9. PLC pierde elecciones 2000

El Pacto Alemán-Ortega, junto con los persistentes señalamientos de corrupción que hacían medios de comunicación, causó un sentimiento de apatía en muchos miembros del PLC, que contribuyó a que sufriera una derrota en las elecciones municipales del año 2000. Además, el Pacto fue visto como un ardid de Alemán solo para satisfacer su ambición de poder, en detrimento de los intereses de la nación y el partido.


Diez meses después de aprobadas las controversiales reformas constitucionales de 1999-2000, acordadas por el Pacto Alemán-Ortega, las cosas comenzaron a ponerse mal para el PLC. La apatía de sus filas se manifestó en la falta de apoyo a sus candidatos a alcaldes y concejales en las elecciones municipales del año 2000. Algunos ministros del gabinete ni siquiera salieron a votar, y por ello el FSLN, aunque solo ganó en 52 alcaldías de las 151, ganó en 11 de las 17 cabeceras departamentales (inclusive la de Managua), que pesan 78,56% de la población de las cabeceras del país; o sean, las más importantes del país.


Mientras tanto el PLC, aunque obtuvo 94 alcaldías en total, estas incluían solo 5 de las 17 cabeceras departamentales, las que apenas pesan 16,72% del total de la población de las cabeceras del país.


En 1996, el PLC obtuvo 11 de las 17 cabeceras departamentales mientras que el FSLN solo obtuvo 6. En el año 2000, después del pacto, el PLC solo obtuvo 5 de las 17 cabeceras departamentales y el FSLN 11. Los resultados se invirtieron en contra del PLC.
El PLC se resignó a quedar solo con Masaya, Jinotega, Boaco, Bluefields y Rivas.
El FSLN ganó Managua, León, Matagalpa, Chinandega, Estelí, Puerto Cabezas, Juigalpa, Jinotepe, San Carlos, Ocotal y Somoto.
Los conservadores ganaron Granada.


Este revés era una campanada de advertencia que las bases del PLC y la población de ideales democráticos —de caras a las elecciones nacionales del siguiente año— mandaban al PLC.


En octubre, en vísperas de los comicios, Alemán reconoció el desgaste de su partido.
Dos días después de los comicios —el 7 de noviembre— en reunión extraordinaria del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PLC se expresaron recriminaciones: que todo el CEN presentará su renuncia; que cargan con el señalamiento de haber contribuido con la estrepitosa derrota; que hay al menos cuatro directivos liberales responsables de la estrepitosa derrota del partido oficialista, dos de ellos por cuestiones de ineficiencia política para manejar los problemas que se presentaron antes y durante la campaña, y otros dos casos vinculados a actos de corrupción.1 El presidente honorario del PLC, doctor Arnoldo Alemán, admitió la derrota.

 


Resultados comparativos entre 1996 y 2000
A continuación se presentan estadísticas comparativas entre las elecciones de 1996 y 2000.2

 

Elecciones Municipales de 1996:

  Inscritos Válidos   PLC FSLN VivaMga Resto
1996 - Nacionales: 2.421,0 1.724,0 650,8 503,6 260,1 309,5
    100% 37,7% 29,2% 15,0% 18,0%
             
1996 - Departamento de Managua: 619,3 448,5 136,5 121,4 159,7 30,9
    100% 30,4% 27,0% 35,6%  6,0%
             
1996 - Municipio de Managua: 516,1 378,4 108,5  97,3 151,4 21,2
    100%  28,7% 25,7% 40,0% 5,6%

 


Elecciones Municipales de 2000

  Inscritos Válidos PLC FSLN PC Resto
2000 – Nacionales: 2.742,0 1.563,5  636,9 618,8 203,8 104,0
    100% 40,7% 39,6% 13,0% 6,6%
             
2000 – Departamento de Managua: 705,0 405,7  128,0 180,0 88,5 9,2
    100% 31,6%  44,3% 21,8% 2,7%
             
2000 - Municipio de Managua: 539,4 309,9 90,5 136,4 78,2 4,8
    100% 29,2% 44,0% 25,3% 1,6%

 

 

Esta comparación estadística entre las elecciones municipales de 1996 y las de 2000 evidencian que:

  • Esta derrota fue casi solamente en las cabeceras departamentales, porque de las 151 alcaldías el PLC ganó 94 (3 más que en 1996), mientras que el FSLN ganó 52, el mismo número que ganó en 19963; o sea que los municipios pequeños, en general, votaron liberal, mientras que cabeceras departamentales —las más pobladas y más valiosas en lo económico y en lo político— en su mayoría votaron sandinista.

