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Conviene advenir qüé quien Jis¡?ar6 ayer el Hró a la entrada del p~hero no fue Calixto sino Alejandro Casco. Hoy fue RaImundo en la lnu1a de Barah0l1a a la hacienda de lltrceyut, con él envié a C. Cuadra mi

c~rt~ de ayer par~ la Bela y la pri~era parte de este dlano que a la mIsma remlto. Escnbo a N. Charnorro

dici~ndole que me. vo,y a Costa Rica y dándole las graclas por su hosp~alidad. Ha~emos oon\en1arios Por la iardanza de Ralmundo, q1.nen se aparece chispo a las 10 p.n\. Elcompañado de un individuo llamado Pedro Guiiérrez, ninguno de noso1ros le conoce, c:uen~

fa que anda huyendo hace un año y que es de Masa_ tepe. G. Cuadra lne envía con Railnundo una carla de la Bela fecha de ayer en la que esta me dice que doña Flora le demosiró la casi imposibilidad de irse por el lago a Costa Rica, que doila Carrnela asegura qUe es– peLa sabel' en esia semana cuando vendrán los erni_ grados, que me espere aquí hasia el 15, y que se ig_ nora el paradero del Dr. Chamarra. Me cansé de BE!.– ntar a Raimundo que estaba en la tienda de c::an1.paü¿: para que fuese al rancho a hablar conmigo, y Roch~

le oyó decír "que tanta distancia había del rancho "– la carpa COlno de la carpa al rancho". No puedo In,,_ nos de recordar que hace apenas 4 días lne pidió pres_ fados cuairo soles y Se los dí. Esto y lo que ayel' hizo Alejandro me determinan a seguir las indicaciones de Nichilo: me iré de aquí con Bocha y E. Guiiérrez. Ni un centavo irajo Rairnundo de la hacienda de Arc.,– yut.

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Corno a las 10 a.m., yendo con Rocha a baiiarmc al río de la casa, sabemos por dos diversos conducíos que ±res grandes escolias recorren esias rnoll1:aüas. Nos volvimos al rancho sin habelnos bañado y loma– mos todas las medidas necesarias pala huir sin dejar rastro de nosotros en este can1pamenio. Hacernos 6sío no solo por miedo sino para significar a Barahona v a sus compañeros que esiam.os decididos a

irnos dé aquí. Pasamos inquietos íodo el día. Por la farde nofo que Barahona esiá furioso por mis vacilaciones res– pecto del viaje a Costa Rica. Calixfo se va a las 6 p.m. Con él escribo a la Bela, es decir con Nichito, a quien debe Calixto eniregar mi caria en la Agua Agria. A las 9 p.m. se nos presenta de nuevo Calixio acompa– ñado de Onofre Miranda, a quien yo no <Jonocía ,nás que de nOlYlbre: este individuo Iue el que llevó a Riva!; mi carla para Santana. Dice que en su casa están los guías esperándonos y que piden 70 pesos por lle– varnos a la frontera. Hay una desagradable escena con Barahono que habla mil dispal ates hasia que Rocha, autorizado por lní, le espeía la arnarga verdad (que los dueños del Cráter no quieren reuniones de fugitivos en su hacienda). Enionces el Coronel canta la palinodia y nos pide perdón. Después de larga discusión quedalTlos en que yo daré, Cor,1.O en efecto dí, $ 35.00 para que los guías lleven a la frontera a Barahona y sus compañeros y a Calizio. A las doce de la noche se despiden de nosotros. Al l1.1.on1.ento de salir de la hacienda disparan dos veces el 'vVinchesiel' de Calixfo, sin duda para asustarnos. .

Voy con Rocha a bañarme al bajaderó de la Cejo bao Miranda conió anoche que le están dando de baja a la tr()pa de Rivas y que "El 93" salió ya para llevar a Granada la que está en Sapoá. Aln10rzamos en la casa de la hacienda, a la 1 p.:rn. viene Cascol habla pestes de Moncada y dice que éste hará pronto una íentativa para apoderarse de Jinotepe, calaverada que puede tener consecuencias funesias para nosofrcs. Casco duenne en el rancho. Recibí carla de Nichito: dice que vendrá rnElñana con Octaviano.

DICIEMBRE 12

Se por Juan Jos~ qUe N'ichito y Ódaviano Gaián en la Agua Agria.

