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MARCOS, JESUS, JACINTO, JUANELO MARCOS Ven acá, Juanelo Cuéntanos, ¿qué es de tí?

JUANELO (Encogiéndo~e de hombros) ¿Qué he de ser! El mismo de siempre, siempre el mismo Juanelo MARCOS tras casas?

JUANELO Por Jos periódicos ¡Oh! Los po-dres de U U están locos de alegrí'o ¿Conque es verdad que eres Doctor en Medicino?

MARCOS Sí, Juanelo, aunque debo decirte en confianza que para mí es músico celestial eso de he– patitis, hemorroides, catarros pituitosos y sepa el dia– blo qué más que intentaron enseñarme.

DOI'IA PALMIRA Aquel (señalando la puerta de una pieza contigua a la en que estón) es el dormi– torio, ésta lo sola

JUANELO ¿A qué horas la comido, señora? DOI'IA PALMIRA Cuando U U quieran. MARCOS Pues a las ocho

DOi\JA PALMIRA Quedan U U instalados Yo voy o llevar a mis hijos 01 salón, allí los espero den– tro de medio hora paro presentárselos. JESUS Cuanto antes, señora

JUANELO SÍ' cuanto antes (La comida sería mejor).

DOi\JA PALMIRA Entonces, con permiso de

SE) sientan, menos la hotelera). Cabo lleras, me daré el gusto de presentarles o mis hijos, tres muchachos... jovenes no más

JACINTO Hermosos, sin dudo, porque... DOI'IA PALMIRA Favor de U

JESUS Y ¿por qué U no nos dio el placer de que lo conociéramos cuando vinimos con el señor Mi– nistro de Hacienda?

DOt'lA PALMIRA Porque entonces ellas esta-ban en el colegio de las Monjas MARCOS ¡Ah!

JESUS Sus nombres, señora

DOJ'lA PALMlRA Lo mayor, Peregrino JESUS i Peregrina! (Volviendo a ver a Marcos)

DOi\JA PALMIRA Pues bien, cuando U U gus-gusten ros llevaré a lo pieza que les he preparado MARCOS Ahora, si U tiene lo amabilidad. DOI'IA PALMIRA. Vamos, pues MARCOS Vamos, señores

MARCOS Buenas tardes, doña Palmira. DOKlA PALMIRA Muy buenas adelante JACINTO ¡Oh; doña Palmira! (Apretándole la mano con exagerada efusión) Cuánto me alegro de verlé' Caramba! Cómo sería U cuando joven! DOKlA PALMIRA ¿Que me ve U. vieja? JACINTO No tal.

DOÑA PALMIRA Quiere U. decir, antes que yo envipdara

JACINTO' Más antes, señora antes que se casara

DOi\lA PALMIRA ¡Ah! Pero siéntense, seño-res, (dirigiéndose a los compañeros de Jacinto) Pare-cen estatuas

JESUS Como Jacinto la ha monopolizado DOJ'lA PALMIRA No, joven, a mí nadie me monopolizo yo soy toda para todos JUANELO (Puede ser)

DOi\lA PALMIRA Así es que vengan esas ma-nos (Marcos y Jesús le dan la mano a Id hotelera)

MARCOS Juanelo estará con nosotros en el mismo cuarto

DOi\lA PALMIRA Pero pregunto, ¿es algún pariente de alguno de U ?

MARCOS Es un amigo, una buena alhaja, se

I~ recomiendo a U Juanelo, te presento a nuestra que-nda hotelera Doña Palmira, Juanelo Umaña JUANELO Para servir o U (inclinóndose Doña Palmira le tiende la mano)

DOKlA PALMIRA (Arregla el salón) Son los mismos que la vez pasada estuvieron aquí con el señor Ministro de Hacienda (Ligera pausa) Guapos mo– zos! y, sobre todo, cómo derrochan el dinero! Ya se ve sus padres lo ganan tan bonitamente El. uno, haciendo no sé qué negocio;:; de papeles, el otro, Intro– duciendo mercancías sin pagar derechos; y el otro

(Como reflexionando) Pero ¿qué tienes tú que ha– blar; Palmira? El tiempo es tiempo,. y el que en el tiempo vive debe aprovecha~se del tlemp~ para ~;r

del tiempo Acuérdate, Palmlra, de que tu tamblen Introduces licores que poco te cuestan, gracias 01 hono– rable señor Ministro de Haciendo (Otra eausQ, sus– pende el quehacer) No tardan, me aVisaron que venddan en el tren de hoy Por muchos motivos hay que ser con ellos más atenta que con los otros parro– quianos ellos son tres y yo soy madre ~e tres ni~as

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