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rrió al pro'ceso electoral costarricense, señala la indispen– sabilidad de estructurar mecanismos adecuados que garan– ticen la libertad del sufragio por medio de una cuidadosa revisión de lo que en De;echo Político Comparado se lla– man "CONDICIONES PREVIAS, CONCOMITANTES y {'OS– TERIORES AL PROCESO ELECTORAL". Se refiere a la eli– minación de todo tipo de coacción, al pleno disfrute de las garantias individuales, etc, y en el caso de mi patria se encuentran cO!1stituciohalizadas, todlls las disposiciones relativás a Justicia y Administración electoral, el sufragio, la identificaci6n y los registros electorales, los partidos po– líIicos"représentación de los mismos, preparaciÓn de la elección y campaña electoral, la elecci6n, el cómputo del sufragio, la proclamación de /05 resultados, etc.

Bien conocido por vosotros es el monstruoso sistema imperante en Nicaragua por el que se reconoce persone– ria jurídica y principlllidad al Partido o Sector Oficialísta

y a otro grupo, "fabricado por los Somoza en J 957" para perpetrar el fraude electoral El grupo aludido ostenta el nombre de Partido Conservador Nicaragüense. conoci· do por el pueblo con el nombre de "Partido Zancudo" pues se sabe 'que no pasan de cien el número de sus miembros. Ningún otro partido, ni aun el poderoso Partido Conserva– dor que preside el doctor Agüero, ni el Liberal de Oposi– ción, gozan de personería. Menos aún los nuevos parti– dos que como el Social Cristiano están recién constituidos !:lajo promisorias y firmes bases democráticas. De aquí la urgencia extrema de vuestras actuaciones para que po– dáis sugerir la fórmula operante, la oportunidad y moda– lidades 'en que deba producirse 111 asistencia técnica de la OEA en materia electoral La oposición nicaragüense jamás aceptará otro tipo de garantías que las de orden internacional americano.

Dejamos pues en vuestras manos el gravísinlo pro– blema a que está abocada la oposición democrática de Ni– caragua ante la empeñosa y delictiva pretensión de los Somoza para consumar el fraude con un gobierno títere, tras el cual ejercerían el poder absoluto.

Por los mismos elementos de prueba que acompaño, queda demostrado también que el pueblo nicaragüense no estci dispuest~ a tolerar más la prolongación de su via– crucis. Enormes concentraciones públicas hasta de 60 y 80 mil personas se enfrentan hoy, aunque inermes, a la ola de violencias con que el régimen ataca toda demostra– ción cívica reclamando libertad. Los paros realizados por diferentes gremios y el heroico valor con que mi pueblo

Se enfrenta a la crueldad increíble de 105 espadones nica· ragünses, debe ser objeto de la más honda meditación por parte de vuestras excelencias, ya que todo indica la inminencia de nuevos y sangrientos brotes agresivos del poder público y la disposición claramente manifiesta de que el sufrido pueblo nicaragüense se lanzará abierta– ;mente, a la calle en una heroica y epopéyica luchil. por la conquista de su libertad, si no encuentra eco su demanda de solidaridad hemisférica. Una publicación francesa, que acompaño, demuestra cómo hasta a Europa han lIe· gado noticias de la terrible situación que padece .1 pue– blonlcaragüense. Ahí, hay referencias concretas a voso-

que hicr~teis de sesionar en los territorios de Nicaragua y del P!lraguay. Vengo pues, ante vosotros, a pediros una consideración emergente del caso de Nicaragua, de conformidad Con los términos de la decisión que adoptas– teis hace escasos cinco meses. Tengo absoluta fe, que en esta ocasión como en otras anteriores, no defraudaréis las esperanzas de América y que muy lejos de eso, actua– I?is con la prbntitud y oportunidad previsora que os ha Sido tan propia, para que de inmediato y en uso de vues– tras facultades adoptéis medidas urgentes que impidan mayores proporciones al cruento y dramático Caso Nicara– gua. Porque de una cosa debemos estar ciertos, y es que en Nicaragua, todo puede ocurrir, menos que la dinastía Somoza consume el fraude electoral.

Despunta una explosiva esperanza y se rompen las cacl.enas del temor. Seguro estoy también de que ante la evidente precipitación de los hechos, no eludiréis la res– ponsabilidad histórica que podria significar la falta de in– mediatas medidas que eviten la entronización del caos y la anarquía en Nicaragua, mediante más terribles masa– cres del pueblo, que ya ha amenazado realizar la dictadu– ra, ante la disposición de éste de sacrificar sus vidas si es preciso, pero no vivir más bajo el oprobio y la ignominia.

"Eh Nicaragua se está librando un combate más -decisivo- en la guerra sostenida por los pueblos indo– americanos contra 105 regímenes corrompidos y tiránicos. Una guerra, que, a pesar de lo prolongado y de los miles de víctimas y de la mucha sangre que cuesta, casi no se sabe de ella en las grandes democracias de Occidente".

y porque lo creo con profunda fe y porque así lo espera el pueblo de Nicaragua, pendíente de vuestra lím– pida voz, tan respetada en América, en uso de los poderes plenipotenciarios que ostento de once comités de exila– dos politicos nicaragüenses, del Comité Central Ejecutivo del MRN (UD) Y de los Presidentes de las Directivas Nacio– nales de 105 Partidos históricos Conservador de Nicaragua

y Liberal Independiente, doctores Fernando Agüero y Ale· jo Ycna Ycaza, que representan en conjunto el 95% de la oposición democrática nicaragüense, os solicito en de– manda angustiosa que procedáis a dar cumplimiento a los términos del comunicado del 27 de abril, que fuera reci– bido en mi patria con demostraciones de júbilo indescrip– tible formulando de inmediato, la petición de anuencia para sesionar en el territorio de Nicaragua.

Nicaragua víve en permanente reclamo de fraternidad humana y solidaridad continental. Mucho espera de vuestras enaltecedoras y firmes actuaciones, como la con– tribución más efectiva para la tranquilidad del pueblo ni– caragüense y para su futura estructuración democrática y

republicana, con la oportuna cooperación de la Asistencia Técnjca de la OEA en materia electoral. No queremos el caos, más bien que se procuren soportes pacíficos y de– mocráticos de transición que conduzcan a la plena afir. mación histórica del destino que le corresponde a mi pa· tria. Bien podría deciros que todos los nicaragüenses, más de un millón ¡rescientos mil personas están silencio· sas, pero esperanzadamente pendientes, de lo que deci– dáis en esta ocasión. Casos como el de mi desventurada patria es vueslra razón de ser y vuestra misión ante Amé· rica y el mundo. Estoy seguro que sabréis cumplirla, en la misma medida enérgica, noble y valiente con que su– pistéis actuar en la otrora esclavizada Repú~lica Domi· nicana.

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