Page 90 - lista_historica

grana,das y granadas de mano, entre 150 y 200 bombas de dinamita y una gran cantidad de municiones de rifle. Cuando digo 150 rebeldes y 7 armas automáticas, estoy haciendo un cál– culo conservador, los Guardias esti· man que fue mucho mayor el núme– ro. Yo sé que' emplearon 1 ametra– lladora Lewis, :3 rifles automáticos Browning y de 3 a 6 sub-ametralla– doras Thompson. Después de la lu– cha, los Guardias recogieron cartu– chos vacíos por sombreradas; también se recogió sombrerada y media de carfuchos de Springfield. Las explo– siones de las bombas de dinamita ahogaban el l'uido de nuestra riflería. El Raso Alberfo Nicaragua fue muerío por una ráraga de rifle automáfico y

fue enferrado a corfa distancia del lugar del encuentro (±umba escondi– da). El Raso Juan A. Altamirano fue fitado en la cabeza y murió en la mañana del 27 de septiembre y fue enterrado allí cerca (±umba escondi– da), nunca recobró la lucidez. El Te– niente William A. Lee recibid un ba– lazo en el brazo derecho y otro en la cabeza, cayó inconsciente y se creyó que hal;:>ía muerto. El Raso Fernando Dorman fue herido en la cabeza y en la mano izquierda por una granada de mano o por fragmentos de bomba. El Raso Felipe Salgado fue alcanzado en la pierna izquierda por fuego de rifle o de ametralladora. Diez rebel– des fueron muertos y seis heridos; du– ranfe la lucha cuando un rebelde ca– yó herido se pudieron oír las voces de los que ordenaban recogerlo a aquellos rebeldes armados de mache– tes. Esfos fueron constanfemente ani– mados, durante la lucha, para que se lanzaran contra la Compañía. Las bajas rebeldes fueron mucho mayores de lo que se informa. Este grupo es– taba bajo un jefe experimentado y es– faba lleno de entusiasmo Bor la lu– cha. Sandino esfaba por alli cerca, lo que se hacía evidente por los cons– iantes vivas que le echaban, lo :mis– :mo que a Pedrón Alta:mirano. Los re– beldes se aprovecharon de una posi– ción naiural en forma de V que pa– recía hecha especialmente. Este en– cuentro duró co:mo unos 30 minutos. El Tenienfe Lee después de estar in– conscienfe de quince a veiJ:1fe :minu– fos se hizo cargo de la ametralladora Lewis y la usó con :muy buen éxito; S'q.s seis días de :marcha de regreso a Jinotega no fue un paseo alegre. En los días de los barcos de vela él hu– biera sido un barco blindado. La

Compañía sacó a los rebeldes de su posición, avanzó hasta una ceja que cruzaba el camino, estableció vigías, cuidó de sus heridos y enterró al Raso Nicaragua. Desde aquí, debido a mis heridos, me ví forzado a regresar a Jinofega. El campo de acción de esfe encuentro es un terreno quebrado y cubierto de bosques y malezas.

La Compañía cayó aquí en una em– boscada por un grupo de 80 o más rebeldes, quienes emplearon dos ar– mas automáficas, rifles y muchas bombas de dinamifa. No hubo esca– sez de municiones de rifles rebeldes. Antes de que estos abrieran su fuego nutrido, dispararon un tiro lo que aprovechó la Compañía para ±omar ventaja de las posibles defensas. No hubo bajas de la Guardia. Un rebel– de fue muedo y siete o más, heridos. Aquí también llamaron a los de ma– chete cuando un rebelde cayó herido. La Compañía avanzó y dispersó a los rebeldes por el bosque. Los rebeldes se dividieron en dos grupos principa– les: uno tOtnÓ con dirección sur y ofro con dirección suroeste. El espíritu de la Cotnpañía fue excelente en esfe en– cuentro aun después de esperar en los últimos cinco días que se nos ±ra– tnaría una etnboscada. De nuevo el Teniente Lee puso su ametralladora en acción, dando así un ejemplo es– pléndido a toda la Cotnpañía.

En este sitio la Compañía ca.yó en una etnboscada por un grupo de 40 o tnás rebeldes quienes etnplearon dos ar– mas autotnáficas, rifles y botnbas de dinatni±a. El camino aquí corre a lo largo de un riachuelo, lo cruza y en– tra al bosque de altos árboles y male– za. A este lado del riachuelo hay un farallón de veinfe a h"einfa pies de altura. La posición rebelde era a lo largo de esfe farallón y al sur del ca– mino al ofro lado. Los rebeldes abrie– ron fuego uno por uno aunque la tna– yor parte de la Cotnpañía esfaba bajo cubierta. No hubo bajas de la Guar– dia. Tres o n;ás rebeldes fueron tnuertos o heridos en este encuentro. De nuevo el espíritu del Teniente Lee

y sus hombres fue excelente. Los re– beldes fueron arrojados de su posi– ción y desparratnados en todas direc– ciones.

8 -Se tne aconsejó que no hiciera esta

patrulla con tan corto nún;ero de

Page 90 - lista_historica_magistrados

Page 90 - lista_historica_magistrados