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HONDURAS

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e"n~ertJad"ra

del 'i'el16amiel1to eel1troamerical1o

Se llama E:oH6erCladora únicamente en eL 6elttiáo de que no Sé alttb'reLi~io6a, ni aHti..

capitallc.H:a. q,a en marcha hacia la ~nte9"raciólt. de E:entro",mérica 11 ep,ulam&',

por encima de la6 á¡u,6ione6 partiái6ta6.

INTRODUCCION

A

Hace más de un siglo que Wells y Squier exaltaron las bellezas y las riquezas de Hondu– ras, pero también señalaron la pobreza de los hondureños 'Esta iparadoja de un pueblo pobre en un país rico -tan característica de nuestras repúblicas centroamericanas persiste todavía.

Igualmente paradójico es el hecho de que Honduras, cuyo desarrollo económico depende en gran medida del programa de integración cenfroamericano constituya, por decirlo así, el punto crítico y neurálgico de la misma integración debido a la actitud antagónica de importantes sectores de las fuerzas vivas de este país.

¿Cómo ha surgido tal sentimiento de inconformidad en la cuna misma de Morazán, Hen..

dur~s, que históricamente ha sido la más unionista de esta~ cinco repúblicas hermanas?

Voceros de esa tendencia sostienen que la experiencia de Honduras, al menos hasta ahora, arroja un saldo desfavorable para sus propios intereses, ¡puesto que, según ellos, la mencionada integración se traduce en sacrificio de ingresos fiscales al conceder la elevación de sus aforos adua.. ne-ros que gravan la importación de bienes no centroamericanos y así como también en la elimi.. nación de su propia industria artesanal y que, sin haberse logrado una ,significativa reducción en los precios de consumo, el mercado hondureño, en cambio, ha sido indiscutiblemente aprovecha .. do por la industria tle los otros polses miembros del Mercado Común.

El Secrela"io General de la SIECA, Dr Pedro Abelardo Delgado, sin embargo, en artIculo publicado en esta misma Revista (No. 49) señaló que Honduras, junio con Guatemala y El Salvador integra lo que se conoce como el Area Norte, a la cual corresponde más del 80% del intercambio que se realiza dentro de la región y que en el caso partic-ular de Honduras las exportaciones a Centroamérica han llegado ya a significar el 16.2% de las exportaciones totales que revelan un notable crecimiento con dirección al Mercado Común. Honduras en 1963 duplic6 sus exportacio– nes regionales con re.pecto a 1958 yendo de $7.400.000 a $13.000.000, siendo superado única– menle por El Salvador y Guatemala los que en 1963 exportaron $27.000.000 y $14.000.000, respectivamente, mientras que Nicaragua y Costa Rica sobtepasaron apenas los $4.000.000, cada uno.

Pelo así también, es igualmente del fa, que las exportaciones hondureñas a los otros países del Istmo, principalmente a El Salvador, están constituídas por productos alimenticios en su mayor parte, recibiendo en cambio importaciones de productos industriales. Esta composición del inter.. cambio comercial que Honduras considera desfavorable para sí, se debe a que este país no ha logrado todavía el nivel de desarrollo industrial que están alcanzando los demás.

La posición que hasta el presente ocupa I-Ionduras a la zaga en el proceso de desarrollo que experimenta Centroamérica, hace de este país el eslabón más débil en la cadena de la inte.– gración.

El logro de las metas que Cenfloamérica entera se ha fijado para el bienestar económico y

social de su pueblo ha merecido que a Honduras se le brinde asistencia técnica y financiera en grado lal que haga desapa.ecer la disparidad que existe.

Nuevas e importantes plantas industriales se están instalando tanto en Tegucigalpa, como en la zona de San Pedro Sula. Ingentes recursos financieros se están canalizando a través del Banco Centroamericano para estudiar la factibilidad y llevar a cabo la ejecución de trascendentales proyectos que fortalecerán la estructura económica de Honduras en beneficio de toda Centroamé· rica. Y, sobre todo, nuevos valores humanos se han dado a las tareas de hacer surgir a Hondu– ras, con hombres que parecieran obedecer a un plan.