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. El ~adr'e H!politó Mafille Btilo

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(hondureño) a ,ulen fUl a ver esfa noche me cuenfa que iba para luafemala, y que ni a él ni a sus hermanas, los de. Iron desembar~ar en San José, feniendo que regre. 'irse para AcaJufla.. He oído el rumor de que los berales leoneses dlcen que ya no hay unión con osotros. Vale más que así sea.

IlB8ERO 18

Se sabe que capturaron a Eulogio en un lugar an: ado Jo!,oro, pero que Don Pepe, a quien infonnó e esio Ale)andro Chamorro, dió orden de que le sol– Isen. No me parece de buen agüero este incidenie

IlBRERO 19

.A pesar de las órdenes que dicen dió Don Pepe, olvleron a prender a Eulogio y con escolta le fraen esia ciudad Don Pepe, a quien Se le habló de ,fo dijo "que iodo se arreglará cuando Eulogio Ile– ue a ésfa". Ya sabemos qUe Don Pepe nos esiá ha– iendo iraición.

EBIU1RO 20

Se insiala el Congreso Andan diciendo que Re– alado vuelve a la presidencia. Anoche supe que

o~ Pepe le enÍregó a Irías telegrama en clave de leJandro para Emiliano y que 11 ías se lo remitió Zelaya

Me siento frisfe por las cosas feas que aquí nos asan Nada se sabe de Eulogio

EBRERO 22

, Viene Eulogio Ya sabemos que tomándolo por

II le CapfUl"alOn de orden de Regalado Viene a arme Godoy: nada de particular me dice; pero él , sumamente reservado

Para mi modo de ver, foda esperanza se ha per– ido, a lo lnenos por ahora, y casi me persuado de ue lo que Con nuestros propios elemenfos no haga– tOS, por hacer se quedará hasta el día del juicio

Mariano y Eulogio van a Sia. Ana. Creen Ale– Lndro y don Pedlo Rafael que Tijerino anda infri– ando de fodas maneras para desbarafar nuesÍros lanes; y a él lE;! atribuyen la prisión de Eulogio, y tldaba (dicen) sembrando la disoordia enfre noso– os y los liberales

CRRERO 25

Vienen Viciorino primero y don Agacio después decirme que Regalado me auforiza para escribir • que quiera confra Zelaya Pero ahora no me con– iene hacerlo, y me absfendré de escribir una línea ue pueda comprometerme

Vuelven de Sfa. Ana Eulogio y Mariano muy con– Infos: dicen que Regalado quiere hablar conmigo

t\ San Isidro.

Parece que Regalado les ofreció 'el oro y el mOlO Eulogio y Mariano. Convenimos en que yo iré a nnenia y de allí El San Isidro, pasado mañana Ha macido en nuesÍros espírifus abatidos la esperanza a Regalado felegrafió a Bonilla diciéndole que eS ora ya de derrocar a Zelaya.

!:BRIlRO 27

Me preocupa la idea de que tengo que ir: ma– Bna El Armenia y de 'allí a San Isidro, hacienda de n señor Vides donde se halla Regalado. Recuerdo ue hubo un cura en Granada, salvadoreño de origen, Ue se llamaba Celesfino Vides. No será deudo de 3fe ofro señor Vides?

DON FRANCISCO CACERES

De quien se ocupa don Enrique en casi todas las páginas de su Diario El, y Don Anselmo Rivas. ocuparon lugar plefelente en el corazón del autor de estas Memorias

durante los últimos 25 años de su vida.

FEBRERO 29

Viaje a San Isidro por la mañana. En el mismo tren va el General Fernando Figueroa que como yo hace el viaje para hablar con Regalado. Juntos no~

vamos conversando en todo el camino.

Al l1~gar a Armenia fomaz:nos un coche que esfa– b!3- esperandonos para condUCIrnOS El San Isidro, ha– CIenda de café de don Gusfavo Vides, amigo ínfimo

d~ Regalado Conozco a ésfe que me recibe muy

~len, a su ~sposa Da Concha Gonzále~, hija del Ma– nsoal Gc>nzalez, y al General Hans M)lller, guardaes– paldas del ex-presidenÍe, militar alemán que me pa– reció muy correcto Duermo en San Isidro: excelenfe cena y café y salgo a las diez de la mañana del día siguienfe para Armenia, donde almuerzo, y vengo a San Salvador por el tren de las 5 p m

(NO'l1A: No dice don Enrique el objeto de su llamada, ni re–

fiele su conversación con el general Regalado, de– jándonos por saber ambas cosas Impol-tantes en la lelación de estos acontecinüpntos).

MARZO 2

Hoyes aquí día de fiesfa nacional porque hace un año Don Pepe subió a la presidencia de zacafe que ocupa. Contentísimos los paisanos con las nofi– cias alegres que les fraje de San Isidro. Eulogio se fué ayer para Honduras. Suponemos que esta vez no le fraerán preso como la vez pasada.

(NOTA: Es lástima que no haya anotado en su Diario en qué

consistían esas noticias que tan alegres pusieron a los emigrados: suponemos que han de haber sido de taL naturaleza que no creyendo en ellas don Enrique,

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