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Según el IIES (13), el 18 de Abril de 1950 había en Guatemala 2151900 habitante. de 7 y má. años de edad De éstos

+ no había aprobado entonces ningún grado de enseñanza el

+ había hecho la enseñanza parvularia el

+ había cursado uno o más años de Primaria el

+ había hecho uno o más años de Secundal'ia el

+ habia aprobado uno omás años de Universidad el

70 %

1,4 %

26 %

2 %

0,3 %

LOS PRESUPUESTOS NACIONALES

. ¿Cuánto es lo que nuestros Estados destinan, en el presupuesto nocional, paro los gastos de lo educo– cióri? Nadie podrá dudar que la tarea educativa es uno de los más importantes a reoli~or y lo de más repercusión en todos los demás sectores de lo vida no– cional, porque, con hombres bien educados, tendremos

Evidentemente, con esos cantidades Centro Amé– rica no puede tener buenos y abundantes escuelas, buen y abundante material escolar, buen y abundante profesorado Si Estados Unidos está tratando de subir sus gastos educacionales o más del 5% de su Producto Nocional Bruto, y Europa Occidental gasta entre el 4 %

V el 6%, cuánto niás nosotros que tenemos tontos aún sin lo más elemental instrucción

Uno de los efectos del boja presupuesto para lo educación son los bajos salarios o los profesores Oigamos lo que comenta al respecto el Informe de Gua– temala o lo Conferencio sobre Educación y Desarrollo Económico y Social en América Latina (Santiago de Chile, 1962)

políticos rectos y preparados, profesionales responsa– bles y dedicados, trabajadores conscientes de su deber de colaborar al bien común, etc Sin embargo -y es difícil encontrar uno explicación o tal conducto- lo tendencia de los nociones centroamericanas ha sido de mantener un boja presupuesto para lo educación, si bien es verdad que en los últimos años ha subido

en relación con los salarios devengados por otros sec– tores de trabajadores asalariadas. En general, el sueldo del maestro es bajo, sobretodo el del maestro de primaria que no alcanza a cubrir sus mínimas exi– gencias derivados del ejercicio de la profesión

Como consecuencia de ello se ve obligado a emi– grar o otras ocupaciones mejor remunerados, sobre todo en el caso de los varones, o permanecer en el magiste~

rio llevando uno vida de privaciones que lo hocen un elemento pasivo o negativo, o a trabo jar a la ve~ en su tiempo libre, en otras ocupaciones que le restan ener– gía, tiempo y dedicación a su labor de maestro". (]5)

(la) Datos tomados del ]nform~ de Guatemala ya citado, lJ 163

/lA pesar de estos aumentos, el solario actual del (10 Unión Panamericana (QEA): "América en cifras 15 160", cuadro 81~3Q

maestro no corresponde al del costo de la vido

l ni está (15) InforJTie de Guatemala ya citado. p 186~187

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