Page 122 - RC_1967_02_N77

This is a SEO version of RC_1967_02_N77. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

París de Nuevo

Me embarqué para París. Dos dias después

qo habe:' llegado a asia ciudad, me dirigi a Gé– nova con lni esposa, donde su hermana doña Rosa de Pella~ se enconiraba cOí'!. ioda: su fami– lia. :bespué~ de varios días en Génova,· fuimos con la fml1.i1i!,- Pellas a Varazzo, lindo baII1.aario cerca de Génova, seguimos a Monie-Carlo y

, eg,.esaIUOS a Génova. Seguidamenie pasé con mi esposa a Milán, Locanlo, que =ás tarde ha sido célebre por las conferencias iniernacionales verificadas en ese lindo lugar Seguí a Lucer– na y clenpués a Zurich, que no había visitado en lnis viajes anteriores Visité su céleibre Univer– sidad, la Escuela PolitGcnica y su muy bien m.oniado Hospital Canional, donde ví algunas operaciones ejecu:ladan con mucha habilidad, desireza y asepsia muy estricta El Lago de Zurich es largo y rela:livamenie angosto, con al±uras El cada lado cubicdas de preciosas villas Tuve oporlunidad de presenciar unas regatas en el Lago, desde la terraza del Inejor Hotel de Zurich. Hotel Baur au bic,

ducción de los gérmenes específicos.

"Así corno se ha vencido el peligro de la infección, se han vencido :!ait\bién los riesgos de la ope,.ación misma, primero, por el grado de adelanto que ha alcanzado la cirugía en los úlHmos años, y segundo, por las mayores pro. porciones que prestan los hospitales para la práctica.

"El airo peligro, la anesiesia -la dormida, corno dice el vulgo- es un riesgo que iodo ape– lando tiene que correr, como todo viajero que quiE;ie pasal' de 1.111. coniinenie a airo, :Iiene que exponerse a los peligros evenil.1ales del mar El conocimienio, sin embargo, de las contra-indio caciones para el uso de los anestésicos, la pureza del agente nnesfésico, la pericia elel médico y las n1.uchos precauciones que hoy se tornan, ga– rantizan hasta donde es hun1.urtnmente posible la vida del pacienie

Por lo expuesto, espero se comprenderá que el horror de a11tes a las operacíones ha pasado a nosotros por tradición, y debernos romper con ósiu, corno ha sucedido en los países más ade· lantados que el lluesiro".

Nuevas Especializaciones

!9~4 DOS0030 siempre de aUInentar mis conoci– mientos pIofesionales emprendí un viaje a Es– iados Unidos y Europa en Marzo de 1904 acom– pañado de mi esposa Sari±a Vivas de Marlínez. En Nueva YOIk visité a mis colegas del Hospi– :lal Bellevue y tuve el gran gusto de ver que casi iodos elios ocupaban aUa posición profe-· sional en los Hospitales y en los Colegios de Meelicina, Visité varias veces el Hospital Belle– vue, el New York Hospi:lal, el Hospital San túéa~

y los Hospitales de Maten+idad y en iodos ví varias operaciones de cirugía mayor, entre ellas

la operación Cesl!trea.

servIcIo de Ginecología varias Sigrnoidostonúas o

arlificial, según el méiodo

fal Bellevue, en el También practiqué formación del ano de Maydl-Reclús.

Opinión del público so!JI'e la sangre

"El pIopósilo que fengo de contribuir, como 10 manifeúié en mi folleto anieriOl, a disipar el horror que en Nicaragua tiene aún la mayor parle de la genie a las operaciones quirúrgicas, esp\3ci;:llrnenle cuando se trata de aUa cirugía, me h<::l decidido a publicar este foUeio sobre ocho casos de ciI1.lgía abdOlninal que operé el

uña próximo pasado con el lT'.ejor ¿¡:ito.

1JEse hOlror por las ope¡aciones, que so rna.–

nifi€sia por un~ oposición sistemática do parle de los paciente!? y .sUS amigos, contribuye hasia ciarlo punto a cn0I var las decisiOIles del ciru– jano, y a retardar intervencioncs heroicas, que, llevadas a cabo c9n más oportunidad, evitarían ,nuchas veCGS el tener que lameniar pérdidas

sensibles

"El horror a léls operacion0S tenía razón de ser en los tiempos pre-asépiicos, cuando además del Iicsgo de la anesienia y de la operación, había el peligro mucho ,nayor :ladavía de la in– fección, que era la causa que generalmente ocasionaba la muerte, pero hoy, gracias al gran Pasteur, ese peligro ha quedado eliminado con la esterilización y las esiric:las pre<Jauciones an– tisépticas que tornan los cirujanos modenlOS, de tal modo que el desarrollo de la fiebre, la eri– sipela, la gangrena, ya no se e>:plican por la lnala malla del cirujnno, ni por el mal humor del pacienie, sino por algún descuido del ciru– jano o de los que lo rodean en evitar la iniro·

Publicación

Publiqué un foliaio: "El progreso de la Ciru–

gí.a El grandes rasgos", con un Apéndice de "Algunos casos inieresan1es en la prác:lica del auior" Enire ellos citaba las siguienies opera– ciones: La plimera ovarioion1.ía prac:licada en Nicaragua bajo el sisiema modereno de lél Asep– sia y Anfisepsia con res1.1Uado brillanie Otro caso de enorme tumor fibro-quíslico del ovario rupturado y operado dos días después por haber sido llamado desde San Juan del Sur a pracfi– car la operación, con éxito completo Otro caso de quisie del ovario esirangulado operado con éxito, varias operaciones radicales de henlia inguinal scgún el méiodo de Bassini Un caso de quiste hida:!íelico supurado elel hígado, ope– rado con muy buen resuUado :Ivl:uchas opera– cion.es de cataratas, iridectornía por glaucoma, etc, eic.

1902 Publiqué airo folleto: "Ocho Laparotomías practicidus por el Dr. Juan osé Marlínez". He creído convenienie reproducir ahora la "ADVERTENCIA" con que encabecé esa publica– ción, por estimar que aún hoyes convenienie genernlizélr las ideas que consigné en aquella época

Page 122 - RC_1967_02_N77

This is a SEO version of RC_1967_02_N77. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »