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OCHANDITO ... nochandito .. '. la ca;mpisfada de Chayofepe· llegó al elllbijaguado de Ma Leonza situado

t en un descalllpado gralllaloso fren- I ~e

de Las Maderas, caserío ubicado . en el latifundio la PrÍInavera de Ra-xnírez Mai:rena y senfado en una lllesefa me–

dianam.en~e elevada.

Ma Leonza es una india de ascendenda masayafa que se fincó en El Panfeón lugarejo enllanecido sobre el camino real a Muyri1.uy, legua Y pico al sur de la pampuda Tierra Azul.

El peso de, una cenfuria se desploma so– bre la naniia desmedrada, cariñosa y a:l:en:l:a. Sus ojifos vivarachos viajan de izquierda a derecha c;on una elastiddad tal que parec;e que no hubiesen peregrinado los 36,500 días que fienen de estar vágando en las órbifas en que se en;rnarcan.

La lacia cabellera de la indina se des– peña abundosa hasta lamer el suelo y se ob~

serva con admiración que ni un cana -zizaña del barro hUmano- puebla la ma:l:a de su pelambre que brilla sin vanidad, .suavizada

y quizás feriilizada por el rustico aceite de burillo.

Ma Leonza desde que la abandonó el ma– rido y le faltó su pro:l:ección por habérselo raptado la Quirina en un vendavaloso día de San Juan Baufista, ha vivido y se sostiene del producto de una saca rúsfica de cususa que los guayabales de los Uanefes le pro:l:eg~n con– tra las incursiones de los chingos del Res~ar­

do de Hacienda, de sus malquerientes que la , atisban para denunciarla y de los jueces de mesfa comarcanos que se disgustan con ella cuando la: pobre no es pródiga en regalarles el producto que envalenfona a los peleles y hace gigantes pichones a los zaparrucos que no fienen dos cuarías del botamay al suelo. Én su, largo matrimonio sólo tuvo una hija y ésf¡:¡ produjo más farde un chico que fonna hoy los ojos de la cara cie la monimbo– neña.

. Saliendo de la sabanerada que acababa de arrimar se adenfró a la casuca a saludarla el vaquero Narciso Mejía que por enfermedad del Mand¡:¡dor de Campo capifaneaba la run– fla de conciertos; al penetrar dijo risueño

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-Buenas noches le de Dios, ma Leoncitá. -Así fe las de a vos, hiji±ó. -¿Cómo lo van pasando por aquí? . -¡Jesús! mi muchachifo! mal, mal esta" mas, muy mal la vamos pasando, casi a du,.. ras penas y de arrasfradas c1;l.apofiamos en el atolladero;

-Cé.."."I1.0 así. ma Leoncifá?

-Verás, hijitó; al muchacho mi ñeto, mi hijo, ~~ todo, me lo apalió una burra y se le ha lUIdo la capeza desde e~toncés y ...

Narciso no dejó concluir a la ancianifa y la interrumpió de tajo diciéndole:

-Qué lo apalió una burra, dice, ma Lionzá.

-Si mi muchachito, así como lo oyís, me 10 mecatió una burra.

-Yeso cómo ma Lioncifa? ¿Será posi– ble semejante cosa? Eche para canales esa tigrecaribada que le ha pasado a Gustavo. -'-Pues oyilo despacio, que te lo voy a em– buchar a vos/ pero no 10 digás de aquí para apelante, pues la malvada nos puede apaliar a :l:odos si 10 vas a repetir a Tierra Azul.

-No tenga ningún ciudado ma Lioncita, que aquí nocharemos, para m.añaniar para Río Negro/ acodaremos el cammo por Los Mo– lejones y a la vue1:l:a bajarem.os por San Pa– blo, si Dios no manda otra cosa..

-Pues entonces allá lo voy, si no va apre– tarie un curso de puro tabardillo, pues la pa– sada pone los pelos de punta y hace quichi– poniar el pecho.

. -Dele viaje llla Lionzá. que ni el castor me hace parar el chorro ni la mesma ña San– fas ha querido fopar con yo.

-Si es así, pues, bueno, pues/ has de sa– ber que mi Tavo. el único recuerdo que tengo de mi hija, pues murió la pobre cuando él es~

taba chigüinci:l:o, se fue, mañana hace quince días a La Puería a iraér un ceboncüo que le compramos a ñor Tomás G¡:¡rcía, de vuelfa ya en plena piramuca para este lado en 'el bajo talolingoso de Los Genízaros, le agarró la noche y como el chanchi:l:o venía ya de' arrasirada, resolvió echar un pelón, que era mas que justo para desrendir su cuerpo y que el aniInalito hiciera un tanto' igual, en pleno camino bajo la iupida y entrelazada copería de los palos del plan, el pobre se durmió de un viaje por la cai:l:iada que había dado y

cuando peló los ojos era al mero filo de la ma– drugada/ ya despierto, vio que en lugar del fimbuquito estaba una burra amarrada de la riata, no creyendo en el cambeo se fue a co– rrer a la bruta para ver si veía al fimbuquí:l:o. más cuando se le arrimó al animal éste le vo– ló una patada, se capió corno pudo, la arri6 creyendo que de verdad era una burra y ésta que era con seguro una bruja se le v01:l:ió dé pronto y lo agarró a pafadas al principio; lue" gifo hizo IZO! labru:l:a para que viera que era animal con alma y de cuanto aycifo que lo dejó la viera claro lo que era lo pepenó con las pa:l:as delanteras y enseguidi:l:o a riata lim– pia, pues con el mecate del persogo lo apalió sin lástima, lo pepenó y lo apalió y más apa– lió sin descansar hasia que lo déjó :hnnbado y mediQ muerto en pleno bajo de Los Genízaros.

-y él qué le hizo cuando vio que lo car– gadiyaba sin darle cuartel la lépera?

_.-Pues y qUé lo iba hacer, si el primer

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