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Mas no paró aHi don Eduardo de la Bana Po~

co tiempo después apareció un folleto que contenía: LAS ROSAS ANDINAS, "nueva. y más perfecta mues~

ira de la esiupenda habilidad de Eduardo de la Ba~

rra para versificar" Seguían a éstas las OTOI'rALES

IRIMAS) de Rubén Darío, y luego las CONTRA-RI–

MAS que, bajo el seudón:inl.o de RUBEN RUBI había escriio el poeta chileno, que no eran sino parodias de las de nueslro Vate

Mieniras el nicaragliense dice

1

En la pálida falde se hundía el sol en su ocaso,

con la faz rubicunda en un nimbo de polvo dorado, el chileno parodia

1

En la cálida costa se hundía el sol en su ocaso,

con la faz rubicunda y ardienie de gringo bOlracho

No se :molestó Rubén por la pal0dia de sus Rl. MAS, pues sabía que no se parodia sino lo bueno Su amisiad con don Eduardo de In Barra no sufrió en manera alguna, antes por el contrario, fue él el brl. llante prologuisfa de AZUL (Véase R S e, o e,

p 193 Y sigs I

Después del Ccrtalnen Varela, abandona Rubén

Darlo el uso de oiro seudónin1.o que no fuera el su–

yo propio, ya consagrado por la fama como su ver_ cladero y legítimo nombre

Con la publicación de AZUL ,su nombre ad-

quiere lenombro Y no debe -ni puede ya- ocul_ tarlo

"EL ARTE SE HA LUCIDO!" lRubén Darío en EC– CE HOMO)

SEGUNDA PARH

HAN lransc:urrido cerca de veinte años

En 1907. en el mes de septiembre, apareciel"On en EL COMERCIO, de Managua. Nicaragua, unos ar– tículos firmados con el seudónimo de FRAY PATRI–

CIO CORTES, titulados LAUROS

Los adículos eran de crífica literaria de nuesiro

RUBEN DARlO, cuya apofeósica visita se anunciaba

ya Un esiilo ameno y castizo era evidente en el fra–

bajo de FRAY PATRICIO CORTES

LAUROS suscitaron glan revuelo en los circulas literarios del país Hubo una gran agifación intelec~

tual Parecía un revuelo de águilas a la llegada del Cóndor Con el aleieo, oiras aves lnenores alzaron también el vuelo y mostraron las fuerzas de sus alas, o la de sus anhelos

Mas ¿quién era FRAY PATRICIO CORTES?

Era, nada menos que Monseñor JaSE ANTONIO LEZCANO y ORTEGA, entonces conocido como el Pa· dre Lezcano, y por sus íntimos, como el Padre Taño Fue Monseñor José Antonio Lezcano y Ortega,

(11\ en 1952), -Primer Arzobispo de Marragua-, además de Caballero Andante de la Cruz, como santo sacerdote, Caballero Andanie de las Letras, como magnífico escritor A esos dos culios dedicó su vida

entera, rica ~n frutos

Para ilustración y deleife de nuestros ledores, .trascribimos El. continuación, íntegramenie, los arlícu~

los, poco conocidos, de FRAY PATRICIO CORTES,

LAUROS

1

Dentro de poco vendrá a nosotros Rubén Daría, gloria insigne de nueslra Pa1ria, que si en el orden político, se dice, la de Máximo Jerez, en el lilerario es, sin disputa, la de nuesiro gran poeta

Con este mofivo, noioriamente fausio, nos con1.– placamos en dar a conocer algunos datos n1.uy iniere

4 sanies acerca de esía notable personalidad, o SU1Jeif–

Im3~lb¡{e, COlTlO lo han llan1.ado, allá, en donde b.dlla el talento sin las sombras de la envidia lugareña

" Darlo es p~dre del decadentísn1.o, <:=on Vcrlaine, Ghll, con Foniau1as y orros; y ellos nusrnos dieron esfe nOlTlbre a su género de literalura, sin que se ha– va podido aVel"ig\l.ar si esa palabra viene de ~e{:Cl.er o

{l.eca.~lt:mfl pUGS en anlbos supuestos se significa lo

que se ha querido significar, un eslilo fácil, sin tra– bas de ningún gél1(¡"ro, que pern1.i±e a la inieligencia

,'oda clase de alfos vuelos e inITlensas frayedorias en

f0rvorosa adoración do "la fonna por la fm:ma " '

Daría es poeia, pero según su plopia declalu– c:ión, no e:J poeta para las muchedumbres; 10 que fá–

ciln1.enie puede c01uprobar todo aquel que logra la dicha de leer las 1uminosas producciones del laurea– do literaio A las pocas líneas se hallará, ese feliz 1eC±or, saboreando 10 desconocido, 10 misierioso, 10 casi inCOll.lprensibJe, lo infinito, y graiamente obliga

d~ a buscar onheloso el brillante y oculto pensa– ffi\ento del autor, crne como verdadelo genio se cier_ ne en regiones de i\guilns, vedadas al impofenie vue~

10 de n1.inúsculos pajarinos, y más aún, al débil a1a–

~eo de lTliserables l:lseclos

Cuando esie gran fEtVorifo de las musas er.ha en

el tenlp]o do Minerva, pulsando insphado la lira de

A.polo, allí sólo enharán, for:mando su envidi<;lble sé· quito, los privilegiados elel ia1enio

l ante las cerradas puertas del luminoso redl1LO quedarán las m.uche dumbres, deleitandose en la percepción fantástica de melodías que otros escuchan y de exquisitos sro .mas que ajenos olfaios aspiran: y la Fama, enire tanio, pregonará por doquiela los tnéritoG publicados por el célebre aforismo de Tácito: "Omne ignoínnl pro magnifico esi." Ln ~escon.ocid.o loe inCOlilptr6nsJJble

oe esBhna i'i'U)!jníxico.

Se cuenla de Vícior Hugo, que didando sus pen– samientos a uno de sus discípulos, éste le hÍ2:o ob servar, que en una frase, la palabra emplElada no era francesa: a lo que respondió el maesiro máximo: -¡Si no es francesa, 10 será I

Ve es1a laya es nuesiro Rubén, sus brillantes pensamientos jalnás quedarán sin expresión por falia de vocablos, si no existen en nuesira lengua las 10– !nará de arra ex1ranjera, o los creará él mismo, dáll~

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