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Si hemos tlasclito aquí ese incidente de la vi da glOnadina de fines del siglo XVIII, es pOlO que se

vea, primero cómo se cumplían las órdenes y leyes vigentes en eso época, en la Plovincia de. Nicaragua. Y,

ademós, porque todos las apellidos de los personajes que figuraron en el dicho incidente oCLirrldo en lo CIU–

dad el año de 1771, pertenecían a familias que tuvieron descendientes, los cuales viven olió de manero des– tacada socialmente y en política, todavía en el siglo XX

Asimismo el incidente relatado por el historiador Fe, nóndez Guardia en sus amenas Crónicos Co– loniales, nos trae a cuenta las innúmeras rencillas lugareñas y las murmuraciones o que todavía son aficio– nados los habitantes de lo ciudad Se ve par ello, cómo ha pel vivirlo en eso gente a lo largo de los siglos,

en ese mismo ambiente el rasgo de su inquieto espíritu, pOI espacio de centurias, entre lo trógico y la chan-

za o lo mlll muración callejera (1)

I

Vamos ahora o exponer otro caso ocu/ rido en lo mismo ciudad y poco mós o menos en lo mismo

épOCCl riel anteriot, éste sí, de carélcter criminal, donde se ve también, cómo las leyes y la justicia se cum– plían inexorablemente mientras vivió la Provincia bajo el Imperio Español, Casi se puede asegurar que, después de la independencia, 110 se plesente un caso semejante¡ donde lo sanción para castigO! al criminal se hubiese cumplido tan rigurosamente como en el caso que a continuación relataremos

A fines del siglo XVIII vivía en Glanada un matrimonio El marido era Cirujano del Hospital y su esposa, una hermosa señora de bien reputada familia y los dos de origen español La Cirujana, como se le llamó o dicho señora en aquel tiempo, se enamorÓ de otro hombre, inducido por uno Celestina CI iolla y

de su misma categoría social La primera, a fin de casarse con el amonte, resolvió cortar por lo sano, des– hociéndose del marido Este se llamaba el doctor Isidro Ruiz y como cirujano prestaba sus selvicias en el hospital de San Juan de Dios La Cirujana, paro consumar Sll crimen se valió de un negro esclava o quien

01 denó matar 01 doctor Ruiz

El esclavo cumplió la orden asesinando a su ama en una cosa o donde el médico había sido lla– mado/ engañosamente para asistir a una supuesta enferma El criminal, después de apuñalear a su vícti– ma, envolvió el cuerpo de este en un petate y lo arrojó o un atrayo que ,adeo lo ciudad

Encontrado el cadóver al día siguiente L o Cirujana/ avisó¡ por <'01 ta 01 gobernador/ don Juan de Aysso, qlle ese día se encontraba en Masayo en casa de una familia Bolaños Llamó la atención del go– be, neldor el hecha de que mientras él leía lo carta, el esclava que la había llevado y sin dirigirle él una po– \obro, ni uno mirado, se le acercó diciéndole l/Habló mi amo" y cuando el esclavo repitió por tercela vez

la pregunta, el gobe,nador notó que una zozobro agobiaba 01 infeliz negro, y, encaróndase can él, le dijo

Ah, negro infame, tú mataste a tu señor- El esclavo se puso o temblor y díjo, balbucíente Fue orden do

la señora-

Enjuiciados Lo Citujano y el esclavo negro, fueron encontradas culpables del crimen de motOl al dactOl Isidro Ruiz y condenados los dos, o la pena de garrote vil (2)

A propósito del ejemplar castigo aplícodo a lo esposa del doctor Ruiz y 01 esclavo negro, que oco– bamas de relatar es necesorío recordar que los leyes coloniales se cumplían al píe de lo letra se daba a ca– da uno lo suyo y se castigaban los delitos, clÍmenes, yo fuesen del fuelO militOl o del civil Hasta los altos funcionarios de la Corono quedaban sometidas o las leyes De éstas, lo de residencia era uno de las mós es– trictas Nadie por muy encumbrado que estuviese o apoyado por influencio en la propia Corte Españolo, podía evadir eso disposición legal, con decir que ni olln el Obispo de Novia y Bolaños en 1767, tratónda– Se de gastas en lo reedificación del edificio de lo Catedral de León en aquello época Hasta que el prelado na rindió cuento de los fondos recibidos con anterioridad para reconstruir lo Catedral de León, que estaba en mol estada, no se le mondó entregar la ordenado por lo Corono, nuevamente, o saber los fondas que se necesitaban poro continuar los trabajas de reparación, comenzados éstos en 1747 por el Obispo Morcl de Santa Cruz

Muchas otros, Virreyes, Gobernadores, Presidentes de la Audiencia, etc, nos instruye la historia, fuelOn I esidenciados durante aquel período

Qué dificil seró encontrar ejemplos similares después de la Independencia del Antiguo Reino de Guatemala En 1821 01 declararse la independencia de las cinco provincias que componían aquel Reino no sólo se transformó el arden administrativo de las mismas establecido tres siglos antes por la Corona Espa– ñola, can los célebres leyes de Indios, sino que aumen'tó el número de los crímenes y delitos, muchos de los cuales se ejecutaban sin llegar a aplicarse sanciones legales En resumen/ las cinco provincias cayeron/ des– pués de 1821 en un período de anarquía que duró algo mós de 50 años

(1) l.n costumbre ¡;rann<linn de blomear y bu¡Jor8e de touo le<> viene rie abolcnc-o Veamos lo (IUe dice un autOl Ára1Je acelca del temIlelnmento de los lIe\'illanO!l durante la dominación 1I101lUlmAnn en Andalucía:

"Los 6evillanos 1I0n la gente m:h Hgcla tle cascos, más espolltáne<.os l)nr¡L el chiste} má.'l dndOOJ n la Lurla, nun empleanflo los mlÍs feas ¡nju– lias; y de tal lSuelte habi~uados a é3tO y lo tiene J"'¡ hábito qUe! cutle ellos es eonsideLado odioso }' corg¡Lute el que no 1>0 dedica a tale3 CO_

&as y no da y no aeelltn esta c1a8e de hrolnos" Alif se eXJ:llesn AI.Haqundi, 8cglín 111 tlol'lneei6n de Gurefa. G6me7.

Lo anteriol. se hu tomudo del libIo La ESlUlfio MU8ulmtL11a Ile Claudlu Siinehez AlbOlnoz nblo de teeicnte publicación Y al haeel C6ta 10 Ilt"olluedÓIl. eon(csomoo llnledclR ser esclita canlO ltara describir las cAlnetelístieas d(>1 g;onodino del /ligio XX

(2, Manuel Pasos Arana Granadn y SUR Arroyos Bn Rev tle In Aeadclllln de Goografía e Millt de Nle Tomo VI, No }-1914) Tnmhién el 1St

eritOl niear8~Uellse, Salvadur Caldcr6n RBlllhez escribió Ulla relación hlllwrica. sobre el elimen de La Cirujnnn.

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