This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »Zavala se consideraba con mejores títulos para aspirar al primer puesto, pero en aquellas circunstancias prefitió apoyar a Avilés contra Montiel.
y Vijil que nada ambicionaba para él, se inclinó también por el lado de Avilés.
Como puede ver Ud., no brilla en todo eso ninguna idea generosa, ni se descubre un solo pensamiento elevado que justifique el desacuerdo entre los Jefes principales del partido Conser-vador.
El primero dice:
"Yo debo ser el Presidente de la República porque fuí quien dió el golpe de 28 de abril".
y el segundo replica:
"Yo debo serlo, porque a mí se me debe el triunfo de la batalla de La Barranca"
y Zavala y Vijil fallan: "Tiene razón Avilés".
Debemos notar aquí, aunque sea de paso, que los liberales, quienes habían prestado valio–
so contingente en la guerra contla Sacasa, reclamaban los honores del triunfo. Según ellos, y
quizá tenían razón, si no hubiera sido el Gral. Zelaya, que escogió como línea de defensa La Barranca y la atrincheró y colocó un cañón 7Y2 en Coyotepe, la 'batalla se habría librado en las colles de Masaya donde se había atrincherado el Gral. Avilés. El éxito habría sido dudoso para los Conservadores, y la población habría tenido que sufrir iodos los horrores del bombardeo, el incendio y el pillaje.
Mientras ésto pasaba en Oriente, en Occidente se fraguaba una segunda revolución. Cada día llegaban a Granada noticias alarmantes de aquel movimiento. Se hablaba de la fusión de to– dos los partidos ,de la defección del Gral. Ortiz, Gobernador militar de León; de don Pedro Va– lladares,' el principal Jefe de los conservadores de aquella ciudad; de don Leonardo Lacayo, y de airas muchos. Yola vista del volcán que ya humeaba, ni la Junta de Gobierno se valía de me–
dio alguno para conjurar el peligro, ni los Jefes conservadores se daban el abrazo de hermanos que tan necesario era para salvar su causa
Un día yo con otro amigo fuimos a tratar de estos asuntos con el Gral. Vijil, que era uno de los miembros de la Junta de Gobierno y persona de nuestras simpatías. El nos recibió y escuchó con aquella cortesanía que le era característica; pero cuando le referimos lo que se decía de don PedlO Valladares, no pudo contener la indignación, y exclamó: "Don PedID Valladares trai– cionando a su partido? ¡Eso nunca"; Y poniéndose de pié y dirigiendo la vista al Oeste, pro– rrumpió con vehemencia'
¡Jamás he visto salir el Sol por Occidentel"
En fin, para terminar con esos antecedentes, la Junta de Gobierno se decidió a obrar; pero lo hizo tarde y de manera inadecuada Envió a León a dos miembros suyos, a Machado y a Sán– chez, junto con el Comandante General, para que procuraran calmar los ánimos y proveyeran lo que fuere oportuno para el mantenimiento del orden y de la paz. Esa tardía disposición no hizo mas que precipitar los acontecimientos. La revolución estalló a poco de llegar los comisionados. Sánchez y Machado cayeron presos, mientras que Avilés logró escapar con habilidad y ligereza. Casi inmediatamente se supo en Managua lo que estaba pasando en León, y la noticia co–
rrió de boca en boca por toda la ciudad, y luego se divulgó por todos los pueblos de Oriente. Esto sucedía el ¡ 1 de Julio. El mismo día, y al grito de ¡Viva Zelayal se adueñaron los re– volucionarios del puerto de Momotombo donde estaban dos vapores; y en los dos días siguien– tes, de la ciudad de Chinandega y del puerto de Corinto.
Como se ve, el golpe del 28 de Abril siguió el del ¡ 1 de julio. Rotos los diques que encau– saban el orden, se desbordó el torrente.
Ante la gravedad de semejantes sucesos, se organizó precipitadamente un poderoso ejélci–
to en Oriente, y el Gral Montiel, por ausencia del Gral. Avilés, se trasladó a Managua, y esco– gió los lugares en La Cuesta, donde debía atrincherarse el ejército y situarse la arti{{ería. Así mismo se mandaron situar 500 hombres en Jinoteoe al mando del Jefe Político don Lolo Román, y 800 en Tipitapa al mando del Gral. don Ca;los Alegría.
Una Junta de Notables nombró Presidente provisional al Gral Zavala en lugar de la Jun–
ta de Gobierno, que se consideró disuelta por el movimiento revolucionario. Esta, en efecto, es– taba formada por dos representantes del Dr. Sacasa, quienes habían caído prisioneros en León, por uno del partido Liberal, que se había levantado en armas, y por dos conservadores, una sola de las partes de los tres firmaron el pacto de Sabana Grande.
E! Gral. Zavala organizó inmediatamente su Gobierno, y nombró al Gral. Vijil, Mayor Ge–
neral del Ejército.
Casi al tiempo que esto sucedía entraba en Managua el Gral. Avilés en medio de las acla– maciones de la multitud, y el Gral. Montiel se retiraba a Granada.
PABLO HURTADO
-33-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »