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Después de recibir sus nombramien– fas como oficiales Nicaragüenses se les dio unos días para que se suplieran de unifor– mes y equipos, los que fueron comprados del Comisariato de la Guardia y del De– pósito de Abastos, donde se les dio el cré– dHo suficiente que les penni±iera proveer– se de sus primeros uniformes. Luego fue– ron enviados directamente a sus puestos y el comando de los Departamenfos y de las Areas les fue siendo entregados por los oficiales Americanos a Inedida que se efec– tuaba la evacuación. El cOInpleto control

y ntando pasó a los oficiales Nicaragüen– ses inmediatamente después de la fama de posesión del Doctor Sacasa el 1 de ene– ro de 1933, y al día siguiente el personal Americano de la Guardia Nacional de Ni–

caragua se despidió de sus antiguos com~

pañeros de armas y se reunió con los ofi– ciales y los alistados de la Segunda Bri–

gada de Marinos en la segunda cOInpleta evacuación de la República de Nicaragua por las fuerzas navales de los Es:l:ados Unidos.

CAP 1 TUL O VIII

LA EVACUACION

El plan para la evacuaClon de las merzas navales de los Estados Unidos fue forznulado en una caria del Jef¿de Opera– ciones Navales, fechada el 16 de septiem– bre de 1932. Señalaba la enfrega del mando de la Guardia Nacional de Nica– ragua a las autoridades Nicaragüenses tan pronto como el nuevo Presidente to– mara posesión el 1 de enero de 1933 y no znés allá del 2 de enero, con la evacuación de Nicaragua de todo el personal del Ser– vicio Naval tan pronto como fuera posi– ble.

El 29 de octubre de 1932, el Coman– danfe de la Segunda Brigada de Marinos, que estaba a ca\'"go de la evacuación de iodo el personal naval, incluyendo a los asignados a la Guardia, pidió el Jefe Di– rector de ésfe que le informara de sus pla– nes para el relevo del personal Americano

y los detalles concernienies a su evacua– ción. En respuesta a esía solicitud, el J e– fe DireC±or preparó un plan para la con– ceniración del personal Americano en los puestos y ciudades de la costa conedadas por el ferrocauil. Los defalles del plan del Jefe Director así COInO 108 del Coman– danle de la Segunda Brigada fueron dis– cutidos en una confel"encia con el Coman– dante del Escuadrón en Servicio Especial en la Primera parie de Noviembre. El plan para la Guardia fue aprobado sl.1bs~

taucialmente fal COHlO fue propuesto y se

decidió suspender el servIcIo de aviones el 15 de DicieInbre. Esta fecha fue la fi– jada corno el último día de la entrega pa– ra los puestos del inferior, donde existía el peligro de inierferencia rebelde con el relevo de los oficiales Americanos.

La conceniración fue efectuada sin di– ficultad. Sus deialles fueron mantenidos en secreto hasta el Íl1±imo Inomento. Los aviones del Cuerpo de Marinos desempe– ñaron su parte én la evacuación con su acostumbrada prontitud y eficiencia.

Las derrofas inflingidas a los grupos de Altamirano y de Colindres antes de las elecciones, los aql..1Íe±aron de manera efec–

~iva hasta después de la evacuación, y Urnanzor fue la víc:.tíma de la más decisiva derrota jamás efectuada a un grupo de re~

beldes, ya de Marinos o de Guardias, cuando, en Diciembre 26 de 1932 se en" frentó a una patrulla combinada en El Sauce cuando llegó allí con la intención de interrumpir con la ceremonia de la apertura del ferrocarril por el Presidenle de la República, el 29 de Diciemble.

Cuando los oficiales Americanos se desplazaban largas distancias para llegar a los puntos de concentración, iban acom– pañados de fneríes patrullas de la Ouar" dia, cuyos oficiales y soldados man±uvie– ron siempre, hasta el último minuto, para eJlos, sus compañeros de arn1as, una leal– lnd absoluta

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