Calixio viene al rancho, y las noticia¡¡ que da res– pecto de Moneada me hacen mu~ mala impresión, no podía esperarse aira cosa de un llberal. G. Cuadra me xnanda con su mandador Lucas Zelaya íres carlas de la Bela una de Adolfo Vivas y ofra de Teófilo. Dice la Bela' que es segura la guen:a seg.~ carla. de don Pedro Joaquín Chamarra, que Invadlran a Nlcaragua par varios punfos con auxilio de El Salvador y Cosfa Hica y que hasfa los más incrédulos COlTlO el Dr. Al– varez cree ya en la venida de los exnigrados, pero lagrega la Belal, me parece que íodavía farda iodo esto. Adolfo Vivas me cuenía que Zelaya no quiso sacar cBn fianza a Fernando, de la Penitenciaría por– que lesto me lo dice la Bela) su padre está muy cOlnpiometido en la última conspiración. Vamos a al– morzar a la casa de la hacienda y allí resuelvo irme con fodos mis compañeros para Liberia, inmediaia– menfe doy $ 40.00 a Calixio para que mande a Rivas una caria para M. Sanfana en la que le pido me con– siga un buen guía.

Muy fem.prano de la mañana se me presenfa Juan José a decirrne que a las 10 a.m. vendrá a esfa .ha– cienda Nichiio el cual desea hablar solo connugo, que fanto Nachrlo como Octaviano le manifesiaron que Rocha y yo debemos quedarnos en las Plazuela.;; por dos días a fin de que el resto de nuestros campaneros, privados del arroz y los frijoles que aquí le!! da~, bus– quen camino que c.oger, pues a ellos (Odavlano. y Nichito 1 no les conVlene tener genie oculta en sus hn– cas, que no es ese su negocio y que no quieren com– promeíerse. Respondo a Juan José que ioc;los nos ire– mos para Costa Rica, tan luego como el gUla venga, y que si no viniere, nos iremos de iodos nt~do~, para cualquier parie, pues yo n~ aCE;pto la cOlnblnaclOn ~e

de irme a Las Plazuelas nl qUlero separarme de rnls compañeros.

A las 10 voy solo a la casa de la hacienda para verme allí con Nichito, dispuesto a decirle 10 que le di– je a Juan José, pero aguardo en vano a Nichito hasta las 2 p,m. hora en que volvi al rancho. Como a la 1 p.m. cayeron sobre la meSEl ,~ond;e acaba~a yo de almorzar dos "perros zompopos , anlmal horrlble algo parecido a la salamanquesa, maté, a e~rambos de un basionazo. Hoy ha soplado aqul el vlenio desde las ires de la madrugada con espantosa furia, al ama– necer cayó frente de la casa de la hacienda un gran árbol seco haciendo gran extrépiio que por de ~ro~to

creímos que aquel ruid;o era una. descarga de fus.llena. A las 5 y ¡¡nedia p.nt. Olmos con lnfervalo de ~ nnnutos dos disparos de Reming±on al lado del camIno de la Agua Agria. No nos quedó duda de que venía una escolta y nos preparamos para huir. Pedro .,Juan a quien no persiguen, fue al potl:ero para cerCIorarse, conviniendo en dar ,cierlo silbido en 'el caso de haber

peligro. Como iardase mucho en vol~er, envió a DICIEMBRE 15

Raímundo a la entrada del pofn~ro, con el se fue Ale– jandro. Nos qu;=damos espera~Ido a~siosos y co~o 15 minutos despues que se hubl~ron ldo, afro dlsparo m.uy próxi~o tremendo nos hIZO comprender que. la escolia venIa ya sobre nuesfro rancho en perseCUCIón de Raimundo y Casco. Barahona, Rocha, Gutiérrez y yo nos pus.irnos en fug~,cr~zamos el, río de Or? y su– bimos el nbazo de la lzqulerda, Alh nos p1.lS1mOS a esperar a los compañerosl y al poco raía vimos a Ale– jandro que nos gritaba "vuélvanse es Calb;to que viene disparando con su rifle". Regresamos funosos por tan pesada broma, bien llenos de garrapaias y algo fati–

gados. Cuenta Calixio que Mancada fUe hoya meierse DUllllMBRE 16

a Nandaime a las 9 a.m. y se enconiró con el Coman-

di'mte, quien trató de capfurarlo agarrándole de un Llovió toda la noche. Casco nos ofreee llevamos brazo, Moneada metió espuelas El su caballo y arrastró a Rivas sin peligro y que allí conseguirá un buen guís por 30 varas al dicho comandanie. para llevamos a la froniera, a las 9 a.m. se va, ofreció

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