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EDITORIAL

La extraordinaria vitalidad de nuestro Istmo Centroamericano está dando señales de un sólido y bien fundado movimiento hacia su Integración Económica en marcado contraste con otras partes del mundo llenas de tensiones, disputas y pro– blemas regionales.

Desde que comenzó sus actividades la Alianza para el Progreso, -hace aho– ra tres años-, los gobiernos latinoamericanos, con la ayuda del gobierno de los Estados Unidos, han construído, si nos valemos del lenguaje de los números: 222,600 unidades de viviendas, 23,400 aulas de escuelas, con 6,760,000 nuevos textos impresos; han concedido 207,000 préstamos agrícolas; han dotado 1,156 sistemas de agua potable y pozos y han proveído 554 centros de salud.

De este desarrollo, a nuestros países de Centro América corr~ponden, en ese mismo período: 15,000 viviendas, 3,500 aulas, 3,000.000 de textos, 34,000 présta– mos agrícolas, 317 sistemas de agua potable y pozos y 79 centros de salud.

Su comercio ha aumentado más del 100%. De 32 .millones de dólares en 1960, ha alcanzado ya a más de 66 millones. En sólo un año se nos han concedido préstamos y donaciones por cerca de 40 millones de dólares, lo que demuestra la confianza en nuestra propia responsabilidad emprendedora.

Centro América ha despertado a las realidades de un mundo cambiante del que unos y otros estamos conscientes. Un Ministro de Educación Pública de la pe– queña Nicaragua, se expresa en términos casi análogos en estas mismas páginas a un Presidente de la Rockefeller Foundation de los Estados Unidos, la ll)ás pode– rosa nación del mundo.

"Esta época nuestra se caracteriza por ser de transiciones radicales en la que parece que cruje y se desploma todo lo que los siglos habían rodeado de barre– ras que se creían indestructibles", dice por su parte Gonzalo Meneses Ocón. Por la suya, comenta J. George Barrar: "La mayoría de los modos de pensar de los di– "Versos estamentos ha pasado de moda; los valores que parecían claros e irrefutables están ahora en duda, y estos han sido reemplazados, no tanto por nuevos modos de pensar, ni por valores, sino por interrogantes".

Ya hemos despertado y estamos trabajando, como se enseña en estas pági-nas.