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« Previous Page Table of Contents Next Page »1ricto republicanismo siento naittral repulsi6n por todo acto, método o tendencia que vulne– re, falsifique o adultere la República
No necesitaría entrar, pues, en mayores explicaciones para justificar la inquietud ele mi alma frente a la zozobra de la naci6n en la actualidad. Pero me siento obligado a en–
trar en algunas aclaraciones con respecto al caso concreto porque se lne ha procesado, el
cual se ha querido oscurecer presentando los
acontecimientos sobre· tenebrosas intenciones.
En primer lugar rechazo, niego, que baya existido' en los sucesos del 4 de abtil ningún
proyecto de asesinato de personas determina– das. En él "ursa del proceso ha sido destrui– do totalmente ese infamante concepto. A pe sar de Jos medios inconstitucionales elTlplea– dos, de los métodos inquisitoriales, COn que han sido interrogados los testigos y los i eos en una torturante investigación, no se pudo,
sin embe.rgo, poner cabeza de proceso por el
delito de asesinato en ninguna de las vías que las autoridades tornaron para seguir él juicio. SielTLpre hubieron que regresar para abrir nue– vo camino hasta que por fin mal charon sobre el proceso por el delito de rebeli6n. A este respecto del asesinato afirmo no solo mi ino– cencia en los hechos que han darlo lugar él J.11i
proceso, sinó mi conducta íntegra en .toda mi
vida de político militante y de luchador infa– !igable. Declaro que cada vez que en esas ac– tividades he íenido que resolver sobre la nece– sidad de jugar sobre la vida de nlis enemigos políticos he procedido exponiendo mucho más la mía propia. Siempre he peleado de frente, brazo a brazo, sin escatimar la propia sangre ante la dura necesidad de derramar la ajena para salvar la libertad.
Tres declaraciones rendí durante el pro– ceso, una, ante un Juez de justicia ordi· naria; otra anfe una cOITlisión de la Cámara de Diputados; otra más ante el P,esidente y el Secretario de la Cámara del Senado, du– rante íodas ellas mantuve la frente levanta– da, el coraz6n tranquilo y la voz serena. En ellas consta la verdad pura y completa sobre mi participaci6n en los sucesOs de abril del año pasado. Dije que se trataba de organi– zar un levantamiento para contener el conn– nu.ismo con que se pretendía destruir el siste–
m~ constitucional republicano, recientel1lenie confirmado por la última Constituci6n. .Jurí– dicamente ha sido probado que no existi6 ] a rebelí6n como delito consumado y que la rec· ta justicia ha fracasado esta vez en Cámaras y Corte Pero yo he afirmado, afirmo y afir– maré que la rebeli6n estaba en mi pecho, y
en mi pensamiento, desde qne apareció con
toda claridad la intenci6n de reelegirse en el Presidente de la República 'l se iniciaron los trabajos concernientes en sus partidarios
Fuera de los tribunales y ante el pueblo
se me ha a,cusado en manitiesíos pr~siclencié1
les y en peri6dicos del régimen, de haber fal– fado a compromisos que contraje de guardal
la paz cuando pacté, en mi calidad de Jefe del Partido Conservador con el General Anas-
tasio Somoza, en su condici6n de Jefe del Par
tido Liberal N ar.ionalista .
Me comprometí a guardar la paz pero d,
xnanera condicional. La condición sobre q\4
debía descansar esa paz consisfla en la prohi bici6n de reelegirse para el Pres;dente de]_ República Ena era la vértebra ~el conveni: Rota esa columna por el propio Presidente d; la República en discurso pronunciado en Es
teli, mi compromiso estaba cancelado i"so facto. Me sentí personaln-,enie libre y se agi
laron en mi cora ZÓl1. las protestas contra. el confinuismo que había aprendido en el Seno
de rru Partido desd" mi prirnera ju lTel1tud y
que he procla:rnado constantemente en mis an
danzas de rebelde No rehuyo la pElla),ra
Creo que he sido consecuenie cOnmigo
rnisrno y que lTtanienido la unidad de mi per
50na, en mi fe republicana y en mis convic cionas conservadoras que han afirmado siern pre la idea de que la aliernahilidad en la PIe
sidencia de la República es un resOl·te imp,.,
cindible en el juego republicano de la políJ¡c; en los países de Hispano América. Todos sa
hemos que cada vez que eSe resoríe se ha en
lurnecido o se ha quebrado la tranquilidad pú
blica se ha perc,lido en la nación y en el régi
n1.en se han abandonado Jos sisJernas lep\l
blicanos Un grupo de j6venes se pl esenló a
JUl casa hablándolne de la rier;esidacl de salva:
a Nicaragua de ese peligro inminente pala lo nepública y no quise en n1i. vejez deSlnenfi:
la Historia faltando a la cita liber taria.
Me dirijo al pueblo de Nicaragua de quien un día fUI Mandaialio con estas explicaciones
para que sepa que en los últimos años de mi
vida sostuve con sinceridad la misma conciue
ta que me llev6 a la protesta activa por defen
der los principios que me parecen saludables para Nicaragua Tengo fe de que la juven tud que avanza hacia la participación de),
política militante sabrá apreciar este último
alienlo que desde !ni ancianidad lanzo pala
el pueblo de Nicaragua y con especialidad pa
ra el Partido Conselvador.
Mis perseguido)'es me pueden con<1enm a la pérdida de JTIuchos elementos de mi vid,
ITle pudielon quitar la administración de Il'lli
bienes honradamente adquiridos y la dir~'
ción legal de n'\Í familia, pelO no me podran anebatar la inf!uencia en mi Partido para dar le corno consigna inquebrantable en este ti':"!
po la de NO REELECCJON, que deloe escnb~
en su bandera al concurrir a los aconfeCl rniell.los que vienen por Eina 1. de este período
presidencial .
El pueblo nicaragüense en olvido lra~SI
torio de divjsas partidarias debe cerrar fiJ~
para presentar barrera insupelable al. con
ll\.lislUO Y cualquiera que sea nli desbno, f\(
:me dolerá sacrificio si conlrihuyo a ese no
ble fin.
Desd El mi t>ros(:l ipción saludo fervOlOg~
mente a los consetvo"r\ores prirnero y a los
1
caragü en ses lod()f." RIlO
EMILIANO Cl-lA1'fO Bluefields, l4 de marzo de 1955.
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