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PEDRO RAFAtL CUADRA, cuando estaba en Sao Salvador exilado, escribió un folleto,

I que tuvo mucha circulación entre los opositores del régimen del Gral Zelayo y que repercutió en Nicaragua en donde fue combatido por la pIensa oficial En ese folleto, se toma– ba el tema del billete deprimido como punto de justicia social Se hacia ver que los productores

en Nicaragua de los

Q/ tículos exportables, los vendían en oro americano, O en libras esterlinas,

pero pagaban a sus trabajadoles, tan dueños como ellos de la matelia exportada, su trabajo en

hil/ete deprimido y sin valor fijo

Al sentirse con autoridad suficiente como Ministro del Presidente don Adolfo Diaz que que lo outolizó y apoyó decididamente, plocedió a perfeccionar la moneda, que hóbía alcanzado

lino lamentable depl esión del dos mil por ciento

Comunicó su proyecto a los representantes de los banquelos en Nicaragua y ellos, simpa–

ti7aron con la iniciativa pero exigielOn traer dos peritos, el uno inglés Horrison y el otro ame·

/icono Connon, de p,ofundos conocimientos sobre la materia, y muy prestigiados en las regiones

de la alta circulación monetaria universal

Vinielon a Nicaragua los do, peritos y sin pérdida de tiempo princlplOron sus estudios presididos por Pedro Rafael Cuadra Según cuentan eilos mismos en un libro que publicaron en

calidad de informe, cada vez aple~i(Jban más y más los conocimientos y la rectitud de criterio del fAini,tro nicmagüense

Con franquei!a dijo a los petitos el Ministlo, que el Estado no inspiraba fe, porque torito el Gobierno libelal CClido, como sus sucesores del PO/tido Conservador, habían cometido muchos errores ,olucinnando sus apuros para liquidación de ejélcito, para pago de deudas revoluciona–

I ia$, con más y más emisiones, pi ecipitando a la moneda en su total ruina Por ello les propo–

nía crear un ente autónomo, el Banco Nacional que se hiciera cargo de lespoldOl la operación

rara insrilOr fe en la ciudadanía en que iba a circular la nueva moneda

En el Banco Nacional estOlían representados lo, banqueros, pero en virtud del tI atado Castrillo-Knox que se había firmado en Washington, y en cuyas cláusulas daban los Esta.dos Uni– dos una suma. que en aquel entonces parecía enorme, de catolce millones de dólares Sobre esa ba.se, Nicaragua pudo haber tenida la. mayoría. de las acciones del plQye~tado Banco Nacional

Pera aquí se atravesaran para mal de Nicaragua los vaivenes po/íticas de /0 democracia americana, el Gobierno del Presidente Taft habia perdido la mayolía en el Senado, y pUla–

mente en sentida obstruccionista, el Seriado rechazó el tratado Castrillo-Knox Pero los banque– ros habían tomado interés en la operación, y el Ministro Cuadra apoyado decididamente por los rios peritos, insistió en

1 ealizar la idea del Banco, con un préstamo de millón y medio, para las acciones de NicOlagua, y regido por una mayoría de acciones de los propios banqueros

[le estos banqueros, la casa Brown Brothers que era de 01 igen inglés, tenía interés porque

ya elO acreedora de Nicaragua como resultado de ciertas operaciones del Gobierno de Zelaya

éo conexión con el ferrocarril de San Miguelito a Punta del Mono Se procedió así, y se puso

los cimientos de esa institución que al correr del tiempo ha adquirido prestigia poderoso en la eco–

nomía nacional.

Pera antes de seguir sobre el tema permítaseme recordar la situación económica de los Estados Unidos en aquel tiempo, la cifra que representaban en la economía universal La

moneda prócer era la libra esterlina, y el dólar se subordinaba a ella. Los Estados Unidos figu-

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