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La luna si bien está bastante crecida, se enCuen~

tra cubier!a de nubes. La una y =edia sería cuando se dispararon los pri=eros tiros: los oficiales escogi– dos para ir a requerir al enemigo han cumplido muy bien las órdenes que se les dieron. Al principio, el fuego es vivo y parece que va a haber un combate serio; pero después cesa casi por completo y solo se oyen, de cuando en cuando, tiros desperdigados.

El Cura de Nacaome y Dn. Cornelio Valle que vie– nen con nosotros, huyeron despavoridos en una cha– lupa apenas oyeron decir "el enemigo". Qué noche tan mala. La inquieutd, el cansancio, los jegenes que abundan: todo contribuye a morlificarnos. Agrégase a ésto que el agua escasea y que los charcos de don– de La Brea se provee están ocupados por el enemigo.

A las 3 ' /2 de la =añana mandamos aviso a TOIné con Joaquín Gutiérrez. Yo hago cuatro letras que fir– ma Jerez diciéndole que nos =anden gente, víveres y sobre todo agua.

Inocentes Salazar a quien se le encomendara un puesto a la izquierda de nuestro centro, lo abandona, no por miedo, sino porque se encuentra ya con un principio de Deliriu= Tremens.

Fernando Bone ignora completa=ente lo que pa– sa, desde la Inedia noche se haya tendido en el suelo cOInple±amente ebrio. No lo despierian ni el ruido de los disparos, ni los gritos de nuestros soldados.

llGOSTO 3

Al amanecer no vemos a nadie. Se sospécha que Cobas se ha retirado al "Agua Caliente". Agarra=os dos espías; pero como ambos se contradicen, nada podemos saber. Uno de ellos dice que Cabos tiene 70

lÜ'TTlbres y el afro que son 150.

A l'iS 6 ' /2 p.m. sabernos, con sorpresa, que tene– mos cort"tda la retirada, pues el eneInigo ha ocupado un punto del esfera llaInado "El Naranjal".

Mandarr,os dos botes para ver si pueden contar a los que ocupar. esfe sitio; se cruzan unos cuantos firos pero no pueden los nuestros juzgar del número en que están porque se los impide el Inonte.

Dispone Jerez 'mandar batir a los que ocupan "El Naranjal": a las 7'/2 sale el batallón compuesto dé 80

plazas, a las órde.... Js de Lucía y Joaquín Gutiérrez a desalojar al en,anigq que nos carla la renrada. Ma– nuel Rivas manda la avanzada que está hacia el ca– rnina de Nacf'0me.

Poco después de haber salido el batallón, llega una car'-fd de Barahona sin indicación del lugar donde se encuentra; dit::e a Jerez que: no cOInprende lo que

sl~ ...ede, que es SIempre su amIgo y que le manda al Coronel Letona para que le informe de cieria cosa.

Este Letona no llega y resuelve Jerez no contestar la caria de Barahona. El batallón afaca a los del "Na– ranjal". corno a las 9 p.m. y los derrota complefamen. te. Al 1ncorporarse arra vez a nosotros los recibirnos con vivas entusiastas a Jerez y a los afros Jefes. Traen prisionero a un Capüán que era quien mandaba las tropas del estero; se lla=a Trejos~ viene a pie con los zapatos en la =ano y bastante lInpresionado, quizá terne, que lo fusileInos. Es lo que ellos, en igual caso, habnan hecho con cualquiera de nosotros. El prisio– nero dice 9ue Barah.ona no tiene más que 46 hom– bres, que el fUe enVIado desde anoche a ocupar ' ' 'El

Nara~jal" pero que habi~ndose perdido no pudo lle– gar S1no hasta en la manana de hOYI así se explica que hayan pE!sado el Cura de Nacaome y Dn. Cornelio Valle que salleron huyeron. .

Me han informado que el Coronel Julián Reyes abandonó anoche el puesto q1,1e se le había confiado.

Por una mujer que vie~e del "Agua Caliente" sabeInos que el eneInigo se ha retirado a Nacaome. Resolve– rnos continuar nuestra marcha para Atnapala y a las

12 en punto salirnos en fila en cuafro bongos, dos chalupas y una lancha plana: ésta viene cargadísi=a.

Manuel Rivas lleva a La Unión la remonta: va por tierra con valÍas oficiales dei Cuadro y sale a lá misma hora que nosotros nos embarcarnos.

CaIninamos Inuy despacio porque no querernos separarnos y los bongos remolcan a la lancha plana. Yo voy en una chalupa con Salamanca, Galarza, Ig– nacio Chávez y Elías Montealegre que sigue peor. Vie– nen además en esía lancha varias mujeres.

En "El Naranjal" encontra=os una chalupa en la que nos mandan de AInapala algunos víveres y frutas. La gente que viene hambrienfa devora cuanto agarra con verdadera desesperación. En la e=..barca– ción que enconfraInos vienen Fernando Sánchez, José 1. Guerrero y Chepüo Mayorga: este último acaba de llegar de Cosla Rica y nos da la noticia de la caída de Esquive!. Lo derrocaron los Quiroz quienes han colo– cado en el poder a Dn. V. Herrera.

Se rne había olvidado anotar que José 1. Salazar, antiguo favorito de nuestros jefes, Jerez y Castellón, anda con Barahona y fue él quien mandó decir a nom– bre de éste, que si embal'cábamos un ritle nos rOInpía el fuego.

Blías casi no habla, está COInO fuera de su juicio y bebe Inucha agua. A las 4 p.m. lo pasBInos a la lancha plana porque va muy incóInodo en nuestra chalupa.

A las 6 p.m. llegaInos a Puerlo Grande. Es un lugar InUY pintoresco y yo lo encontraría delicioso en Inejores circunstancias. Junfo con nosotros llega Ro– dolfo Espinosa, de Arnapala, trayéndonos agua y ví– veres.

A Jerez le viene correspondencia de Cosfa Rica, le escriben Bonilla, Cantón y otros. Casi todos los emi– grados nicaragüenses que han ido a Costa Rica se en– cuentran en la provincia de Liberia.

A las 8 p.m. observamos que Elías sigue peor: se le ha acostado en la costa sobre una chamarra.

Los víveres que trajo Rodolfo se reducen a pláta– nos verdes¡ fengo hambre y subo por una colina bas– tante escarpada en busca de una casita donde quizá podrán ven~ern\e algo que llevar a la boca. Con mucho trabajO llego hasta la miserable choza que hay en la ciIna de la colina, pero no encuentro nada, absol';rlarnente, que cOIn.er. Hay ~n estas playas mu– chos Jegenes que no dejan dortnlr. Traio 'de BCOInO– darme en un bongo pero no logro conciliar el sueño.

A las 9 ' 12 de la noche muere Elías. Salirnos a la una y =edia para Amapala en la misma forIna que salirnos de La Brea: yo voy en la lancha plana· han metido en esta emba.rca~ión tanta gente que n;' hay modo de recostarse S1qu1era. Los que van en las cha– lupas se niegan a remolcar un botecito en el que va el cadáver de Elías, pero Jerez dispone que lo conduz– ca una de fantas chalupas y los que la tripulan tienen

<I:U e obedecer a despecho de sus ridículas repugnan– CIas.

LlegBInos a la isla del Tigre a las 4112 a.In. El odio

co~tra Ba;ahona es muy grande en Amapala. Todos qUleren Olr el relato de lo que sucedió en La Brea.

AMAPALA

aGOSTO 4

. Hospedo en Amapala en el "Hotel del Golfo" pro– pIedad de Mr. Thomas. El cadáver de Elías se vela

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