 

  • De 1996 al 2000, la población inscrita aumentó en 321,000 nuevos votantes (de 2.424,000 a 2.742,000), mientras que los votos válidos depositados bajaron en 161,000 (de 1.724,000 a 1.563,000); o sea que en 1996, a nivel nacional, votó el 71% de los inscritos, mientras que en 2000 votó solamente el 57%. En 2000 votó, pues, el 14% menos que en 1996. Esto significa que en el 2000 casi 480.000 posibles votantes, no votaron (321.000 más 161.000).

 

  • En 1996, el FSLN obtuvo 503 mil votos nacionales y en el 2000 obtuvo 618 mil; o sean 105 votos más, mientras el PLC en esas mismas fechas pasó de 650 mil a 636 mil; o sean 14 votos menos. El ausentismo se dio, pues, mayormente en las filas del PLC. En Managua —la capital— obtuvo 18 mil votos menos, mientras que el FSLN obtuvo 39 mil votos más.

 

  • Tal como se dijo atrás, en el 2000 el FSLN ganó 11 de las 17 cabeceras departamentales mientras que el PLC ganó solo 5: Exactamente una inversión de los resultados de 1996 cuando el PLC ganó 11 y el FSLN solo 5. En esto consistió, pues, el triunfo del FSLN y, en consecuencia, la lamentable derrota del PLC.

 

 

Posibles causas de la derrota liberal

1. Elección nacional vs. municipal. Parte de la abstención se puede explicar con el hecho que en 1996 la elección municipal se desarrolló simultáneamente con la elección nacional de presidente, vicepresidente; diputados departamentales, nacionales y PARLACEN; alcaldes y concejales, mientras que la elección de 2000 solo trató de una elección municipal que, aunque fue en todo el país, quizás eso contribuye a explicar parte de la reducción del casi medio millón de votos.

 

2. El “ratón loco”. A nivel nacional se produjo mucha queja de parte de partidarios liberales acerca del juego sucio del ratón loco, que a muchos no les permitió votar porque no pudieron encontrar su lugar de votación. Ese escamoteo de los lugares de votación se le llama “ratón loco”.
El Pacto ya estaba en plena vigencia y los siete magistrados del nuevo Consejo Supremo Electoral lo integraban cuatro liberales escogidos por Alemán y tres sandinistas escogidos por Ortega. Entonces ¿qué pasó?, ACAN-EFE reportó que:4

El mismo fiscal nacional del gubernamental Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Luis Benavides, dijo que los sandinistas fueron más listos cuando propusieron reducir el número de juntas receptoras de votos para las elecciones del domingo. “Esto (la reducción de las mesas electorales de casi 10.000 en las elecciones de 1996 a 8.483 en los comicios del domingo) dejó fuera del padrón electoral a miles de liberales que no pudieron votar”, sostuvo Benavides.

Benavides recordó que el día de las votaciones se encontró con un liberal que, llorando, le dijo que había pasado por siete urnas sin poder ejercer el sufragio, y que al igual que su correligionario, miles tampoco pudieron votar. Según sus cálculos, los sandinistas votaron en un 99,9 por ciento, mientras que los liberales no llegaron ni al 70 por ciento.

 

3. Apatía en las bases liberales. Otra causa de pérdida de votos liberales también se puede explicar por la apatía que generó el pacto en las filas de las bases liberales y de otros adversarios del FSLN. Se negoció y se aprobó solamente por el capricho de los dos caudillos: Alemán para posicionarse en la Asamblea Nacional de futuro a sus ansias reeleccionistas; y Ortega por su anhelo de regresar a la presidencia de la República para lo que obtuvo de Alemán, la graciosa concesión de poder lograrlo con sólo el 35% de los votos.

 

 

Iglesia católica preocupada


El viernes 10 de noviembre de 2000 —cinco días después de las elecciones— se produjo una reunión entre la alta jerarquía de la Iglesia católica con el presidente Alemán. Al día siguiente El Nuevo Diario reportó que:

El Nuncio Apostólico Luigi Travaglino, despuntó con la insistente inquietud de los curas, por conocer la opinión del mandatario liberal, a la reciente derrota electoral del PLC en Managua. Aunque Alemán respondía a las interrogantes culpando al Partido Conservador (PC) por la división del voto democrático, otros párrocos intentaron relacionar la derrota electoral del PLC, a la consumación del pacto político con el FSLN a inicios del año. “Es muy fácil para cualquiera decir que Alemán pactó”, reaccionó el Presidente, aduciendo que en ese instante lo que se pretendía era buscar la gobernabilidad del país “poniendo fin a tranques y asonadas”.
 

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1 El Nuevo Diario, ¿Purga en el PLC?, 7 de noviembre de 2000.

2 IPADE, Catálogo Estadístico de Elecciones en Nicaragua 1990-2006, pp. 185-187 y 235-237

3 IPADE, Catálogo Estadístico de Elecciones en Nicaragua 1990-2006, p.322

4 La Nación Digital, San José Costa Rica, 12 de noviembre de 2000.