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1 "'1anara má. al1'02 al lercaró all el ¡aah ó y en

de ano ia de ffiuc:hu genie.

pr ese OCfUIII1E l'

Nos levantamos muy femplano y en coche nos

oS a la estaci6n, y cuando ya íbamos a comprar vaJ1'l asajes llama Juan Ramón Valladares por talé· los Ppara decirnos que el vapor aún está en San José fonauatemala porque el mal fíampa no le ha penni· f¡dO

desCalga"r, y qU4? es c:J.-udoso que llegue mañana

8 Acajutla: nos volvemos a casa.

OerUBIlE 2

Temprano e$iemos listos¡ a las siefe nos vamos a 1 esiacion Y con poca diferencia se repite la escena a a el Cuando ya íbamos a comprar los billetes de lee

un empleado del ferrocarril que Valladares

lT\~ía

6 decirme por teléfono que no se vaya la Bela

e~ este tren porque el vapor saldrá de AcajuHa a las

~o a m antes de que ella llegue IQué chásco 1 Re– g.ressrnos a casa.

Viene a vernos el Padre José de la Cruz Moreira: ésta eS la tercera visita que nos hace Dice que él solo en Godoy tiene fe para el efecfo de intentar algo en Nicaragua contra Zelaya

En la noche en casa de Don Pedro Rafael Clla~

dra hablamos de la tristísima situación a que los emi~

grados nicaragüenses hemos llegado, parficulannente los cschurecos No teneInos elementos para intentar algo conrra Zelays; ni contamos con simpaHas en ninguno de los estados de Centro Américu Hemos quedado reducidos a la nüsera condici6n del que solo espera en lo. inesperado e ilógico} o lo que es lo mis~

mo, en los imponderables.

Por "La E$irella del Salvador" se sabe que Funes está en Tegucigalpa

Voy ~n la noche con Bela y Enrique a casa de

Don Pedro Rafael HablsInos allí del régimen poli.

lico de El Salvador y de los hOInbres qp.e aquí go– biernan. Declaro sinceramente que a Ini juicio Ze~

laya vale infinitamente más que ellos, en todos sen~

lidos.

OCTUBIlE 5

Al salir de la barbería Venecia me cuenta el Ge– neral Toledo que l"ll General Villavicencio (HoracioJ, le ganaron el domingo al juego 12 mil pesos, y no los pagó Estas villanías son aquí moneda corriente. Por la iarde hablo con don Eduardo Agüero quien me dice que le" gust6 mucho el adículo que para

La Quincena le envié, y que mañana, después de la 1 p m estarán listas las pruebas para que las co~

rrija No creí que publicaran ese Inanuscrito mío

(NOfrA: El altículo de la lefelcncia es uno en que don Emi-

que clitica el modo de esclibh emevesado que usan los modeJ nistas, ininteligible pala los pICfanos, o sea pala los que no están iniciados en ese nuevo es– t.i1o litelal'io, la escuela de los decandentes o deca– dentistas, de los cuales, decía don Emique, ela Ru· bén Dalío el pOI taestandal te, el pa{he V maesho de los incomplendibles)

. Me dice Viciorino Argüello que no fueron 12 mil,

SinO tres mil, solamente, los que perdió y no pag6 el General Villavicencio Ouerían algunos, particular– mente Mauricio Duke, expulsar a este personaje del

qub Internacional, pero a ello se opuso Victorino d.lciendo que habría que expulsar también a Yanue– no Blanco, quien tampoco paga sus deudas de juego.

Viene correspondencia de Nicaragua No traen

~romenores acerca de la n1.uerfe de Faustino Arellano

l

d

Un desfallecimiento del corazón", según dictamen e los nlédicos, ocasionó la muerfe de este buen ami– go mío. Un formidable aguacero, acompañado de

rayos y :h Uéllbs q\.\o en ebos momentos caÍll sobra

Granadtl, produjo el desfallecimiento del corazón tl

FU\ls:tino, de que rne habla en su carla mi hijo Fc;u–

nando. Faus:tino le :tenia horror

Q los rayos.

OCTUBRE 6

Casi no dormí anoche Me tuvieron desvelado las carlas de Nicaragua No podía dejar de pensar en Fauslino, mi 8luigo de toda la vida El General Toledo viene a verme Tiene esperanza de que pue– dan prolÚo los emigrados guatemaltecos intentar alQ'o contra Estrada Cabrera. Me cuenta que José Lean Castillo va ya en camino de New York a Méjico, don– de se reunirá con el General Lisando Barillas. De Porfirio Díaz lo esperan iodo los chapines No dudan que si éste le hace una señal a Regalado, iendrán ellos libre la frontera de El Salvador para atacar a Es~

!rada Cabrera por este lado.

Voy a ver a la esposa de Funes: me muesfra una carta en que el marido le relata su vía crucis de aquí a La Liberlad en la noche del 19 de Septiembre

A Mariano Zelaya le comunican de Granada que Zelaya descubrió una conspiración liberal conrra él.

(NOTA: La descomposición en las filas libelnles comenzaba

a manifestmse, lnoducida por la larga permanencia de Zelava en el podel sin dm opoltunidades a los valOles de ese purtido, a la lenovación de sus auto~

lidades "';,' al cambio del pel sonal en los puestos di· lectivos)

OCTUBRE 7

Vuelve Toledo a visitarme Me habla otra vez del General Villaviqel1cio y otros pájaros que no pa– gan sus deudas de juego y con este mofivo se expl e–

sa en los peores términos de la gente salvadoreña.

Sopla viento del Sur: está nublado '1 llovizna. Por la noche, a casa de Don Pedro Rafael, llega el docior J Sam.uel Orlíz, hombre bueno y de alguna instrucción, pero tonto, de corfa inteligencia y a ve~

ces insulso, y se está. allí una hora Nos habla de la falta de iniciativa y de ánimo de los católicos salvadoreños, empezando por el señor Obispo, que es el más tímido de todos

OCTUBRE 8

Llovió toda lo noche y amanece lloviendo. Cae un aguacero :tras otro, y ni por medio minuto alum.;,

bra el sol Imposible salir a la calle corno no sea en coche

Es cosa decidida que BGla se irá mañana a Ni~

caragua Me pregunto cuándo volveré a verla y si la volveré a ver; pero a ella no le digo nada de esto para no entristecerla más: se nota que está muy inl–

presionada

OCTUBRE 9

Llovió toda lo noche y amanece lloviendo. Bajo la lluvia nos vamos a la estación a las 7 :J. m Llora la Bela al despedirse de Enrique y de mí Yo estuve disimulando mi ernoci6n. A las 7 1 /2 a m. parte el tren A eso de las 12 escampa y se compone el día.

La tarde hennosísima. Salgo a la calle y leo en la pizarra de "Diario del Salvador" que la exce– siva lluvia causó desperfectos en la vía férrea de occi– dente. Esio me inquieta un rato, pero luego sé que los estragos del vendaval fueron entre El Congo y Sania Ana En la noche voy con Enrique a casa de Don Pedro Rafael Leemos allí "El Cosmos", perió– dico científico francés

Me dijo ayer el General Hans Múller, guarda es– paldas de Regalado, que dentro de pocos días se ca– sará en Sarita Ana Pedrito Esoa16n, hijo del presi-

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