensamiento expuesto pOi' plUMas

JUIC'.;onales y extranjeras, se considera en el deber ineludible de hacer un llamado tiJ todos

aquellos _ elementos· que, como dice Rossiter, profesan ideas cOl1selvadoras o las tie~en ~ill

profesarlas, en cualquier sector en que se encuentren, cualquiera que sea su popularidad o su p,'esligio personal o político, para que haciendo de lado todo resquemor o impulso pura· mente emotivo, traten de reconstruir la unidad del conservatismo nacional sobre la hereneia de· nueslros pr6cere. que fundaron la Repúbli<a que nosotros esla",os obligados a preservar.

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