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HERIBER'fO BOLA~-OS

Miembro de Juventud Conservadora

de Granada

Tengo a bien contestar los tres puntos de su encuesta que me fue enviada llor medio de su Agente en esta ciudad.

1- el'eo que la abstención del Partido Conservadol fue la operación más acerlada, desde el punto de vista de honestidad y ,para depurar al Paltido de los oportunistas y pollticos profesionales

2 - La futura línea política del Partido, debe sel de organización y planeamient05 efectivos.

3 - La conducta de nuestro Partido frellte a la política internacional de los Estados Unidos hacia Nicaragua, debe ser siempre amistosa, llera reclamando con entereza la efectividad de los postulados democráticos.

ARMANDO ESTRADA VELEZ

Dele.gudo II la hu. ('ul,ycncióll del PUl tido

COlISCl vadol Ag 1 icultOl

Antes de contestar a sus preguntas, quiero felicitllrlo por la labor que está haciendo con la en– cuesta auspicillda en su prestigiada REVISTA CONSERVADORA, ya que en estos momentos servirá de orientación al pueblo nicaragüense, y, sobre todo, a los jefes de un partido clue, hasta el momento, han llevado una política errada, sin oir consejos de sus amigos y correligipnarios Con esta encuen– ta podrán sacar en claro conclusiones ventajosas para nuestro partido y nuestra Patria -

Respecto a la no inscripción y abstención del Partido Conservarlor en las elecciones para elegir Autoridades Supremas, creo fue uno de los errores miÍs grandes que se podrían háber cometido, ya

que en esta forma se dejó al partido sin ¡personería jurídica y sin ningún poder para reclamar nuestros derechos, en una forma legal y autorizada. Muchos COI religionarios creen que ir a una elección que se dice ser amañada, es ir a legali:zar el fraude y para que ciertas personas puedan ocupar puestos pú– blicos. Esto no es así cuando se va dispuesto a pelear por los intereses del partido, los del pueblo nicaragüense y de la Patria; sobre todo cual\do se trilta de Ull partido como el nuestro, que cuenta con un gran respaldo ,popular y con mucha fuerza se pueden reclamllr nuestros derechos, siempre que se cuente con dirigentes valientes en toda forma y capaces de lIeval a la victoria a este pueblo decidido.

Es distinto el caso del Pélltido Conservador Nicilragüense, porque carece de toda fuerza po– pular, y aunque hayan ido a las urnas con muy buenas intenciones, tal como lo ha dicho el Dr. Diego Manuel Chamorro, que fueron pelTa salvar a toelo el Partido Conservador, ellos no están en capacidad de hacer mucho por el pueblo nicaragüense, porque no tienen el mismo respaldo que tiene el Partido Conservador Tradicionalista, que es el único que puede por la fuerza reclamar sus derechos.

Si el Dr Fernando Agüero; presidente de la diroctiva de n!Jestro Partido, pensaba lanzarse a las calles con una manifestación de protesta porque ya todo estaba preparado para el fraude electo– ral, nada mejor que haber aprovechado esta oportunidad, que, con el pretexto de ir a las elecciones se hubiera reunido al pueblo nicaragüense opositor en todos los de.partamenfos y haber hecho mani– festaciones de protesta y aquí en Managua el Dr. Fernando Agüero, como candidato de la oposición a la Presidencia de la República, hubiera desfilado por todas las calles de Managua y cantones, lle– vándose él .todos los votantes en una manifestación de protesta por el fraude que en esos momentos se estuviera cometiendo; de esta manera si se podría haber reunido en las calles de Managua a unos treinta o cuarenta mil personas, y nuestro candidato hubiera demostrado su fuerJla _. 'y popu. laridad ante 'os periodistas extranjeros y representantes de la O E. A. Al no haber ido a 'as eleccio– nes se dejó al Gobierno en completa libertad y no tuvieron ni siquiera necesidad de cometer ningún fraude, por lo cual muchos periodistas extranjeros hall dicho que en Nicaragua hubo completa liber– tad, con excepción del ,pequeño incidente que hubo al lanzar a u.,as cien o doscientas personas a las calles de Managua para que fueran maltratadas y heridas por la Guardia Nacional, ya que se trlltaba de algo a lo cual no se tenía derecho ni tampoco se estaba debidamente preparado. Creo que a un pueblo como el nuestro que está ansioso de la violencia, la que tanto se ha predicado en estos dos últimos años, no se expone, sobre todo cuando se trata de una cantidad tan pequeña, si no es comple– tamente organizado pala presentarle una batalla al ejército, el que sí está bien armado, es decir pri– mero hay que preparar a una ,parte del pueblo en iguales o siquiera parecidas condiciones a las en que está el ejército con quien se va a pelear, y después hay que proceder.

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