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RAFAEL GASTEAZORO M.

Hacendado ganadero, Gerente de Industrias

Nacionales Agrícolas (INA).

Quiero ante todo expresarle mi agradetimiento porque simultáneamente con el recibo de su importante encuesta tuvo la gentile:z:a de comunica'rse telefónicamente conmigo expresándome su de– seo de que no dejara de contestarla, dando así a mi opinión méritos e importancia de las que care– ce; ante esta deferencia que no puedo dejar desatendida, con gusto paso a expresarle mis puntos de vista sobre los temas puestos en consideración;

1 - Tengo por indiscutible qUé los hechos han demostrado que nuestra actitud de abstenci6n fue desacertada; ya desde el momento de no acudir a las Inscripciones se palpó la pérdida de fuerza del Partido, qUG Y,a estaba algo maltratado por las diside,ncias dentro del bioque de la Oposición y por sus luchas int~stinas. Sin más ánimo que hacer una crítica constructiva, me parece que nos engaña– mos con el espejismo de las concentraciones populares cuyo entusiasmo es esfímero y cuya tendencia a la apatía es mucha; perdimos importancia al aparta'rnos de la posición legal (no importa cuanta ile– galidad nos rodeara) y dimos ocasión al surgimiento de aquellos que siempre están dispuestos a tran– sarlo todo por veinte monedas de plata o por un plato de lenteías.

2 - Estimo que ante los albores de un nuevo Gobierno debemos, con toda la imparcialidad que podamos: echar mano, observar cuidadosamente los lineamientos con que éste se reviste; dándo– le, en bien de la Patria, la Cliportunidad de una gestión beneficiosa que es lo que creo todo nicara– güense debe anhelar sobre todo lo demás. Mientras tanto, y aún ante un nuevo desengaño, robuste– cer cívicamente la fuen;a del Partido hacliendo labor de conciencia ciudadana entrli' el elemento que adolece de toda orientación, no basta ir

iI manifestaciones, ni a gritar vivas; la misión del ciu– dadano es mucho más elevada y debe ser comprendida y ejercida. Por lo demás si vuelve a producir– se la negación de los derechos que nos corresponden como hombres libres de un pueblo libre, entonces

a juntarnos todos, a forjar un bloque unido e impenetrable sin quebraduras internas, ni fallas de ma· terial, sin más distingos de colores que el rojo de la hoz y el martillo, que es el ún'ico reduta que debe–

mOl rechuar.

3 - Resuelt"mente de amistad; les corresponde como derecho dentro de la Sol1darídad Conti– nental y comQ debl¡!r nuestro por su calidad de b!luarte frente al Comunismo. Pero, es de sobra sabido que la IIn'1ist¡¡td no existe cuando una parte sólo da y la otra sólo recibe, ni es amistad la ab– negación que aporta sacrificios sin reci~r compensaciones; amistad es dar sin cobrar por lo que se da, pero al mismo tiempo és' recibir sin tener que exigir. Brindemos nuestra amistad al gran Pueblo hermano, que por pequeños que nosotros seamos, somos parte de un todo que tiene que mai'ltenerse impregnable hasta e-n sus más pequeños poros a la infiltración del enemigo común; creo que la tendencia se encamina con pliSO firme a curar la ceguera que ha nublado tanto tiempo los ojos de la Casa Blanca, que no ha querido ver pequeñas, pero peligrosas, roturas en la coraza de América.

Mi querido amigo Don Joaquín, va mi ruego de que disimule mi atrevimiento al abordar co– sas tan importantes; pero me dejé llevar ,por el afán de poner mi grano de arena por mi País y mi Partido.

WILLIAM VARGAS GUZMAN

Ex-Jefe de Cilntón. :Miémbro pionero de Juventud Conservadora. Gerente de Distribuidora de Vehiculos, S. A.

Para .los que critican al Dr. Fernando Agüero por su acfuación política qué nos llevó a la abs– tención en las pasadas elecciones para autoridades supremas, quiero analizarles los siguientes puno tos que creo pueden ser de utilidad en el futuro:

1 - Es cierto y nadie Ipuede negarlo que para poder conseguir esa enorme multitud de par– tidarios que ningún líder anterior ha logrado reunir, tuvo el Dr. Agüero que mantenerse al ~argen

de un arreglo político con los Sorno%il, los que con todos los halagos posibles, quisieron conquistar. lo, pero el Dr. Agüero con una sinceridad única, no se dejó marear por las alturas. Por eso es que nadie puede negar que el Dr. Agüero es una persona sincera, que trató de conseguIr por todos los medios posibles garantías suficientes para llevar a sus partidarios a unas elecciones Iibre$ y holtl!stas.

2 -- Una vez conquisfad,. esa enorme mas. l:Iumana, era deber del Di'; Agüero conducirla ha– cia la conquista del poder. ¿Pero: en qué forma:?: Aquí viene el problema difIcil de resolver:

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