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mas nuestros tiquetes comprados, nos cost6 entrar. Después la acomodadora no nos quería señalar nues– tros asientos hasta que no le diéramos la propina Aquí, la piden muy descaradamente y no tienen la pa– ciencia de esperarla cuando le llegue su hora Pa– gamos 1.50 dólares por el tiquete.

El espectáculo fue magnífico, con gran lujo en los vestidos y mucho arte Culminó esa noche de bailes 'i otros números fantásticos, con un carrousel que estaba colgado del centro del teatro y lo bajaban y subían dando vueltas El carrousel tiene cuatro

caballos artificiales de tamaño natural y 6 Ú 8 mujeres desvestidas, rubias y morenas, se veían como ilumi– nadas con Jos luces indirectos Maravilla de arte y de lujo

París es siempre la bella ciudad que hace 42 años conocí El único cambio que noté fue la susti· tución del Trocadero por un edificio nuevo que hicie· ron poro la exposición Se llama el "Palais Chai\lo!" Aunque este edificio es hermosísimo me parece mejor el Trocadero

Otro cambio que noté es que ya no corren tran– \'ías en los calles Ahora el tráfico corriente es en buses y en el Metro También no vi aqueHos coches ton típicos franceses tirados por uno o dos cabaHos y que hacían en el pavimento, que entonces e.ra de to– cos de modero, un ruido ton agradable que Junto con el cascabeleo de los caballos sonaba a música

Pero el cambio más lamentable que ha habido es en el trato de la gente La proverbial cultura fran– cesa ha sufrido un descenso

Antes lo gente del pueblo tenía educación y !i.

nuro, ahora lo vida se ha encarecido mucho y estan muy mercantilizados y como rudos

Una de Jos bellezas más grandes de París, la constituye el río Sena que serpentea I~ ciu~ad encau– zado siempre en sus malecones o mas bien en una inmensa atarjea Por todas partes lo encontramos con sus bellos puentes y con sus pequeños embarca– ciones que van y vienen" pasando debajo de los puen-tes

También contribuye a embellecer París 10 vege– tación Esta es una ciudad muy arbolada Creo q ue los árboles que estoy viendo son los mismos que

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yo dejé, pues se ven muy anOSOS Y ¡que In os so ., ahora que todo está muy verde.

AGOSTO. H

MALMAlSON

Visitamos en bus la Malmaison ¡qué bellísimos jardines y qué bien cuidados! Tienen rosales lindos Caro godos de enormes y perfumadas rosos

La casa es bastante sencilla por fuera, adentro tiene el lujo que se gastaba en aquellos tiempos Hay algunas obras de arte y bellezas en lozas de porcelana

Almorzamos en Versalles en la Maison Rouge Nos sirvieron un pollo riquísimo Aquí no han pero dido los pollos su sabor primitivo, quizás porque les dan otra clase de alimentos que los que Se les dan en

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Nicaragua y en Estados Unidos, que a todo saben me· nos a pollo

VERSALLES

Visitamos el Palacio de Versalles. Bellísimo me pareció siempre, mucho lujo en los muebles; arañas y

espejos regios Hoy un salón enorme que llaman el Salón de los Espejos, es grandioso en su lujo y tama– ño, por todos lados hay espejos Allí se firmó la paz de la guerra del 14 y conservan las plumas con que firmaron todas las naciones

Los jardines de Versalles son bellos, muy artísti–

cos y con uno gran variedad de flores de colores que armonizan en coda cuadro Las fuentes son algo magnífico Todo está muy bien conservado.

Visitamos también en Versalles la casa de campo de María Antonieta, "Le Ville de I'amour" Todo está igual Las chocitas y casitas de campo y esta– blos donde la reina se divertía jugando a la hortelana y los puentecitos pasando un río pequeño y los sende– ros en un bosquecito también pequeño Es una di. minuta hacienda

NOCHE EN EL L1DO

Por lo noche tuvimos una cena en el "Lido", Cabaret en los Campos Elíseos Magnífico "show", que me pareció más artístico aún que el del Follíes Bergere

Hubo patinadores sobre hielo, magistrales. Hu– bo caballos vivos tirando un carruaje Fuentes y

aguas corrientes y mujeres bañándose en esa aguo sin más vestido que velos sútiles y guirnaldas de flores. Figuró entre eHas un hombre medio vestído con

hojas de parra que parecía un Aparo

Bellezas en cuerpos y caras, pero todo muy ar– tístico sin ninguno vulgaridad, como si fueran esta– tuas a pesar de que habían danzas

Hubo un número en que había derroche de lujo y de luces de colores, creo que se llamaba "Los pá– jaros"

Un grupo de beflas mujeres con grandes y altos plumeros de avestruz en lo cabeza y con vestidos que sólo eran de lo cintura para abajo, eran cascadas de plumas que terminaban atrás en colas que ellos arras– traban por el suelo con mucha gracia. Todo esto iluminado con diversos colores de luz daba un efecto fantástico

Hubo también números de prestigiditoción muy buenos y un ventrílocuo admirable.

Después nos dieron una cena con una copa de champán

Esta noche en El Lido fue un obsequio que nos hizo la Compañía Air France, o mejor dicho, nos re– pusieron con esta noche un día que nos restaron de la estadía en New York Salimos ganando mucho con el cambio, pues fue uno noche maravillosa la del Lid o: muy superior a la del Fa/Hes Bergere que noS costo 7 SO dólares y este ero un espectáculo superior y con ceno.