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De es±a misión a Honduras ±en1a ~o noHci.a, pues a mi me propusieron que de ella me hiciera cargo, y aún me instaron para que la acepfara. Me excusé con evasivas al principio; después casi terminante– mente, indicando al mismo tiempo a Baca hijo corno el más aparente para entenderse con Bográn No me dijeron que Se trataba de llevar una m-den para que el

ejército hondureño invadiese el territolÍo nicaragüen–

se, sino de sondear el ilnimo del Presidente Bográn respecto del proyecto que dicen tiene el didador gua– temalteco de reconstruir la América Ceniral por la ra–

zón o la fuerza Francisco Baca hijo aceptó la comi– sión de ir a Tegucigalpa y Bonilla le acompaña

ELOGIOS QUE NO ME ENVANECEN. - Entre siete y, ocho de la noche voy a casa de Lola Montenegro Vuelvo a encontrar alli por segunda vez a Ismael Cer– na Tanfo éste corno Lola me dicen que tengo aquí fama de hombre hermosísimo. Igual cosa me dijo ha– ce pocos días la Andrea Pujol, agregando que yo era un viejo verde más irresistible que muchos jóvenes No me desvanecen estos piropos porque comprendo que' está llegando para mí, si no es que ha llegado ya, la época en que no se pueden hacer muchas cosas que uno quisiera que duraran para siempre

(NOTA: Ismael Celna ela un poeta guatemalteco a quien Ba–

rrios le mandó aplical 200 palos, por corta pI'oviden– cia Al mOl ir el "hélOe" en Chalchuapa, Cel na escri– Lió un poema en el que enbe obas esbofas había ésta que decía:

..y II ves que ni 1l10VellUe puedo

y aun puedo desafiar tu Olgullo vano, a mí no logras infundh me miedo con tus has imbéciles, tilano"

ENERO 21

EL CLUB DE LOS FRANCISCANOS - He bautizado yo con el nombre que antecede la casa de huéspedes de doña Ana de Geeríng, situada frente a la iglesiá de San Francisco, donde viven Celedonio Morales, Carlos Alegría, Félix Romero y Rigoberlo Cabezas Allí se ha– bla siempre de política nicaraQ'Üense y por lo regular con la mayor exaltación

Acabo de estar en el referido Club, el cual no quiere acep:l:ar corno jefe de la emigración a Baca pa– dre y a Bonilla. Hago, cuanto puedo porque depon– gan sus prevenciones, siquiera aparentemente, trata– do de probarles que don Chico es hombre muy bueno y hasta bobalic6n y que Bonilla no eS el lTIonsiruo que ellos se imaginan Terno que nos dividamos como su– cedió en 1876.

ENERO 22

VIAJE DE GAMEZ A COSTA RICA - El Gral Boni– lla y F Baca, hijo, se fueron esia mañana al puerto para tomar allí el vapor que debe llevarlos a Hondu– ras, pero como se ha averiguado que dicho vapor no saldrá de San José has:l:a el 23 en la noche, se le ha metido en la cabeza a José Dolores irse mañana a Costa Rica para predisponer al Gobierno de aquella república contra el de Nicaragua y en favor de los emigrados Dice que ha hablado acerca de esto con Barrundia y que el favorito aprueba su viaje Yo supongo que Barrundia le ha con:l:es:l:ado a Gámez cualquier cosa, por salir de él, y quizá quiera salir de muchos de nosotros, tal vez de todos.

Gán.ez se ha entusiasmado poco a poco con su proyectado viaje, y sube a :l:al punto su feb:ril exalta– ciém, y su necesidad de movimiento, que ha llegado

a persuadirse, parece mentira, que el gobierno de Gua:l:emala le envía a Costa Rica con una imporlan:l:ísi_ ma misión: las naturalezas apasionadas sufren de es– fa alucinaciones.

Inüiílmente trato de disuadirlo de su disparatado intento: le manifiesto que va a gastar din\'lro en esa

FRANCISCO LAINFIESTA

Ilustre publiciEta y poeta guatemalteco ex-Dilector del "DialÍo de Cenbo Amélica", muelto en Guatemala a los 75 años de edad el 20 de Junio de 1918 También

fue Minisbo de Bal'lios.

expedición y que se expone a que al pasar por los puerlos de Nicaragua lo extraigan del vapor. Mis te– mores a este respecto son serios porque Gámez fue confinado, no desterrado en Noviembre pasado. Con mucha seriedad me dontesta que "por grandes que sea el peligro que va a correr, no puede rehusar la im– parlante comisión que Barrundia se ha dignado con– fiarle, que si supiesa de cierlo "que lo iban a matar en Corinto", no por eso dejaría de marcharse

Qué extraña afección careblal.

Queriendo saber con cerleza a qué afenerme acer· ca de la posibilidad de que saquen a Gámez del vapor en alguno de los puerlos de Nicaragua, traté de abo– carme con el Ministro americano, y recordando que Mr Hall está abonado a la opereta francesa, me diri– gí al teatro donde daban esía noche "El Corazón y la

mano"

Después del primer aefo hablé con el Minisfro americano Este me dijo lo siguiente: Aconséjele a su amigo que espere el vapor directo que pasará dentro de cinco o seis días. Yo no creo que al gobierno de Nicaragua tenga derecho para extraer de un buque extranjero a un reo político"

Terminada la función cerca de la una de la no– che, fuí al Hotel Comerciód, donde vive Gámez a con– farle a éste lo que Mr Hall me había dicho: quise ha– cer el úllirno esfuerzo para disuadirle de su viaje a

Costa Rica. Lo hallé acostado pero despierlo, sus ma– los pensamien:l:os no lo dejaban dormir Le referí fex– fUGllmenfe las palabras de Mr. Hall, y le pinté con vi– vos colores los amargos ratos que se le esperaban si lo sacaban del vapor Todo fue inútil: me contestó que él debía sacrificarse, si fuera necesario, y que al siguiente día, a las 7 '

/2 a m. tC'maría el fren para San José.

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