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El Teniente G.N., C. A. Brown y una pairulla de Guar– dias de Yalaguina entraron en contacto con un grupo de re– beldes ar:mados bajo Felícito Prado en La Muta, Nueva Sego– via. El encuentro tuvo luga~ en un ±mreno cubierto de espe– sa maleza. La Guardia capiuró cu±achas, macheies, frazadas, hamacas, tabaco, divisas, telas, mecates y otros adículos ntfs– celáneos y desiruyó el campamento rebelde.

Bajas conncfdas, GN, Ninguna

Rebeldes, Desconocidas.

El Capitán a.N., G. A. Williams y una patrulla de Guar– dias de Somoto regresaron a Somoto el 14 de octubre. Ha– biéndose tenido info~mes de huellas rebeldes en la mañana del 13 de octubre cerca del Cerro del Zapote se siguieron aque– llos hasta localizar un campamento rebelde recién con¡truido el que se destruyó. Los rebeldes aparentemente se dieron cuenta de la negada de la Guardia y huyeron dejando aban– donados víveres y ropas Se síguieron las huellas hacia el Sureste y a la t p.m. se divisó UD glUpO nUfilelOSO al oiro lado de una cañada honda, grupo que huía hacia el Sur. Se siguió a ese grupa hasta un punto donde parie de él, segu– ramente para fac;ilitar el escape del resto principal, formó una línea de fuego como de doscientas varas de largo sobre una pequeña serranía y abrió fuego contra la patrulla a una dis– tancia como de ires mil varas, mientras aquella Se aproxirna– ba a campo abiedo. Debido a la enorme distancia, no se con– tesló el fuego hasta que la patrulla estaba como a cuatrocien– las varas y entonces los rebeldes abandonaron su posición. Los rebeldes huyeron a las ntOniañas a ambos flancos y al11 fueron atacados con rifles lanza granadas. La pairulla persi– guió al grupo principal, disparando a los desperdigados a lar– ga disiancia. Al caer la noche los rebeldes se dividieron en pequeños grupos y procedieron a la huida en varias direccio– nes, aunque principalmente hacia el Sur. Los nativos consi– deran que el grupo cifraba en más de cien hombres, pero vis– tas' las columnas a considerable distancia, el jefe de la patru– lla cree que el número era, aproximadamente, de ochenta, las ires cuartas partes de ellos armados de rifles o revólveres, no llevaban ametralladoras, y portaban una bandera roja Los jefes reconocidos eran: Santos Benavides, Daniel Rios y un Coronel Morales. La patrulla los persiguió hasta el agota– miento, mas debido a la naturaleza del terreno y a la rápida huída de los rebeldes no se pudo entrar en contado con el glUpO principal antes de que la noche hiciera posible su es– cape. Durante más de cinco horas de persecusión los rebel– des abandonaron varios artículos, incluyendo bayonetas, cu– rachas, lámpalBs de mano, vJveres y ropas. En la mañana del 14 de octubre, la patrulla, imposibilitada de seguir hue– llas definidas u oira información que no fuera el informe vago de que los rebeldes se creia habian seguido la ruta hacia Colo– rado. Ver mapa de Nueva Segovia. Bajas conocidas, GN, Ninguna

Rebeldes: Desconocidas.

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