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ragüense.' .

, Es±epariido' 'no ha tenido hasta aho– ra", nos dice el disfinguido articulista, "un jefe por todos reconocido y aceptado; pero sí caudillos de más o m.enbs im.porlancia y prestigio en cada deparfam.en±o; y tie– ne raíces fuertes y profundas en las cla... ses bajas de la sociedad".

3 9 .-El pedazo m.al lláxnado "GENUI–

NOr~,vulgarmente conocido cón el bárba– ro nombre de "Cacho", que tiene corno jefe a don Pedro JoaquíJ;1. 'Chamarra. Es– tos partidos ante la expulsI6n de los J esui– tas tomaron cada uno su posición espe-cial.

¡ El partido "Progresista" en el poder con el Presidente de la República Gene– ral don Joaquín Zavala, realizó la a±revi– da y arriesgada exnpresa por la falta de razón legal, de la expulsión de los Padres Jesuitas; más, en cambio, el "Tradiciona– lista" de los "iglesieros" y d~ los "Olan-

o

chanos" nos dice el potente" escritor cHa– do, impugnó con energía la ~xpulsión de esos Reverendos Padres, y hasta trató de oponerse a ella apelando a las armas en

León, Masaya y Ma±agalpa". '

El ±ercero o sea el "Cacho" ~ :'no- apro– baba en su fuero interno la éxpulsión de

10~ Jesüitas,- pero lejos de oPQnerse a ella cO:n franqueza; alentaba eh: su atrevida

en}1?r~sa. al-Gr~L Zavala; Y:J;:,O~b fambién nos dlce el; notable escritór~' don Ricardo Coñtrerás éri el N9,.-- 41' de ':¡;l Constifucio– nal": reprobó el hecho de-la: ¡~'expulsi6n de los-Jes:tiiías- en üna carta -znernorable, y

en -seg'uida la. aprobó: sin·' reS~l'Vas en el Congreso. . _

Es±a carla y dictamen de aprobación de los actos del EjecutrV'b a que se refiere el Dr. Con±reras, junto con el.Mensaje al Congreso del Pres~dénte ,Zavala, se hallan en el Capítulo que tengo ya reseñado con el ií±ulo: 1871 - Los Jesuifas en León".

De lo expuesto an±erionnente fluye, que los acon±eci:mien±os en que se vio en– vuelto el país en el año de 1881, entre los que tuvo resona.ncia bélica el conflicto LEONARD - OROZCO, era puede decirse más que todo, consecuencia ardiente del celo político que se mantenía entre el Ca.. bierno y los parlidos de oposición en que se había dividido el Pariido Conservador de Nicaragua; pues si bien tuvo CQm.o ba– se la sincera :manifestación del sentimien– fa religioso del Canónigo Orozco, quizás era conte:mplado al través de la oposición que se hacía a lo que venía del Gobierno.

Protesta del Partido Olanchano de León.

"Al Público

"Con el mote "La suerte está echada"

se regisfra en el N9. 111 dé "LA VERDAD" un arlículo que tiene por objeto hacer creer que los actuales acon±ecixnien±os de

la República han sido creados y SOl1 sos– tenidos por el partido denominado "Olan– chano de esta ciudad".

"Como tales apreciacio:q.es son abso– lu±amente inexactas, vamos a hacer una refutación de lo expuesto en el periódico aludido, relacionando sucinta:men±e los acontecimientos del día y nuestra conduc– ta en. diferentes épocas.

"Desde que ernpezó a tratarse de la expulsión de los PP.· Jesuitas, varios pue– blos de, la, República se conmovieron pro– fundaxnenfe, una inquietud general fu~

la expresión de duelo en favor de los reli–

~¡iosos por quienes el pueblo Hene verda-deras siinpatías. _

, "El partido OLANCHANO alejado des– de algún ±iernpo de la política no

tornaba caria alguna en esta cuestión, aunque preveía como: todos el trastorno que nos

~rnenazaba, no se consultó su parecer y

1 él se abstuvo de emifirlo viendo desenvol-

¡ verse los acontecimientos sin poder evi±ar-los ni por, uno ni por otro lado. '

"Así las cosas, circUló en la tarde del

8 de Mayo próximo pasado la noticia de que, en la 'noche de ese día sacarían· a los

PP. qU-e residían en esta ciudad. El' pue– blo que veía en esos religiosos el ±ipo- del

s~o~rdo±~::crisfiano y que fenía mucho que agradecerles -por los se.rviciO$ prestados, se: levaIl~ó éh masa para' impédir su - sali– da; los Ola~chanos présenci~ron como to– dos ése ,movimiento simultáneo y tienen con o:q;:jullo la -cóncien.cia' ''de háber' sido los ún~aos que contribuyeron a evj±a.r un desborde. _

! . -

"Por oira parte, abrigában la. éspe– ranza de que el Supremo Gobierno caro.,;, biara de modo de pensar, atendiendo a

las súplicas dirigidas, o que el p-qeJolo se convencería que una vez resuelfa por el Gabine±e la expulsión de, lc;>s PP. debía aceptar esa medida como una necesidad política confonnándose con ella en obse– quio de la ±ranquilida.d pública y de sus propios in±ereses; pero no sucedió así, con– tinuando la zozobra y la inquietud, cada día fueron dictándose medidas más enér– gicas para evitar la explosión del senti– miento popular.

"Después de la expulsión ellos que– daron corno ·entes ajenos de las medidas gubernativas cuando de pronto surgió en Telica la rebelión del 19 del corriente; desde luego que ese movi:miento ha sido sin combinación ni prepara:tívo alguno; si el partido Olanchano hubiera sido ca– paz de encabezarlo, hubiera puesto a la cabeza militares aptos para el ejército y hubiera alistado las armas y dinero ne-

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