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zaClon traerían consecuentemente el mejoramiento de esta ciudad de Granada. Si a esto agregamos una política crediticia de parte de las entidades bancarias para los habitantes aJJende el Gran Lago el progreso y el comercio no dejarían esperarse en producir beneficios para esta ciudad. Considerando estas apreciaciones de una realización eventual y casi ima~

ginaria somos de opinión que el amor de sus hijos es la única tabla de salvación que tiene esta ciudad. Por eso creemos que si los tres ministros hijos de Granada desearan levantarla, bastaría con que aunaran sus esfuerzos y formularan planes de donde sin duda saldríia una fuente de energía que llevara a Granado sino a la cima por lo menos a alturas insospe– chadas.

3 La formación de un Comité Pro Resurgimiento de Granada, integrado POI las fuerzas vi– vas de la ciudad: Municipalidad¡ Autoridades Eclesiásticas, Cámara de Comercio, Junta de Turismo, Club Rotario y Club de Leones; el cual se avocaría con el Supremo Gobierno y de– más entidades pertinentes, así como con los Personeros de la Alianza para el Progreso, bus– cando como las corrientes de progreso, vengan a nuestra querida ciudad. De esa manera¡

quizá fuentes industriales acarrearían fuerzas de producción y trabajo¡ las bellezas natu– rales con que contamos, serían aprovechadas con la instalación de hoteles.. Taxis acuáti–

cos y miles de maneras como el Turista vendría a invertir su dinero que circularía mejoran– do el standard económico local; y otras formos que el Comité estudiaría en pro del resur– gimiento de esta Sultana del Gran Lago.

4 La ciudad de Granada, vería con agrado fa creación de cualquier Escuela Facultativa anexa a, cualquiera, de' 'las Universidades existentes en el país. Probado está que el Pndice cultural de nuestra ciudad ha dado grandes frutos en el campo profesional¡ y son muchos los altos exponeentes en los diferentes ramos de la educación profesional, que son orgullo de nuestra Patriar y egresados de la extinta Universidad de Oriente y Medio Día. Muchos de nuestros jóvenes anhelantes de saber ven c0Ttados sus ideales cuando las barreras económicas se in– terponen entre ese ideal y la imposibilidad de realizarlo por no contar con la Escuela Facul– tativa al alcance de sus posibilidades.

De esa suerte, cualquier Escuela Facultativa vendría, no a llenar un vacío, sino una impe– riosa necesidad en el ambiente citadino actual local.

LA CIUDAD DESHABITADA

FRAGMENTO

Sitiada por las muertes de todas sus tardes para siempre, en aquella tierra blanca como la sal en que fue establecida, blanca como la sed, en la desolación del Sol,

y el estertor de un lago que al medio dia se siente de ceniza, impasible, impasible, hasta su más ale¡ado horizonte, como una losa perfectamente a¡ustada al infinito,

y las olas como recorriendo un cementerio incesante, frecuentemente solitario recuerdo todas sus calles,

frecuentemente durmiendo mi cuerpo otra vez las ha recorrido,

y así de noche enteramente blanca emerge,

en medio de la tierra en que ha sido edificada su ruina,

Sitiada por el polvo, por el tiempo que lentamente invade en la

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piedra, una ciudad derrotada de la que es necesario salir, porque aquí una ceniza definitiva ha entrado al asalto, porque aquí no queda nada y es necesario partir, es necesario partir. Pero algo regresa

en ciertas edades inexplicables poco después de la lluvia, o cuando dormimos baio firmamentos ausentes hace tiempo, o recomenzamos un diálogo hace años inconcluso, algo regresa, algo no puede definitivamente partir,

y así llamamos conmovidos alguna puerta querida

que se abría al atardecer a un centenar de sueños de amor.

'ERNESTO CARDENAL