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de don RalTIón Buzano, todos viejos alTIigos

11'1108.

En casa de don Ramón Buzano tuve

oportunidad de dirigirlTIe a la gente allí con– gregada y dije: "Todos ustedes saben que el Partido Conservador es el Partido del Orden,

y por establecer ese Orden helTIos alentado

la conciliación nacional. Pero tal cóm.o está

el pan oralTIa político he llegado a la triste conclusión de que la tan rralda y llevada con– ciliación de que habla el Gral. SOlTIoza es a base do que sea él el Presidente de la Re–

pública Es decir quiere una concilición en

beneficio propio exclusivarnen+e

Durante esa reunión en casa de Buzano tuve oportunidad de presenciar escenas que me impresionaron por su sencillez. Vi, por ejel"tLplo, a un viejo amigo campesino que

llevaba al cuello un pañuelo de colores vivos que yo le había obsequiado hacía varios

años. Otros entusiastas correligionarios se acercaban y me ponían sus samberros de

palma sobre lTIi cabeza descubierta. En todos

se notaba un verdadero frenesí de entusias–

mo

Fue en la casa de doña AlTIalia viuda de Tiffer donde se sirvió el banquete. Allí tuve oportunidad de decir: Al volver del exilio había tOlTIado la deterlTIinación de apariarlTIe de la dirección del ConservatislTIo, pero

siempre permaneciendo aleria. Mas no pude

Al oír los lalTIentos de los n.icaraguenses, al

enterarme que los proletarios mueren a las

puertas de los Hospitales, sin auxilio alguno porque no hay camas en esos ceniros de bene– ficiencia ni lugar para socorrer tanta miseria,

rni corazón se conmovió hondam.eníe y de– cidi seguir en la lucha. Cómo puede continuar

una nación así como va con más puestos de

alcohol que escuelas? Es posible que sigan los hospitales sin poder prestar la asistencia

social necesaria'? Nicaragua, la fecunda y

próspera ayer, ahora recibe auxilio de una institución internacional que conociendo la

hOlripilante realidad envía a1ilTIentos a

nuestra niñez. Quién no siente horror ante los

datos estadísticos que indican que la tuber–

culosis vIene aumentando en la misn1.a pavo

rosa proporción que el conSUlTIO del alcohol? Hemos retrocedido en todo y helTIos llegado al exírelTIo de que la ciudadanía no puede

ni. siqui.era escoger el alcalde de su pueblo"

Después hice un llalTIalTIiento al pueblo viril de Masaya, donde se había firlTIado la pro– clama contra Wlaker, de donde habían salido los sold ados que batieron al filibustero en San Jacinto, y donde por una tenaz y fiera resisiencia había sido descalabrado el ejér–

ciio de Henningsen que fue a vengar su

derrola de Masaya con el incendio de Gra–

l1ada. E] en±usias!11.o que causaron mis pala–

~ras en a.quella nutrida concurrencia fue

lndescriptible y el viejo grito de "Viva Cha– marra" y Viva el Partido Conservador" vol–

'Vieron a resonar vibrantes en mis oídos dán-

:F:l Chal Somoza llegó vistiendo pantalón de gabardina

kaky y camisa depOl tiva amalilla, llevtmdo al cuello

un vistoso pañuelo de seda

dOlTIe ánilTIo para seguir luchando por la causa de lTIi Partido.

Pocos días después leí en un editorial de La Prensa del Dr. Pedro Joaquín Chamarra, que el Partido Conservador debía participar

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