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El SUBDESARROllO DE lOS PUEBLOS lAS ENFERMEDADES YEl HAMBRE

El subdesarl'6l1o es un tel'ila i}dual, a la fuet'za. tas modernas comunicaciones han juntado al rico y al pobre.

Ambos viven anol el c[.}ra a cara Desde el Emph'G StatG

en Nueva York se pueden conocer los ranc:hos oscUros do

los páramos andinos, y comiendo Ulla sola vez al día ..-y a

veces ni éso-, se puede oí.. hablar de las fabulosas pro..

ducciones de los Estados Unidos, de Canadá °

de Inglate, rra. Así el problema del subdesarrollo no puede dejar

de tlilmtearse hoy: se impone, como la chispa que salta al acercarse dos corrientes.

¿Qué es el subdesarrollo? M. Sauvy, en su teoría general de la población (Vol. 1, 1" 421-422), Mlle Lévy, en

el artículo tll. es critéres de sous.développemenY' do la obra colectiva "'le tiers mondeN (p. 139), han enumerado diez

o doce criterios de subdesarrollo: la fuerte mortalidad, la

fecundidad elevada en el matrimonio, la higiene rudÍlnen~

taria, la subalimentación, el débil conS~in() de energías pek'

elÍpifa, el analfabetismo, la fuerte proporci6n de agriculto~

res, el subemllleo por insuficiencia de medios de trabajo,

la condici6n inferior de la mujer, el trabajo de los niños, 'a debilidad de las clases medias, el iégimen autoritario

ba¡o sus diversas formas, la existencia de pectueñas COfltUg

nidades mal integradas con ausencia de la unidad nacio,

nato Como anota Pierre Moussa, estos criterios del sub..

desarrollo son discutibles. Pero pueden servirnos como

de vigorosa descripci6n do las frecuentas condiciones de vida en los países no desarrollados.

~n el presente ensayo mc limitaré al problcma del hambre y de la salud, y, enli'c las soluciones, a la de la

educaci6n de los hombres en el número siguiente. Sin

embargo, nunCa deberíamos ,perder de vista todo el panon

rama del subdesarrollo y de sus soluciones, porque sólo

así quedarán justamente valorados los problemas del ham– bre, de la enfermedad y de la educacíón. Estos países

subdesarrollados, que son los que menos tienen y más su· fren! crecen en habitantes eon un ritmo nunca conocido hasta ahora en fa historia del mundo, y son, al mismo tiam

a

,po, los que menos reciben, a los que más se les quita, ex·

plotados por las grandes potencias. E. verdad que hay

esfuerzos hermosos en favor de las naciones subdesarro

g

liada., y que ya es un buen avance el 'Iue Se ha dado: no podemos olvidar que la solución del subdesarrollo es PIO–

blema sumamonte complejo y difícil aún para las mismas

potencias. Pero tampoco debemos cerrar los ojos ante el

hecho, señalado por muchos socí610gos, del egolsmo de esas naciones: aún pueden haeer bastante más de lo que

hacen.

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