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b I aspecto cultural. En la Universidad moderna, pre· ae . á' E • d dera el aspecto pragm hco. s precISo que esapa· ponca el concepto erróneo de que la Universidad es un rez d ' I . d almllcén que ven e 11tu 05 .Y que eXige una carrera e obstáculos que se llaman aSignaturas.

La Universidad hade dar ante todo una cultura, y co· mo la cultura es para el hombre, habrá de satisfacer tanto las exigencias espirituales de un saber desinterasado, co– mo las materias del diario vivir.

Anto todo la Univarsidad ha de enseñar a pensar-, a estudiar a investigar Y de ningún modo ha de convertir· se en u~ despacho de apuntes y libros, un salón de con· ferencias y un tribunal de calificaciones.

La función docente se encuentra vinculada a la fun– cjón investigadora. No podemos concebir un catedrático que en cierto modo no sea un investigador. Si bien no todo investigador es un pedagogo, todo profesor debe ser un investigador en el amplio sentido de la palabra. La funci6n investigadora debiera ser la única fun· ción compatible con la docente y nunca deberá poster– garla. Y porque creemos en el valor absoluto de la ver– dad debemos ponernos en guardia contra la tendencia actual a revalorar el relativismo e historicismo como formas primarias del pensamiento y de la ciencia. El estudio universitario exige un máximo esfuerzo vital del entendimiento entregado de lleno a una labor que requiere todo el h'ombre y por tanto debe ser consi· derada como incompatible con otras dedicaciones de la juventud que restan fuerzas para el estudio. Tampoco se entiende que este esfurzo ha de rebasar el nivel humano (como ocurre en muchas ocasiones) al convertir al univer– sitario en un esclavo del estudio, privado de la paz y ale. gria de su juventud, que tiene el deber de desarrollar ar– mónica y constantemente. Por lo tanto este esfuerzo vital

ha de contener también una armonía entre la libertad e iniciativa del universitario, quien nunca debe ser conside. rado un niño en sus estudios, y la sumisión más inteligen· te y alegre a los profesores. Y estos no deben olvidar nunca sus derechos docentes y sus deberes de servicio y orientación cordial para con sus alumnos.

Quiero insistir también en una tercera armonía en la actitud universitaria, la de la conciencia del esfuerzo per– sonal e independiente del estudiante, que nunca será peón o rueda ciega de una máquina docente, y la con· ciencia de solaridad profesional que debe unir a todos los universitarios de una misma Universidad en la dura tarea del estudio, ayudándose dinámicamente en su formación universitaria.

Misión educativa de la Universidad

La Universidad tiene una misión educativa, ya que lo que a ella se encomienda no son simplemente "inteli– gencias", sino hombres. y aunque la Universidad ha de abarcar 11I universalidad del hombre, no puede suplantar

I~s misiones educativas asignadas a la Iglesia, a la fami. ha y al Estado. Estas misiones no se suplantan, sino que Se complementan, cuando la Universidad coopera indio reclamente a la realizici6n de las mismas dentro de los límites que corresponden a su naturaleza, reconociendo que el ~niversitario tiene unos deberes primarios para con su familia, la Iglesia, y la Patria superiores a los que le unen COn la Universidad.

En primer lugar ha de impartir una educación psI· quica, disciplinando el carácter del universitario, con dis. ciplina dist'nta de la militar, pues la universitaria se da para hombres que no han de callar, sino mantener vivo el espíritu crítico. Exige por tanto un gran prestigio inte– lectual y moral del profesor, y el contacto de maestros y

alumnos.

Corresponde también a la Universidad cuidar de la formación. ~rtística del universitario, con cátedras de arte, conferencias, viajes culturales, pero sobre todo, el medio· primario e imprescindible de formar este sentido de uni· versitarios es ofrecerles una Universidad bella como mar· co de sus tareas. Las anlíguas Universidades meciioeveles constituían! maravillas de a"te y fueron el marco de un. floración cultural espléndida. Toda expresión de arte tiene rango universitario, derecho a una cátedra univer· sitaria.

y finalmente toda Universidad debe ser para el Es. tado un medio inteligente en la realización de la misión docente que a este compete, la formación del sentido na· cional de la juventud universitaria. Y esto lo hace canali. zando y serenando este sentido de servicio patrio en una amplia visión superRllcional de servici~ a una civilizaci6n

y a un mundo cada vez más unificado; visi6n ecuménica que fuera de la Universidad, despegada de intereses ma· teriales, es tan difícil conseguir.

Misión lIuivel'sitaria para la sociedad

La Universidad es y debe ser para con la sociedad foco irradiadar de cultura. Primariamente en la forja in· mediata de los hombres cultos, secJndariamente en la constitución de un ambiente donde han de brotar todos los elementos culturales (revistas, conferencias, museos, arte etc ) pero siempre con las características de la no· vedad y del empuje en contraste con el aspecto conserva· dor y tradicional que debe matizar a otros focos de cultu– ra.

En este sentido la Universidad no es únicamente pa. ra los universitarios, sino para todos los hombres para quienes siempre debe tener las puertas abiertas en ofre– cimiento espontáneo de un clima de estudio y pensamien– to. Por eso las Universidades, para no estar demasiado desconectadas con la sociedad aunque tampoco demasia. do comprometidas deberían materialmenfe levantarse fuera y cerca de las grandes urbes.

En Jo cultural el Universitario tiene un papel que cumplir en,la sociedad, originando las modas o modos nuevos del pensamiento frenado y dirigido par otrol ele, mentos sociales, llevando también (aunque no reflexiva. mente) la misi6n de enriquecer el lenguaje, el espectácu. lo, el estilo literario, etcétera, constituyendo en la mua social la minoría inquieta que arrastra por contaclo a sus prójimos a toda la gama diversa en manifestaci6n y actos de cultura; dando el prestigio con su aplauso a los hom. bres de pensamiento, ciencia y arte necesitados siempre para su ascensión apoyo de cierta popularidad juvenil. La Universidad realiza también una función moral: creando un ambiente limpio de intereses mezquinos que purifique la atmósfera social; creando ese elemento de trasceñdencia social, el honor ur,'liversitario de alcance ma· ravilloso; creando como elemento básico de moralidad 'a concordia y convivencia entre 'a juventud Inteligente de'

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