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ción de los mismos ncmdaimes, bien armadu está en lu Quinta Nina pam plOteger el paso de Meno

Comprendi que lo de don Max, era veldad y me lui a la Legación Amerkalla El Iv\inis– tro Weitzel, el Presidente Díaz y el hermano del Ministro Weitzel estaban principiando a comer, cuando yo les relaté las noticias, el Minisito Weitze/, me dijo Doctor Cuod,a Pasos, usted nunca

ha sido nervioso, siéntese a comet con nosoitos Y me pusiefon un asiento a su lado. En ese

momento que tomaba el primer bocado se apagó la luz eléctlicu Hecho anunciado por Borge

por lo cual llevaba la lámpara apagada Inmediatmnente después, se ablió un fuego nutrido ell

la Quinta Nina pata abritle paso al Gral Mena

Aquí si, perdí del todo la serenidad, y le dije al IViinistro Weitzel, tendremos encendidu la guetra civil por su culpa, señor Ministro Entonces Weitzel, initada nle dijo Qué culpa tengo yo, de estor tratando COII florentinos! Yo también initudo le contesté Señor Weitzel, utra vez que lo manden a Flolencio, aprendu antes a hablen el flOlentino!

Nunca olvidó el Ministro Weitzel, de quién fuí muy amigo, oquelln collida de flolete elue

yo le había dacio

'i!.-a ~lAer,.a de CJ1lel1et

A

LGlJNOS años después de los acontecimientos de esta terrible guerra, conversando con

el Gral Mena con el cual conservé buena amistad, hasta su muerte, le dije la expre–

SJon de tlguerra de Mena ll

,

e inmediatarTlente Gon la destreza de su inteligencia me corrigió

Para ser cabal, diga la guerra a Mena, doctor

Cuando cubiertas por el tiempo¡ nuesttos guetras civiles se vuelven historial sus jefes le–

chazon la responsabilidad de lo iniciativa anojándola a los hombros del adversaliD. La verdad

es que ambos son responsables, porque con un poco de reflexiva tlClnsigencia, hubieran podido tlatanclo siempre, resolver e! conflicto y salvar lo valiosa cdta de la paz

Pero es el caso que en llegando él a GlClnada inmediotdmente alistó un fuerte ejército

De Managua le si¡¡uieron muchos libetales, y Masayo, Rivas y Carllzo, le dieron contingente li– beral de gran consideración Inmediatamente avanzó Mena a Masaya y ocupó lus buenas pa– siciones militates de esa ciudad Pero dichosamente pOlo la causu del Presidente Adolfo Díaz, el Gral Mena se enfermó gravemente, perdiendo la facultad de caminar sable sus piernas Un destacamento que él había enviado a operar sobre Tipitapa denotó en esa Villa al General Fruto Bolaños Chamarra, operación hábil de la estrategia de Mella, pero que dio lugar a resol– ver el ataque de ftente sobre la ciudad de Managua General en Jefe del ejército libero-consel– vador, fue nombrado el Gral Benjamín 7eledón El Gral Emiliuno Chamorro, se prepató para

la defensa La linea de fuego corria desde la Quinta Nina comprendiendo el cerrito de Chico Pelón hasta morir al pie de la Loma de Tiscapa en el lugar llamado Canta Gallo Por el otro lado se defendía también la Loma de las amenazas de ataque de una fuert" columna de Nan– daime mandado por el valiente General conservador Dionisia Thomas Los puestos de avanzada

y llaves de la defensa, estaban comandados por los m"jotes generales conservadores Al Gral Durón se le confió la defensa del puesto llamado el Infierno, de dificil defenso porque no tenía prominencia de ten eno y la lucha sería a brazo partido y campo abierto La Loma de Tiscapa la def"ndia el Gral Fernando Elizondo. La oficialidad toda era bien probada

Para preporar el asalto, principiaron con ut/ feroz bombardeo sobre la capital, con tres

piezas de artillería, que la bañaban de metrolla de Oliente u poniente, casi sin descanso

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