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conquista de México en 1519, fue nombrado Capitán de una de las principales naves de esa expedición, lo que lo amerita como gran marino. Según infor– ma Bernal Díaz del Castillo, cuando una par~e de la oficialidad de Cortés opinaba porque la expedi– ción debía de regresar a Cuba antes de morir de hambre o a manos de los millares de indios que constantemente los hostigaban, sin darles tregua ni reposo, Francisco de Lugo fue de los pocos oficia– les que respaldaron a Cortés en su decisión de que– mar las naves para impedir el regreso de la tropa, con 10 que se ganó su confianza.

Después de haber Cortés derrotado y concerta–

do la paz con los caciques de Tlaxcala y Cempoal y después de haber independizado a estos pueblos del yugo económico a que los tenía sometidos el Emperador Moctezuma, los dichos caciques obse– quiaron a Cortés con cuatro de sus más hermosas hijas para que éste las tomara por esposas. Pel'O Cortés, que ya contaba con una fiel y amante com– pañera en la india Doña Marina, quien además le servía de intérprete, las rechazó gentilmente para sí, cediéndolas a sus más fieles y valerosos compa– ñeros, los capitanes Don Pedro de Alvarado, Don Francisco de Lugo, Don Gonzalo de Sandoval y Don Jorge de Alvarado, hermano de Don Pedro, quie– nes casaron con ellas, después de haberse conver– tido al catolicismo y adoptado un nombre cristia– no.

Del matrimonio del Capitán Francisco de Lugo y esta hermosa mejicana nació por lo menos un hijo, llamado:

FRANCISCO RUI LUGO

No se sabe, a ciencia cierta, de donde viene el nombre o apellido Rui y si es que su padre también 10 poseía y no 10 usaba o si el Rui es diminutivo de Rodrigo, como afirman algunos, pero es el caso que este señor se llamaba así y que unos 250 años después desaparece nuevamente en los hijos de Pa– blo Antonio Rui Lugo, quedando solamente el Lu– go como apellido familiar.

Se presume que Francisco Rui Lugo debió na– cer entre los años de 1520 y 1530 Y se sabe que en alguna época anterior a 1564, él Y 12 personas más, hijos todos de conquistadores, tuvieron una seria desaveniencia con el Virrey de México por asuntos de tierras. Llegó el asunto a conocimiento del Rey Felipe 11 y éste, para terminar con el liti~

gio, ordenó a los querellantes trasladarse a Nicara– gua, donde les serían entregadas tierras suficientes para ser trabajadas. Fue así como en 1564 llega– ron a Nicaragua estos 13 españoles, hijos de quie~

nes habían ganado un nuevo mundo para su patria y entre ellos figuraba Don Francisco Rui Lugo, hi– jo del Capitán Don Fl'ancisco de Lugo. La lista completa de los 13 querellantes en cuestión, es la siguiente:

Don Luis Serrano de Espinosa Don Pedro de Sandoval Guerrero Don Francisco Biachica

Don Gabriel Alvarez de Montalbán Don Francisco Rui Lugo Don Juan Ruiz de Ocaña Don Juan Vado

Don Francisco Serrano de Espinosa Don Bartolo Cea y Rueda Doña Beatriz de Leiva Doña Isabel Berdugo

Doña Juana González de la Rosa Doña María Llanes.

La promesa real fu,~ cumplida y a cada uno de los inmigrantes le fueron adjudicadas 5 caballerías de tierra en las márgenes del río Ochomogo, en las cercanías de Nandaime. Por uniones habidas luego entre las mismas familias, tales heredades vinieron poco a poco ensanchándose y constituyeron la base de las grandes haciendas de cacao y ganado que se formaron en esa zona. El Valle Menier, Las Mer· cedes, San Antonio (hoy Ingenio de azúcar "Ama· Ha"), Meeatepe y Mecatepillo, para citar solo unas pocas, conservan aún vestigios de sus grandiosos y

florecientes cacahuatales, de sus pilas de añil, etc.

ANTONIO RUI LUGO

Pasan unos 135 años, aproximadamente, desde la llegada de Francisco Rui Lugo a Nicaragua, sin que sea posible obtener el más mínimo informe a– cerca de los descendientes de este señol'. Transcu– rren posiblemente 4 generaciones durante esos 135

años, y por tanto no se tiene ningún dato referente a sus hijos, nietos, biznietos y tataranietos.

El siguiente miembro de la familia de que se tenga noticias es Don Antonio Rui Lugo, quien vie– ne siendo chozno del que vino a Nicaragua, o sea hijo de uno de sus tataranietos en línea recta.

En papeles familiares de la familia Lugo que he– mos tenido a la vista, se informa que el primer miembro de la familia cuyo nombre haya sido posi– ble encontrar es Don Francisco Rui Lugo, casado con Doña Ambrosia del Castillo y Guzmán; que eran originarios de Nandaime, pero que habían trasladado su residencia a Granada, y que vivían por el lado de Jalteva. Sinembargo, revisando con detenimiento los archivos de la Iglesia Parroquial de Nandaime, hemos encontrado la partida de na– cimiento de Eduardo Sandoval, con fecha de 1770,

en la que se lee que era hijo legítimo de Luis San~

doval y de Baltazara Rui Lugo, que sus abuelos paternos eran Pablo Sandoval y Juana Cabalzeta; y que sus abuelos maternos eran Antonio Rui Lugo y Ambrosia del Castillo y Guzmán. De modo que,

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