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No quiero olvidar en esto } emirjiscencio mi amistad con el cochero que me servía para

todos mis movimientos en León Se llama Salvador Guevara Era de opinión política liberal

Me cuidé de no proponerle nada en cuanto signi licara convencerle de conservatismo Se fue es– trechando nuestro trato y él que comprendía la empresa que me llevaba a León, más de una vez

me tuvo listo el ramo de flores, para lo clase de diplomacia en que andaba ocupado Era due–

ño de su coche, tenia buenos caballos Sus modales eran finos, y me respetaba como yo lo res– petaba a él Quedamos amigos para siempre Ha prosperado grandemente en fortuna La

última vez que fuí a León a dictar una conferencia, lo encontré dueño de una empresa de taxis y

me puso uno elegante a mi servicio todo el tiempo de mi permanencia en lo metrópoli sin co– brarme' 'ni un "entavo Tipo muy leonés, y como tal leal y servicial con sus amigos.

Aquí vienen las contradicciones, casi inexplicables, pero sostenida en la historia de mu–

chos pueblos tón viriles como el de León Esa misma masa enloquecida, se lanza contra una fa– miiia, que ;Ié perteneció, que estaba identificada can ellos en el destino de la ciudad, que nUl'1ca

había cerrado sus puertas para los pobres y me atrevo a decir que Uno por uno de los asaltantes de la casa Carpenal, en aquel día funesto, hubiera sentido el nalural respeta por don Salvador Cc;;f!enal Y sti esposó, ciudadanos ejemplares de la noble ciudad

COMO la revolución de León, interceptqba la línea férrea entre la capital y Corinto, el

, ' ,Gop,;,e¡ no Americano, tomando por .pretexto que en el ferroca" iI habían intereses de

"m~ricpn,?s, procedió, a desembarcar un f\Jerte destacamento de mil quinientos soldados, con bue–

na artillería, y allTjam,ento selecto De primera intención, procedió a ocupar la ciudad de León Los revolucionarios no hicieron la locura de hocerle resistencia y la carrelO del ferrocarril, quedá abierta y yigiliJdél desde Codnto a Managua

, El Gral, Benjamín Elizando, tomÓ el total de la situación en Masaya, apoyado decidida-

• ,1 ., , .• . ménte por el Partido LibelOl Ocupó y fortificó las alturas de Coyotepe y de La Barranca, e

int~r'cep!ó también el ferrocarril en la línea de Monagua a Granada Los jefes americanos fe in–

timaron Q iJbri; lo linea y Zelédán se negó

El Comando' americano hizo decíaración formal, que no intentaría nada que menguara

la sóbérania de Nicaragua, y que por el contrario cooperarían con el Gobierno legítimo, para restablecer el 'drden '

El Gral Zeledón hizo una pésima política civil y militar Persiguió rigurosamente a los

conservodores A mis hermanos, Eulogio y Ra~ón, los pusieron presos y los trotaron cruelmen.

te Persiguieron a doña Carmela Chamarra de Cuadra, esposa del Ministro de Hacienda Pedro Rafael Cuadla, que sólo pudo salvarse osilada bajo la bandera inglesa

Lo defensa de la fortaleza del Coyotepe y la Barranca, estuvo muy mal diligida

SonQf~0!1 ,los cañones reciamente, lino fu~ileríQ potente se alineó para el asalto

l

pero todo

ello hablando' inglés Estábamos boja el peso completo de la intervención americana

Es triste pensar que todo ese penoso pracedimiento del extranjero codeóndose con uno de los Partidos hente al OtIO, se pudo haber evitado en unas pl6ticas entre el Presidente Adolfo Díaz,

el Gral Luis Mena, y el Gral Emiliano Chamarra, Con el ánimo de una reflexiya transigencia q",e

evita los rozamientos y procura llegar

Q un acuerdo que satisfaga o los tres Pero nuestros pro~

redimientos han sido 'de intransigencia y de violencia entre los dos Partidos, y a pesar de esas lecciones, no estamos curados

Pero alguien 'puede decirme Doctor Cuadra Pasos, usted que ha tenido en todo tiempo

influenCia sobre esos hoinbres¡ por qué no la usó en crear, cultivar y ejecutar esa transige.ncia?

. Bajo la cabezó y contesto Mea ClIlpo Y dohlemos la hoja

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