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IIdades para la salida al ,Atlántico y la de las poblaciones indias encontradas por los fundadores de las dos ciudades, contribuyeron de manera direc.ta para que los granadinos adquiri~rqn mayores recursos matedQ–

les que los leoneses, y, asimismo, debido a ellas, las pri~éras famili.Qs colonizadoras asentados en Grol"'!o–

da, lograron conservar un- núcleo social menos mezclado con Id raza india descubierta por los españoles en el lugar llamado Xalteva,' en los inmediaciones de Granado

y por esos razones, no obstante que en León se estQbleciera lo sede de lo Curio Eclesióstica, la cual ejerció por muchos años autoridad ~n fos asuntos cívHes de ro Provincia de Nicaragua y asimismo, se fun–

dó el primer centro educativo, llegando éste o adquirir renombre en Centro América por lo calidad de sus estudios, ventajas que tenía León sobre Granada, lo primero, perdió lo hegemonía que le dabon su carácter de metrópoli por lo numeroso de su población, su influencio religioso y civil, su magnífico catedral y nume– rosos iglesias y conventos, lo perdió, decimos, cabalmente, poq'lue adolecía de facilidades naturqles para sus vías de comunicación con el exterior, factores necesarios al desenvolvimiento progresista de toda ciudad.

Yola dicho debemos agregar asimismo, como causo de la decadencia sufrido por León en su vi– da comunal, lo largo lucho sostenido con Granado por obtener hegemonía en lo político nocional, lucho in– cesante e incruenta que duró. más de cincuenta años, de cuyas pérdidas nunca pudo resarcirse León no obstal1te el esfuerzo desplegado por sus vecinos en los cortos períodos de paz, debido como yo se ha di– cho, a las cpndiciones geográficas en que se encontrara León En cambio, Granada, teniendo menor po– blación que su rival, y yo posada lo sangriento lucho político interior y rE;cha~ada la invasión filibustera, en 1858, logró finolmente, y o pesar de haber sido incendiado y quedar en escombros Granado, arruinado su comercio y Sl,J agricultura, restablecer los daños sufridos, primero, reconstruyó la ciudad y enseguida, ,re– hizo sus negocios, y doc," años después en 1870, llegar o obtener lo hegemonía en los asuntos nticionoles, mientras León quedaba rezagado en el impulso del movimiento de restauración y progreso que se iniciara desde 1860, terminado felizmente en ese año lo guerra nocional, 01 establecerse lo concordia entre los nicaragüenses

Lo virilidad en los IU,chas civiles y sus esfuerzos por rechazar lo invasión fi!ibustera, así como los energías desplegados poro restablecer sus bienes, le produjo 01 granadino, riqueza local y nocional y como– didades hogareños como las había gozado en años anteriores, y como tuvo facilidades poro hacerio, lo ma yoría de los gentes acomodados envió sus hijos o estudiar 01 exterior y vio también satisfechos los deseos de sus hombres dirigentes con el progreso alcanzado por el pais y uno paz efectivo en 1860 lo cual duraría treinta años

Esa ipcruenta lucho civil de 1823 o 1858, dejó un saldo de pérdidas de vida y destrucción de propiedades muy serio paro un país como Nicaragua de escoso población y pocos facilidades poro el de– sarrollo de su comercio y agricultura en aquellos primeros años que siguieron a lo indep~ndencia

Hecho esto digresión sobre la diferencio de posibilidades naturales entre los dos ciudades impar. tantes y rivales, León y Granado, logrando ésta último restañar las heridos sufridos en lo lucho, volva– mos ahora o ocupamos del espíritu humorístico del granadino, espiritu que tontos criticas le ha acarreado por parte de sus connacionales

Antes referimos un caso típico de es~ humor del, grllnac:iino para bromear Presentamos ahora, otros ejemplos del mismo género ,

De acuerdo con ese genio humorístico de los vecinos, hoy que hacer mención primero de lo cir– culación, en aquello época, de hojas sueltos, manuscritos e impresos, todos ellos anónimos, que en :GrQ~

nodo se llamaban con el sugestivo nombre de ensaladas, escritos en tono burlón, o veces caústicos y otros, de subido color, provocando serios disgustos entre sus presuntos autores y los ridiculizados en' ellos, yo que en esqs ensaladas no solamente se hablaba de asunto~ políticos sino también de sociales, delicados de suyo Los primeros se referían o los hombres políticos de lo ciudad por su intervención en las luchas locales, so– bre todo dl,Jrante Jos elecciones para elegir alcalde, época de mayor exaltación de ánimos, como es natuml en uno pequeño población Otros, se escribían cuando se trataban de elecciones generales paro presiden– te de lo, repúblíca, y las últimos, de chanzas y burlas enderezados contra individuos de lo mismo ciudad por asuntos sociales ' :

Algunos de esos hojas, volantes de corócter; político se tit~laban, Lo C/¡inc;hintorr(1 y La Nagu~

Negra, escrit,as en términos duros y violentos ql.!e levantaban corroncha .como 'allí llaman a !os pinchazos contra los individuos atacados en ellas, todas, plenos de humorismo y más o menos bien escritas, no, obs– tarite la acritud de sus, frases y epítetos adereza.dos can oportunos chistes pqrd provocar lo hilaridad, de quienes los /Ieían

Esto costumbre de hacer circular hojas sueltps anónimos, o veces vu'lgares y subidos de tono y

qe ingeniosas ocurrencias, fuesen de carócter so~;a' o político, así tomo Jos brorras Y~rbale:s d~ aquel pasa-do tiempo, manifestaban ese temperamento sarcóstico y bromeador del granqdino , .

Como era natural surgían entre los vecinos, r~presolias,' resolviéndose é~tos en encuentros O ga– rrote o O tiros, de acuerdo con lo dureza de los frases de a~uellas Chinchintorrqs y Naguas Negras, los cua– les circulaban profusamente por todo lo ciudad, y ésto se conmovía y, emocionqba de ",n extremo o otro, 01

leerlos A veces" solían escritos en tono~ panfletarios y otras en el de pasquines, reqacta<!as si Como yo lo dijimos, lIerias de gracias salerosos y picantes Los granadinos por su porte, de uno y otro 'estado social, los leían gustosos, puesto que dichos hojas volantes circulaban gratis, y lo gente estaba acostumbrado o eso clase de diversiones '

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