Page 86 - lista_historica_magistrados

Otra costumbre de los granadinos de aquellos años, consistía en formar tertulios en casas porticu– 101 es, boticas o tiendas de comercio En la época a que nos referimos existían tres de estas tertulias, las

más importantes Una llamada del Cacho, reunida día y noche en la botica del doctor don Francisco Alva– rez en la Calle Real, otra tarde y noche, en la botica del doctor Agustín Pasos, frente a la Plaza Principal, y la última, desde las horas del medio día hasta las cuatra o cinco de la tarde, en el almacén de don Salvador Cuadra Sota en la misma Plaza Principal

Los asistentes a esas tres tertulias, pertenecían a los tres agrupaciones políticas en que estaba di–

vidida en ese tiempo la ciudad

A la del Cacho, asistían elementos del QrufO.o que se formá como rama del Partido Conservador del pals, o sean los genuinos o del Cacho, como se les llamaba en la ciudad los paliques en esta tertulia esta-

ban condimentados con sol ático y eran comentados en toda la ciudad Entl e los concurrentes a ella habían de todo, hombres serios y jóvenes, vivaces y chistosos A dicho tertulio asistían don Enrique Guzmón y don

Faustino Arellano, los dos inteligentes y muy dados a la broma, sobre todo el primero, a quien se le ha con–

siderado como el Aristófanes granadino por su gran talento humorístico en la prensa

A la del Cacho, asistían también, don Camilo Mejía Bárcenas, don Dionisia Chamorro Oreamuno,

y otros espíritus chispeantes en sus conversaciones

A la del doctor Pasos llegaban los elementos pertenecientes

(J la otra rama en que se dividió el viejo Partido Conservador, denominado PlOgresista, y fundada por el presidente general don Joaquín Zava–

la, uno de los mejores y más cultos gobernantes que en el posado tuvo Nicaragua La mayoría de los con– currentes a esta tertulia la constituían los hermanos Cuadra¡ Pedro Rafael, Demetrio, Pablo, Dionisia y Eulo– gio, a quien llamaban familiOl mente Chulogio, joven inteligente, y uno de los más chispeantes de aquellos tiempos También asistía, de cuando en cuando, el general Zavala y don Pipo Costigliolo, comerciante de

origen italiana y muy caballeraso y sorda como una tapia Este era tío de la esposa del doctor Pasos y los

Cuadra, sobrinos del mismo doctor

la tertulia de don Salvador Cuadra Soto, personaje acaudalado y que había viajado mucho por Europa y los Estados Unidos, hombre serio y muy callado, estaba compuesta de los elementos del otro grupo

político de Granada, llamado el Iglesiero, todos ellos miembros importantes de ese círculo, de buena posición

social y económica, pero antagónicos a los otros dos grupos, el Cacha y el Progresista A ella llegaban, don

Trinidad Ocón, don Félix Romeral don Manuel Urbinp, jefe del grupo, el licenciado don Benedicto Meneses,

notable abogado, don Félix Pedro Martínez, abogado también, don Ce\edonio Morales, rico comerciante, don Alejandro y Mariano Argüello¡ más otros que se nos escapan ahora

Tanto estos tertulios 20mo los asistentes a las boticas del doctor Alvarez y del doctor Pasos, eran

personas de consideración en la ciudad, y ocupaban en ello¡ lugar distinguido por su posición social¡ económi-

ca a profesional

I

En las cosos de familia se reunían, asimismo, sus respectivos miembros en los horas de la tarde y

hasta las nueve de la noche Sentados en cómodos sillones en las puertas de la casa que dan a la caile, en algunas se acostumbraba tomar, a las 5 de la tarde, una tacita de café negro y caliente

Estas tertulios familiares y las de mós concurrencia, se reunían en la elegante mansión de doña

Pastora Bermúdez, viuda de lacayo, en la de dan Dionisia Chamarra, en la de las familias Zelaya y Bolaños, en la de la familia de don Saturnino Reyes, todas en la Calle Real, y en la Atravesada, en las casas de don Gabriel Lacavo, llamada de los "Gabríeles" en la de don Pánfilo, la de don Roberto lacayo, en la casa que fue de don Fruto Chamarra, en la de don José Joaquin Cuadra Todos estas tertulias eran numerosas por la cantidad de miembros de cada una de ellas, de familia numerosa

En la casa del doctor Antonio Falla, célebre médico de la ciudad y pegada a la Merced, se jun–

taban también sus familiares, en su mayoría¡ mujeres La gente granadino de aquellos tiempos, como hemos dicho más de una vez, amiga de bromear, aseguraba que en esta tertulia no se tomaba ni café ni chocolate,

sino ponche caliente, bebida que por las noches vendía a domicilio, la Mónica, muy conocida en la ciudad y

vendedort:J tam!;tién de chorizos y chicharrones

En estas tertulias familiares, rara vez se hablaba de política, sólo en la época electoral, y lo que

en esos corrillos se conversaba no solía del círculo íntimo de ellas, pero se acostumbraba condimentor ahí, con sal y pimiento¡ el comentario de los sucesos que e.curríon en el vecindario

Otras tertulios se formaban en otras cosas de familia no tan numerosas ni celebrados como las ci– tadas antes

y por último, la de los ml.lchachos granadinos de aquella generación, juntándose en los corredo– res del l/Hotel de los Leones ll

,

en la Plazuela del mism o nombre, concurridísima y bullanguera, como sus concurrentes

Andando el tiempo se formaron otras, de gente bohemia, en la Botica de Maximiliano Henríquez,

en la Calle Real. y en la tienda de Ignacio Suórez en la Calle Atravesada La del boticario Max fue célebre

y muy concurrida en su tiempo En una puerto de la botica Se congregaban lo gente vieja y serio, a con– versar generalmente en las tardes y en el" interior de la misma, se reunían tarde y noche, unos tantos bohe– mios, los cuales además de tertuliar y comentar todo asunto, se entretenían en apurar copas a que fue siem–

pre muy aficionado el boticaria Max Los díchos y comentarios de la tertulia en la Botica de Max, eran muy divertidos y corrían, de boca en boca, par toda la ciudad así como los salerosas bromas de ese gremio ami-

-109-