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Frase exacta Prueba psicológica irrefutable, a lo cuol hubiela podido clgregur Ramiro no sólo 105

cmtecedentes del Fiscol Capitón Florencia Mendozo, hijo de hondureño, y educCldo en Honduras corno hon· dureño hasta lo edad de 17 ciñas, sino su incapacidud patO comprender el alma de nuestlo pueblo CUClll–

do recurre a la burlo¡ corno un reCUt so pOI a evadir la tragedia

Ejemplos de esto último se encuentran o montones en la secuela del placeso tilos van, desde la invención de la palahra

I/ vel 010"

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con sus del ¡vados I/velolodo'J, "Yel oleal If, "vel olel o" etc

I

que signi– fica algo así como, "pendejo", l/pendejear", "pendejoda ll

,

colabofndOt¡ colaboracionista, y que USOJ1 los acusados a grrmdes gritos en la sala, hasta las ominosas y replobobles cClrcajudas con que se corean los

incidentes que deprimen a cualquiera de los presentes Prucba evidentc de la tlemenda burla con que los

109 acusados han contestado C1 In glave e infame ClCllsClción -~s la constante adveltencio c¡ue hace el Pre–

sidente del Tribunal repitiendo casi a dial io por el mognavo.f, que allí estamos en un Consejo de GU81la, no en el circo, aunque la problemótica convicción con que afirmn ésto, sirva nada más pal a demostrm lo

contrario de lo que dice

Sólo el Fiscal cree que la cosa es seria Sólo él, con es" folto 10tol de sensibilidod pora lo bur–

In que no puede concebirse en un nicaragüense, toma siempl€ a pecho lo que sucede en el caliente gale–

rón del Campo de Marte, llamado ohora pomposamente Sola de Justicia, sin dOlse cuenta de que la mag

nitud verdaderamente trágica de la injusticio que ha incubado, no puede tener otro desenlace que la bUt– la, aunque a veces produzco¡ como tocio en la vida¡ momentos de v€ldadeta y suprema indignación

La dignidad del ptoceso se rrostituyó cUClndo nos vimos obligados a retirar a nuestros defenso– res Hubo un momento en que el juicio¡ como expresión de la voluntad tiránica de tos gobernantes, fue tomado en cuenta no solo por los jueces, sino también por los acusados¡ pero al llegar a Su fin lleno de ri– diculeces, arbitrariedades, infamias y contrasen! idos jUJ ídicos, ha rebasado Jos Jíneos de Jo trágico por 10r

narse cárnico

El climax de este fenómeno se produjo cuando los defensores de oficio entl egaron a los acusa–

dos papeles en blanco con el objeto de que escribieron en ellos los nombres de personas honorables pora llamarlas como testigos de buena conducta Los papeles fueron llenados y devueltos, poro en ellos apa–

recían citadas una docena de prostitutas de Managua, €Ilitemezclados SIIS nombres con los de personajes reconocidos en el hampa internacional

Encabezaban una de esos listas el amo de los juegos de azor en Nicaragua y la célebre "pa–

sionaria" somocis1a Nicolasa Sevilla

Desde luego que este no es un rasgo de IIscnse o{ hurnor fi muy btitánico, pero sí muy nica-ragüense, y los procesados somos ptecisamente eso¡ ron nuestros defectos y virtudes Somos plena y pro– fundamente nicaragüenses

POI esta nicaraguanidad tan completa¡ hemos llegado a cael en extremos verdaderamente tris– tes, corno cuando nos burlarnos de fas decfaraciones penosos de afgunos¡ pero por effa también hemos lo–

grado con burlas de toda clase desaCleditar totalmente el proceso, ,ebajando osi al justa nivel de caricato y vulgar libelo la acusación que pOI a destruirnos ha urdido la mente de nuestros enemigas

De ese modo, hagan lo que hagan de hay en adelante, la historia no podrá dar a lo ocurrido el

nombre de juicio¡ proceso, o juzgamiento, sino el que le corresponde como I idícula bufonada, o para ha~

blar en términos nicaragüenses, de absurda y relajada "pachanga ll

El Tribunal

21

Noviembre

1959

A

NOCHE soñé que un tribunal compuesto por siete hombres me había llamado ante él para de–

cIrme

-"Ciudadano Chamarra, se le candena a la búsqueda de una Patria"

Todos 105 componentes del Tribunal elOn feos Había uno gordo con aspecto de matarife, y otro negro con anteojos oscuros de un matel ial refractario a la luz Sus lentes brillaban desmesuradamente

ofendiendo mi vista, y su fisonomía con semejantes antipOlras me recordaba el misterioso perfil de un ro

diólogo, actuando en medio de sus rópidos aparatos que lanzan destellos eléctricos y sonidos cortantes

Vestían enormes sacos de tela kaky llenos de botones relucientes con pequeñas calaveras ne–

gras en ef centro

Uno que tenía dos calaveras en los hombros fue el que me hizo la natificación, y coma yo me quedara inmóvil sin saber qué camino tomar, el de los grandes anteojos me dijo con estudiada afectación.

-Puede Ud ir a hora al mercado de Patrias, a conseguir una

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