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« Previous Page Table of Contents Next Page »en Enero de 1959 en una dictadura personal al servi– cio de Moscú
El P\leblo, Anticomunista
Volvió a correr lo sangre en Cuba y en mayores proporciones que bajo el régimen arteriDi Como en la época de Fulgencio Batista, se iniciOl on las gue"i– lIas Hubo otra vez desembarcos de patriotas, ahora paro derribclr al régimen comunisto implontodo por Fi– del Castro Antes del año de lo oclomación de éste como libertodor comienzon Jos actos de sobotoje, la lIegoda clondestino o través del mor de cubanos que
no quieren a su patria comunista
Los compesinos que ayudaron o Fidel Costro en sus días de lucha se han convertido ahora en SlIS ene– migos Por las noches salen de sus cosas y bohíos, matan milicianos, hacen actos de sabotaje, asaltan las cosos d~ los Comités de Defens.a de la Revolución La venganza suele ser terrible y primitivo
No hoce muchas fechas, en un pueblo de lo Provincio de Camogüey, los milicianos aCDi dono ron el parque y pusieron precio de entroda para un juicio popular Cuotro campesinos fueron juzgodos pDi miliciqnos, y momentos después, am mismo¡ senten– ciados o muerte y fusilados Lo entrada 01 "espec– tóculo" se cobró a veinte centavos El pueblo cubano 'no se ho rendido \JI comunismo
Hay qua mantener el régimen por el tel t or, única fDima de supervivencia En todas los manzanas de
casas, que en Cuba denominan cuadras! se establecie–
ron los lI\Jmados Comités de Defensa de la Revolu– ción, que están constituídos por antiguas familias comunistas o por personal escogido totalmente adicto, más que a la persona de Fidel Castlo, a los beneficios que le reporta el constítuil la "nueva clase" de Cuba Estos beneficios son, entle otros, abundancia de eomi– do, de vestido, de calzado, diversiones, automóvil e incluso viajes de placer al extranjero
Los miembros del Comité de Defensa de 1" Re– volución hocen guardia permanente, turnóndase en lo vigilancia, que se extiende hasta límites insospechados Todas las personas que entron y salen de los diversos pisos de los edificios a los que se extiende la vigilancia de los comités son objeto de una observación directa, de la que se tomo
l
e nocasiones, pi ueba fotográfica Esta vigilancia es mús estrecha e ntorno a los edificios donde están instaladas las embajadas y consulados Si una persona entra en una casa con un paquete y sale sin él, es sometida a un interrogatorio y ha de responder qué llevaba en el paquete, a quién se lo en– 1regó y para qué Si eS
I
al contrario
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que sale con un paquete, debe e1ecir quién se lo entregó, qué contiene el paquete, adónde lo lleva Si estiman que el con– tenido del paquete puede ser útil poro la revolución, se incautan de él y llamo nal G-2, Policía del Estado El odio que el pueblo cubano siente contro estos
Comités de Defensa de la Revolución, cuya fuerza máxima es la de la ac;ción constante
1/ I
no tiene límites POI ello se don con fJ'ecuencia casos de ataques difec– tos por anticomunistas, tanto al lugar donde radico el Comité de Deíensa coma a las personas que lo cons– tituyen
El G-2
La dil e(ción suprema del G-2 lo ostenta Ramiro Voldés, un antiguo electricista ele oficio, que fue pre– parado pora el cargo durante varios meses en Praga Peto su mejor preparación es el resentimiento contra la sociedad Sus asesores más dilectos son de nacio– nalidad checa o de origen hispano-soviético A sus órdenes trabaja un grupo de investigadores en materia policíaca y en torturas físicas y mentales, que están distribuidos por toda la isla
Estos investigodores han recibido uno preparación técnica semejante a la soviética¡ y emplean oldinaria– mente métodos crueles, psicoi ísicos¡ pOI a arrancar confesiones n los detenidos En colaboración dilecta con el G-2 hay dos grupos de personas, unos son los agentes callejeros l especie de policía seCleta que se intlOduce en todas 1'01 tes, incluso como empleados en
las embajadas, teniendo pleferencia, como es natural,
por los occidentales
Hoy otro glupo de agentes más extenso, deno– minado por el mismo G 2 como "chivatosl/. Ordina~
1 ¡amente éstos han sido jóvenes que se alzaron en
01 mas contra el régimen y al cael en manos del G-2 éste les ha presentado la siguiente opción el fusila– mietno en La Cabaña, o el ser colaboradores del G-2 Si aC,eptcII1 esto c",laboración, han de rendir un trabajo diario de informaciones y delnciones de personas, y ya
eh esta línea, sí el II"chivato'l cumple a perfección el cometido asignado, se conviel te en hombre de con– fianza
Este "chivqtol/, que fue un anticomunista conocido por todos, que estuvo preso y quizá fue ator–
mentado
l
goza por estas causos de cierta confianza
precisamente en 19S sectores anticorY-¡unistas, que al ignorar su nuevo papel y las rozones por las que í ue librado de Iq muerte o de la cárcel, confían en él y caen en la hampa que el otro les tiende para cumplir con el G-2
Existen en Cuba unos doscientos mil miembros de los Ilomadas Milicias Populares, entre hombres y mu– jeres Lo mayoría de los veces lo razón de pertenecer a las milicias no es otra que la de orden económico y
de alimentación Estas ventajas son las mismas o parecidas a las que tienen los miembros del Comité de Defensa de lo Revolución Parte del pueblo cubano,
pOlO sobrevivir, se ha visto forzado a venderse por un plato de lentejas Pela muchos de el/os sigilen siendo anticomunistas y no tienen más línea de C1fecto con el régimen comunista que la que pasa por el estómago
LAS CARCELES DE CUBA, UN INFIERNO DE HORROR Y ESCARNIO
Las cárceles de Cuba son un infierno de horror y escarnio El régimen comunista cubano sigue con
los plesos políticos, que casi son 50000, uno refinado política de crueldad que el mundo desconoce Los
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