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En esa fec1-l~ dorrt1i, en Copa~chi. en 1'il,'c~oza de 199 aTiUos, Como un tionco ca\.; me, acoste a las 7 p;m" en seguida me donní y no desperté 'hasta las' cinco de le. maiíana del 19 En ese día am.anec16 lloviendo y

pO pasó el. agua hasta las once. Saliinos para la Cl\)Z a lag doce, pero poco d'espués de haber llegado al río de 1!1l> Vue~as nos en~o?tró un guarda .llama– do Chon D,az. qUlen nos obhgo a que le esperasemos

01' espado de una hora Muy m.alo es el camip.o ae Copalchí a la Cruz, durante hora y Inedia hay que seouÍI el curso del r(lencionado río de las Vueltas. re– montándole, '10 que obliga a caIninar muy lentam.en– te Encontramos desmontados en un Inal paso a Joa– quín Martínez. Silvia Selva y Vicente Alvarezl nos di– jeron que nuestrpl> a.suníos iban InUY bien y que ellos iban a una comisión a C~palchí A. }as 5 ' 12 J; z:n

lle– garnOS a la Cruz, hay alli una estamon telegrahca. la que aproveché para poner un parte a la Bela y ires a diversas pelsonas de San José. En cuanto llega– rnoS' la autoridad del lugar inscribió nuestros nom– bies en un libro y comunicó nue.stra llegada a la ca. pital. forrnalidad qUl'l practican con cuantos vienen de Nicaragua. Guiados por un señor Doroteo Guído, hombre COIno de 70. años, que se Inuestra m"!-Y ama. pie con nosotros, fUlInos a comer a un ranchliQ don– de una Inuchacha simpática llamada Enriqueta, nos sirVió, una InUY regular mesa por un precio irrisoria– mente bajo Pasamos la noche en un galerón abier. to a los cUdirO vientos,' nos a~umbramos para acos. tarnos con un cabila de vela que nos había quedado de la terrible noche del' i. 7. .

La Cruz no es un& aldea, l>ino un caserío mise, rabIe. De am, SEl ve perfectamente bien. a una legua de distancia, la hermos~ bahía de Salinas

El 20 a las 9 á ro ¡jaBInOS para Liberia. mejor dicho para un lugar que lláman Los Poirerillos El camino es una inm~nsa llanura escasamente sem– bre.da de arbolilos' de hojachigüe y de achaparrados nanciles Hasta las diez no' nos Inolestó mucho el sol. pero da esa hora para adelarlie fue insufrible

l\. . eso de la Una nos dEisznontamos al porde de un arroyo donde había escasa sombra, allí almorzamos todilla y queso, lo único que teníamOS, la tqriilla es– taba durísima.' Ma dijaron, que el arroyuelo aquel se l1arna la quebrada' de los PuercOS •

Como a las 5 p.m cruzamos el cauda~o!;o río del T",rnpisque, de muy fuerte corriente y poco despu~s

llegamos a los Potr.erillos 1¡:sie lugar no es más que un rancho en Inedia de la,llanura Tuvimos allí la grata sorpresa de encoirlra~os con el 'Coronel Bara– hcina quien 'se hallaba al frente de una cuadrilla de peones, qUe bajo la dirección dé. un ingeIliero francés, se ocupan en componer el canuno que conduce a la Gruz. Barahona nos recipió muy bien y nos llevó a dormir a su tienda dl;! caInpaña. '

/j. las 4 de ,la madrugada del 21 nps levanta~os,

paro no pudimos salii' hasta las 6'14 ,a.m A las 8Y~

cruzamos el ancho y caudáloso río de lós Ahogados donde nos mojamos hasta las rodillas y a las 9 y 15 afravesaznos el río Colorado, znuy caudaloso también,

y de rápida corriente

A las 10 a m. entramos a Liberi,a. dOnde escribo ests,s líneas. Nós desm.6,ntamoi; en la casila que ocu– pan Pancho Castillo. José León QUesada, Leopoldo Ferriáridaz y otros nicaragüenses, casita que sé halla

r~ la plaza, frente al co¡¡±adO derecho, de; ll¡l iglesia.

LO primero qUe hice fue ir a. una"barbería a corianne,

el. pelo y la barba que ,irMa muy crecidos, despues

!I,Ú a, .la iglesia, donde P.71esto,de roc:iilla~, d~ las gra-,

~lal~ al Se;ñor por habenne sacado con bl,e I1 de tantos

~e 19ros

tNEIlO 25

. He dejado pasar dos díaSl>in. escribir en este dia–

110, no' es fácil hacerlo en la casila donde vivo que es

una especie de cuariel.

