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Esia Real Orden que colmaba ya de– finitivamenie el jusio anhelo de los nica–

raguenses y costarricenses, causó profun–

do regocijo, pero no podía aún ser abier– ta la Universidad, porque faltaba que hu– biera el número de dociores exigidos para formar el Clausiro, v con esie motivo el Ilmo Señor Obispo dirigió al Minislro de Estado, la comunicación siguienie:

"Con esia fecha digo al Capitán Ge– neral de ese Reino, lo que sigue: Enie– rada el Rey de la represenlación del Rev. Obispo de Nicaragua de 19 de octubre úl– iimo en que expone que las llamadas Cor– tes Generales y Exiraordinarias concedie–

ron licencia para que se erigiese una Uni–

versidad en el Seminario Conciliar de esa ciudad con las mismas faculíades de las demás de América; y convencido Su Ma– gesiad de las veniajas que produciría a la Religión y al Esiado esie útil estableci–

miento, se ha servido confirmar ]a expre– sada gracia, con la precisa condición que

el Cancelario de ella debe ser el Prelado que por iíempo fuere o el Vicario Capi– iular en Sede Vacanie, y que todos los gasios de los grados mayores no podrán exceder de doscientos a cuairocienios pe– sos. De Real Orden lo pariicipo a Usía Ilusirísima para su inieligencia. - Dios guarde a Usía Ilustrísima muchos años. Madrid, 5 de Mayo de 1815 - Lardiza– bal - Muy Reverendo Obispo de Nica–

ragua",

Se le coniesió en la siguienie Real Orden:

llamadas Cortes Generales y Extraordina– rias de 10 de enero de 1812 y de 19 de Agosto de 1813, para que a su vista V.E. pueda informar al Rey Nuesiro Señor, y Su Real Magestad decretar lo que esHme justo. Dios guarde a V.E. muchos años.-– León, octubre 19 de 1814 -Excelentísimo Señor - Fr. Nicolás, Obispo de Nicara– gua - Exmo Señor don Pedro Macanaz, Secreiario de Esiado y del Despacho de

Gracia y Justicia".

Vuelía la paz a la ciudad después de los sucesos políticos de 1811, y 1812, Y en calma ioda la Provincia, dirige el Prela– do al Gobierno de Madrid, su petición que dice:

l'Exelen±í.sirno Señor.-Habiendo con–

cedido las llamadas Caries Generales y Ex– traordinarias, por decreto de 10 de enero de 1812, la gracia de que esie Colegio

Conciliar Se erigiera en Universidad, con

las mísmas faculíades de las demás de América; y por airo de 19 de Agosio de 1813, mandado se instalase inmediaia· menie dicha Universidad bajo las condi– ciones y reglas que en él se le señalan; y siendo de absoluia necesidad el ial es– tablecimienio, suplico a V.E. tenga la bon– dad de inclinar el Real Animo de Nuesiro Rey y Señor Naiural a que confirme esta gracia que tanlas veniajas promeie a la Religión y al Esiado y que ianio y ian po– deroso influjo puede tener en la consecu– ción de la felicidad y vasallaje de esia Provincia y la de Cosia Rica.

"Así mismo suplico a V.E. para quifar las trabas que hasia ahora han impedido

el goce cumplido de esia grada, informe "Excmo. Señor.-Con la mira de pro– a Su Magesiad auiorice mandar que el porcionar a esia Real Universidad me· Cancelario de dicha Universidad sea el dios para doiar algunas cáiedras que fal– Prelado que por tiempo fuere o el Vicario ian y acudir a los crecidos desembolsos Capifular en Sede Vacanie, y iambién que que exigen las airas nuevas y los reparos iodos los gasios que se deban hacer en los de airas que indispensablemente deben grados mayores no pueden pasar de la hacerse en este Seminario, se me ha ofre– cantidad de irescienios o cuairocienios cido proponer a V.E como arbitrio, a mi pesos parecer esguro para llenar una y aira

"Acompaño a esta mi represeniación idea, el que su Real Magesiad se dignase un testimonio de las diligencias legales conceder el diciado y honores de Doctor en otro tiempo practicadas para obiener a algunas personas beneméritas del Esia– de su Magesiad esia misma gracia, de lo do Eclesiástico, que apreciando en lo jus– resuelío enionces, y de los decreios de las to el honor y merced que se les hiciese,

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Nuevas gestiones ante el Rey.

Cuando Fernando VII, el P>5ncipe "de– seado" por la aniípaiía del padre, y, el

Rey, también '1deseado" por su cautivi–

dad en Valenzay, regresa a su trono de Madrid, recibe de España y sus colonias de América una explosiva acogida popu– lar; y se llena de vanidad y de orgullo y

un fuerte absolutismo distingue sus actos;

pero, Nicaragua tiene de Obispo a un Gar–

cía Jerez, técnico y sagaz político, diná– mico sin igual, de valiosa influencia en la Corie por su absoluto monarquismo, y so–

bre todo lleno de amor crisiíano por el pueblo encomendado a su cayado de Pas– tor, y entabla nuevas gesiíones anie el

Rey, para que autorizase la erección de la

Universidad.

"Esta aciifud, esios esfuerzos aciivos

y leales, le hacen que se le reconozca muy

en alío, que le hacen compartir con el Pa– dre Ayestas, la gloria imperecedera de ser los fundadores de la Universidad de León"