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Jamás fuimos partidaristas (como se ha dado en decir), ni pueJe alguien acusarnos en ¡usticiCl

de hCJher rechazado Ve51untarios por su credo político Llevamos a quienes se hicieron plesentes junto (1 nosotros y el nadie examinamos ni preguntamos pOI sus ideas Todos los que fueron alió, son testigos de

ello, como son testigos también los que quisieron qUEdarse

Antes de salir pOlO Nicaragua nos declaramos partidarios de una Refollna Social amplia y verda–

dera, y concretamos nuestro pensamiento en un plan de 10 puntos, que muy poca gente conoció en el país, porque hubo quienes detrós de nosotros, se encarga ion de ocultarlo

Antes corno hoy, pensamos que el tiempo de las clases pi ivilegiadas está terminado, y no 5010–

mente negamos a alguien el derecho de hoccllas levivir, sino que esperamos que en NirOlogua tliunfen,

los jóvenes que como nosotros piensan que toda justicia debe de comenzar por concluir con los pI ivilcgios

y la desigLlaldod de oportunidades

'k * *

Después de escrito mi diario encuentlo en él una insistencia que pClJece exogerada, en iodo lo relativo a la ridícula acusación de Traición a la Patria que se nos hizo

El tiempo ha pasado y poca gente se acuerdo ya de aquel "círculo cuadrado", es verdad, peto también es ('ierto que incidentes como ese, deben de 501 historiados paro que nucsha sociedad canija SU5

crrOles y comprenda lo que un joven puede pensar y suflir dentro de la cárcel, cuando es víctima de una acusClción monstruosa, aunque ella sea lugeo reporClda ca nel tiempo

En mi diario también se describe con mucho detalle la injusticia de los Consejos de Guerra, y su forma onti-jLlídica y grotesca de proceder

Ello puede servir quizó de contribución poro que en el futuro no se verifiquen eso clase de el i–

menes contra Ja justicia, y poro que otros nicaragüenses no sean arrastrados a procesos como el descrito

Quizó los autores de esos Consejos de Guerro comprendan al leer mi diario, que nado ganan con prostituir lo justicia, y que por mós poderes que tengan en lo mano, siempre les va o ser imposible hacel "un círculo cuadrado"

En Jos 1ll0fnentos de escribir este epílogo, otros muchachos nicaragüenses están pr esos, y en pe–

ligro de ser Ilev"dos a Consejo de Guerra

La publicación de mi diario, que describe por pr imera vez las intimidades de esos juicios, puede contribuir a que Jo justicia militar nicaragLiense, enmiende sus errores del posado

Esa es mi intención, casi mi única intención al darlo a publicidad

Desde lo fecha qLle lleva la édtima página de mi diario hasta el día en que este epílogo se publi–

ca, ha COI rido mucha sangl€ de nicaragüenses

Desde el río Soba los en donde mLlrieron Ubilla y VíctOI Rivas, hasta el Chaparral en que dieron

su vida btros héloes, pasando por seis o siete lugares ma~, en las ciudades o en las montañas, nuestro sue–

lo se ha teñido de rojo Los últimos fueron Julio Alonso Leclair, y varios mas Son héroes del amor al pró– jimo, porque amaron más lo vida y lo libertad de su prójimo que lo vida y la libertad de ellos mismos Ni

el rico Epulón, ni Herodes, murieron en el monte llamados foragidos

t

pero hubo un Dios que murió en un

monte condenado como forogido, por amar a los hombres

Los nicaragüenses mueren, mientras Jos Sarnazo se disponen a nuevos banquetes pOI ciudades y

villas, y mientras se fi.man protocolos para hacer entrega o Honduras de Lino parte del territorio Nacional

Son Jos dos grandes acontecimientos de nuestra vida actual En el plano interior, nuestros conciu–

dadanos pierden lo vida y la libertad, en el plano exterior nLlestra Patria pierde su territorio

Pera hoy que hacer uno salvedad na hemos sido nosotros las condenados pOI "Traición a la Pa– trio", quienes hemos hecho la entrega de esa parte de ello

FIN

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