,! El día 'que' llegue puse un

llarte a ltl ~efa, del cual hasta ahor El , (¡':le son las

"

9 a,m, IlO he, repil;>~t;l.Q coJ\te.staP-ÍOn. ,CQzno iaa buehtl$

noticias, qUE;l, ace.rc~ de,DuestrOll !lsuntos poliiicos tuve en el camino Ine han sic;io confirmadas a~uí, puse el 21 un par;te po.r r(ledio,de clave, a José Mana Talavera de Nandaime en el qUElle digo que pronto llegareInos De est~"parte tuve rl¡lspuesta el,domingo 23.

El maestro ,Triniciad Cajina que se halla empleado como tenedor de libros en la casa comercial de don Salvador Santos, InO hal:)16 desde que vine de una señora Dolores Estrada. esposa del señor Santos, que dice es prima mía y. dese¡;¡. conocerme Me excusé de

ir a verla por la Iniserable facha en que he venido; pero corno ella insistiese en que de cualquier manera llegase a su casa, fui a visilarla el sábado 22. Es una señ'ora cozno de 40 años, no muy. bella, pero amable y. Simpática Me hizo Inil o{recimientos, que agradecí Sln aceptarlos

(NOTA: Como se sabe doña Sabina Estrada, esposa de don

Silvestre Selva y abuela de don Ell1'ique, era origi. nalÍa de Libelia La mencionada señora 'a quien fue a ver don Enriq\le ela hija, seguramente de un her– mano de doña Sabina., y por consiguiente prima de Guzmán).

Se as;egura que' ante!!, del 31 estaremos ya en calnino para Nicaragua. Se que las annas van en ca– 1t1ino pa'ra la frorliara. Parece fuera de duda que el Gral Ignac:io Páiz hará Un movimiento por el lado de León cpn auxilio que dará el Presidente Gufiérrez de El Salvador,

El 23 recibí unparie del Dr. Cárdenas, fechado en San Jo¡¡é. y otro de don Pedro Joaquín Chamorra, me felicilan por mi llegada. No encontré en esta ciu– dad a José Cabe;¡:ss, lo que he sentido, ayer le pusa un parie al Sardinal donde se halla, me contest6 en s0g:uida que hoy vendría. .

El, dOI;'(lingo vinieron ,Perfecto Casco y Garay El

priznero se manifiesta InUY resentido da que no le hayamos esperacio, en Panzaco" En ese rníSInO día dqniing6 supimos que el la salió dé'la Pénitenciar1a EdUardo N;rqntiel C01;1 fianzf!, de Salvador Ximénez y

que en Granac:la murió la Luisa Carolina ;Lugo Anoche vino a verme un doctor Alvaraci.o que es aquí, el má!,! ,deeidido aznigo y,protector de la falanje nica¡;l;lgÜense Cuando se hubo retirado me llevó J. Trinidad Oonzálei<: C a presentar a, casa de unas,seño– ritas G~l1én~ No puedo decir qué tales son, porque la salita esta!;lf!, tan ,mal alumbrada" que apenas les vI. los bullos. Allí conocí a un señor Jesús Vega, q\1.e eS

maestro. da escuela ,y me pareció persona discreta y agrliidable. .

Liberi!'l me ha parecido inferior al concepto que de ella me ha):lía fonnado Algunos de Inis !,aisanos dicen que se parece a Nagar.otó!, oiros que a Nandai– me, y algunos que a COInalapa Será como del tama– ño de. Napd~ime., pero tiene mejqr socil'ldad Y' está más adeláIlt¡:j.cl.a: q\l,e aq\.lellá pO!:llación nicaragüense

rEBRERO 4

Escribo. en Punfarenl~s. Hace"un!'l semana que e¡;;toy aquí. Salí, de. LilJl'lria el 26 dé Enero a las 3 p.m. en coznpañía dl¡ll Dr Samuél Ruiz y de don Manuel

F. Torres, de ,Rivas. El>te úlfimo viene con un fuerte ataque de disenfl'lría, lo que nos obliga a cazninar de.spaci(). A la$ 9 de la nClche llegamos a Bagaces, de>t:lde. nos quedl;ln),o:;¡, a donnir,·, Nos aloj¡;uno:;¡, allí en casa de un joven Cara:Z;a, aInigo del PI'.. Ruiz, hijo de aquel tan conocido don Buenaventura que fue preten– diente a ,la, Presidencia de Cos;ta Ricl¡l. Cara:Z;Q nos llevó a c::or(ler a. un!l de 18.9 casucas liel puebl(), pare– cióme éste menq,r que Diriorno.

A la!!"9 a:m.;del 27 salimos de Bagaces., ¡Qll,é sQl africano el del camino I "Cozno El- eso de las 11 descan– saro,os .un, rato en "Sa.Jl,Jerónimo ,hacienda de ganado del Gral, VíO.tor d~arqiai y, Pc;lcq despué:;¡ del mediodía