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XIII

,. Wang-Sun Chia preguntó que quería decir: "Mejor dar culto a la estufa (el hogar) que al misterio

(dioses domésticos)".

2; El dijo: Nada de eso. El que peca contra el cielo no tiene a quien rogar. (No puede recibir luz

en las cuatro estaciones>'

XXI ,

1. El Duque Ai oreguntó a Tsai Wo sobre los altares de los bosques.' Tsai Wo le dijo: Lo~ c1c:mes de la dinastía Hsia plantaron pinos, los de Ym clp~e-

ses, y los hombres de Chou nogales con el objeto de

inspirar veneración al pueblo.

2. Kl;Ing (C<mfucio) lo oyó y dijo: Los actos perfectos (io han menester de palabras, las costum-

! bres invet~radas no ,se formulan, lo que fUe antigua– mente no debe condenarse.

XXVI

1. Oiio: Están arriba sin magnanimidad, par– ticipan en los ritmos sin reverencia, van a los funera– les sin compasión ¿por qué ocuparme de esa gente?

del libro cuarto

I

1. Diio: La humanidad de un vecindario es su belleza. Si un hombre no se establece ,entre la gente verdodera ¿cómo puede enterarse?

VI

2. Si un hombre pone toda su energía, un solo día ~n ser de veras hombre ¿qué tal? 'Jamás he vis–

to que no le baste.

se aCUDa de sus propiedades, el hombre superior, de la legalidad, el hombre insignificante, de conseguir favores.

XV

,. Dijo: No preocupado de perder el puesto,

sino de estar capacitado para desempeñarlo; no preo– cupado por ser desconocido, sino por hacer algo dig– no de conocerse.

IX

1. Un intelectual (mandarín) empeñado en aprender el proceso y que se avergüenza de vestir po– bremente o reniega de la mala comida, .no merece que se le hable.

3.

visto.

Puede haber algún caso, pero yo no lo he XVI

1. Diio: El hombre cabal entiende la equidad; el insignificante, su ganancia.

, XVII

1. Dijo: Mira al talento sólido y procura po– nerte a su nivel; observa al talento sin solidez y exa– mina tu interioridad.

XI XXVII

1. El hombre cabal se ocuoa de examinar su 1. Dijo: Los hombres de antes medían sus .00-

conciencia y actuar de acuerdo con ella; el mediocre labras temiendo no respaldarlas con su carácter.

del libro quinto

VII

l. Mang W u, el mayor, preguntó si Tze-Lu! era un hombre completo. Confucio dijo: No lo sé. 2. Mang preguntó otra vez. Confucio diio: En

un Estado de mil carros, era capaz -de organizar el servicio militar, pero no sé si es un hombre completo.

3. ¿Y Ch'ui? Confucio dijo: Era capaz de go–

bernar una ciudad de mil familias o maneiar un clan'

COn cien carros de guerra, no sé si es todo lo que se puede pedir de un hombre.

4. ¿Y Ch'ih? Confucio dijo: Ch'ih, vestido impecablemente, era' empleado en conversar con las

visitas y los huéspedes de la corte, no sé si es eso todo lo que se puede esperar de un ser humano.

XVI

1. Dijo: Yen P'ing entendía la amistad: por antigua que fuera, sus escrúpulos seguían como al principio.

XX

1. Dijo: Ning Wu se comportaba como un sa– bio cuando el país estaba bien goberna¡:Jo, y cuando el país se encontraba en el caos se conducía como un

simple rústico, uno puede alcanzar aquella sabidu– ría, pero no esta simplicidad.

de libro sexto

IX

,. Diio: Hui tenía verdadero talento. Una es– cudilla de arroz, una tacita de agua, un cuarto eh una callejuela infame, otros no habrían soportado.

Hui continuaba gozandó (de fa vida) sin cambian

tan sólido era su talento.

, XI

1. Dijo KUfJg a Tze-Hsia: Observa los fenó-

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